El tándem montaña-Kilian Jornet es casi indivisible, hasta el punto de que el corredor catalán ha afirmado alguna vez que «descubrir una cima o contemplar desde allí la inmensidad de un valle son la principal motivación» de la carrera de fondo que se convierte su propia vida. Una carrera apasionada donde también tienen cabida el compromiso social y el deleite por el dibujo y la fotografía. Y es que si no hubiera sido deportista, «seguramente habría hecho algo relacionado con el diseño».
Texto: Esther Escolán Fotos: Jordi Saragossa
¿Hasta dónde llega el vínculo real entre Kilian Jornet y la montaña?
Es el lugar donde he crecido y donde vivo y, por tanto, forma parte de mí y de mi vida. Es el lugar donde me siento bien, donde sufro y donde he pasado los peores momentos, pero también los más felices.
¿Nunca ha sentido, sin embargo, la curiosidad de explorar nuevos entornos o de vivir de alguna otra manera?
No. Mis padres me inculcaron este amor por la montaña y la naturaleza. Y es más: en la ciudad no me acabo de sentir cómodo… Cruzar un paso de peatones en Barcelona me resulta más complicado que subir una arista!
«¡Cruzar un paso de peatones en Barcelona me resulta más complicado que subir una arista!»
Entrena 1.000 horas al año, los siete días de la semana. ¿Cuándo descansa? Si es que lo hace…
Intento descansar durante un par de semanas en octubre, entre temporadas [de noviembre a mayo, se dedica al esquí, y de mayo a octubre, a las carreras de montaña]. Y digo ‘intento’ porque al final siempre acabo haciendo algo!
¿Cuál es la parte más dura de este entrenamiento tan exhaustivo?
El hecho de viajar tanto, que me deja estar poco a tiempo en casa. Al final, sin embargo, esto se compensa cuando se consiguen objetivos o cuando tengo la oportunidad de conocer gente fantástica en la montaña.
Muchos atletas de élite confiesan tener un punto de superstición en los momentos previos a la competición. ¿Usted sigue algún ritual?
¡La verdad es que no tengo ninguna! Sólo verificar que todo el material esté a punto, ¡y vamos!
«‘Democracia'» significa que es el pueblo quien decide.»
Después de años de batir récords y coleccionar éxitos en todo el planeta, en 2011 toma forma el Summits of my life, su proyecto más personal: por fin, Kilian Jornet asciende el Cervino y el Mont Blanc. ¿Qué representan para usted estos dos cumbres?
El Cervino es, sin duda, uno de los retos que más ilusión me ha hecho completar. Estuve preparándome durante un mes in situ, subiéndolo y bajándolo diez veces para conocer bien la ruta y, al final, ello fue un sueño de infancia hecho realidad. El Mont Blanc también fue especial: una cima que habíamos hecho muchas veces y que conocíamos bien y que, además, compartí con mi amigo Matheo Jacquemoud.
¿Por qué emprendió esta aventura?
Cuando tenía 17 años hice una lista con todas las carreras que quería ganar algún día. En el año 2012 me di cuenta de que la mayoría ya las había completado, así que necesitaba un nuevo reto. A mí me gusta ir a la montaña ligero, sin asistencia y con el mínimo material posible, y entonces recordé todos aquellos picos que me habían inspirado desde siempre. Pensé en poner en marcha un proyecto que combinara la vertiente deportiva con los valores y la forma particular que tengo de ver la montaña y … ¡aquí estamos!
¿Cómo se ve dentro de 20 años?
¡Qué pregunta más difícil! Pues supongo que seguiré corriendo cada vez más despacio hasta que un día empiece a caminar, y el día que ya no pueda caminar, pararé a observar lo que me rodea. Me gusta ir paso a paso y, de momento, el futuro más próximo me depara la ascensión al Everest, este 2015. Después de eso, ¡ya veremos!
«En España existe un problema muy grave de corrupción y de impunidad.»
Hace unos meses mojarse por la ELA, participando en el Ice Bucket Challenge. Sus nominados fueron Mariano Rajoy, Emilio Botín y el Rey, «los que tienen el poder fáctico y económico de verdad», declaró entonces. Si le pregunto cómo ve el Kilian Jornet ciudadano la situación que estamos viviendo actualmente como país, ¿qué me respondería?
Evidentemente, estoy preocupado por lo que pasa a mi alrededor. Desde un nivel más global -medio ambiente, racismo, sistema económico o consumismo- hasta lo que sucede a mi alrededor y alrededor de la gente que quiero. En España existe un problema muy grave de corrupción y de impunidad respecto. Además, tenemos un sistema donde el pueblo no tiene nada que decir, y son las grandes empresas y los lobbies quienes lo controlan todo. A nivel social, estamos volviendo atrás en vez de avanzar.
Y respecto al eterno conflicto de intereses entre Cataluña y España, ¿qué podría destacar?
Si fuera por mí, quemaría los pasaportes, los países y las fronteras. Pero lo que está claro, viendo lo que está sucediendo en España (a nivel político, social, económico y de falta de libertades), lo normal es no querer formar parte. Y alerta: no es que Cataluña se aleje de España, sino que España se aleja del siglo XXI. En todo caso, ‘democracia’ significa que es el pueblo quien decide, y no el sistema que decide por el pueblo.
A FONDO | |
---|---|
Kilian Jornet nació en Sabadell en 1987, pero enseguida se trasladó a vivir con su familia a un refugio de montaña en Cap del Rec, en la Cerdanya, donde su padre era guarda forestal. Allí empezó a practicar deportes de montaña y de nieve de forma amateur hasta que, a los 13 años, entró en el Centro de Tecnificación de Esquí de Montaña, donde comenzó a entrenar y participar en competiciones de una manera más seria y planificada . A los 17, después de terminar el bachillerato, comenzó los estudios de STAPS -equivalente al INEF- en Font Romeu, también en la Cerdanya, y desde entonces no ha parado de rodar por el mundo compitiendo y cosechando triunfos. | |
Jornet ha batido récords en el Kilimanjaro, el GR20 de Córcega, en la Tahoe Rim Trail (donde corrió durante 38 horas seguidas sólo parando una para dormir) o en la Transpirineaica. En 2011 fue cuatro veces campeón del mundo de trailrunning y de esquí de montaña. Y no sólo eso, ya que este atleta de élite, amante de la pintura y de la fotografía, también ha encontrado tiempo para publicar dos libros: Correr o morir, en 2009 y La frontera invisible, 2012. |