Dice la teoría de que los negocios se financian primero con FFF (family, friends, fools), luego con BA (business angels) y, finalmente, con fondos de capital riesgo. Pero la realidad es que algunos fondos de capital riesgo a veces también hacen de BA e invierten en la fase inicial del proyecto.
Dr. Antoni Olivé. Profesor IQS – Universitat Ramon Llull.
El otoño pasado tuvo lugar en el IQS el tercer congreso de la AEBAN, la Asociación Española de Business Angels (BA) donde voy moderar una mesa redonda con representantes de fondos de capital riesgo que invierten en empresas que tienen BA al accionariado. De las intervenciones de expertos y público, destaco: 1) que los proyectos no se analizan de manera diferente si hay un BA; 2) que los proyectos no valen más si hay un BA; 3) que la convivencia con un BA en el consejo de la participada no suele ser problemática; 4) que, aunque la presencia de un BA en un proyecto no debería ser un requisito previo para que un fondo de capital riesgo invierta, los proyectos con un BA en el accionariado llegan más «maduros»; y 5) que es difícil determinar el mejor momento para la salida del BA del proyecto.
Respecto a la valoración del proyecto, lo que marca la diferencia no es si hay un BA o no, sino que es el BA. Un BA que conozca el sector, con una larga trayectoria y con una buena agenda de contactos no deja de ser una garantía para futuros inversores.
Aprovechando que en la mesa había mucha experiencia, quise cerrarla con la pregunta del millón: «Si quisiera hacerme business angel, ¿en qué sector me aconsejarían que invirtiera?». Me dieron tres consejos: 1) invierte en lo que conozcas y en lo que seas bueno; 2) invierte más de 100.000 € (y, si no los tienes, asóciate con otra gente para conseguirlos); y 3) el momento y la circunstancia de la salida es capital (porque recuerda que la ventana de oportunidad para convertir tus acciones en dinero es muy pequeña). Gracias. Así lo haré.