¿Cuál es el impacto real de los programas de formación en el ámbito del management que se imparten en Cataluña en nuestro mercado laboral? Hay riesgo de saturación? ¿Cuáles son sus retos de futuro? Hablamos con Antoni Castellà, secretario de Universidades e Investigación.
Texto: Ariadna Cortés
«Los MBA son la formación de postgrado más transversal y versátil»
¿Ha habido un incremento del interés por los másters y postgrados desde la implantación del Plan Bolonia? En caso de que sí, la crisis ha tenido que ver?
Sí, y especialmente desde el año pasado, cuando terminó la primera promoción de grados. En cuanto a la cuestión de la crisis, aunque debemos analizar los datos con más profundidad para ver si hay una relación directa. Lo que seguro que es consecuencia de la crisis, sin embargo, es el hecho de que los estudiantes sean cada vez más exigentes a la hora de elegir un máster. Hilan muy fino en términos de calidad, y también valoran los programas en términos de empleabilidad. Incluso se produce un efecto que podría parecer contradictorio: en una situación de crisis debería bajar la demanda de másters privados, pero en cambio está aumentando. Esto se produce porque el factor calidad pesa mucho en la decisión.
¿Cómo influye cursar un MBA en las perspectivas laborales?
Haber cursado un MBA es un gran activo, especialmente haberlo hecho en un entorno como Barcelona. Aquí hay una gran concentración de escuelas de negocio de alto nivel con un muy buen posicionamiento en los rankings internacionales. Cursar un MBA favorece la empleabilidad: hay estudios que confirman que cuanto más alto es el nivel de estudios, más baja es la tasa de desempleo.
¿Qué hace destacar un programa de MBA respecto de los otros programas de posgrado?
La principal diferencia es que un MBA es del ámbito del management y de másters hay en todos los ámbitos. Eso sí, los estudiantes que optan por los MBA provienen de todos los ámbitos de conocimiento, no sólo de lo económico. De hecho, yo diría que los MBA son la formación de postgrado más transversal y versátil. Los MBA proporcionan herramientas directivas cualquier profesional, independientemente del campo de conocimiento de donde provenga.
¿Hasta qué punto los rankings internacionales de centros y programas influyen a la hora de valorar los MBA?
Analizar los programas sólo en base a los rankings es discutible, yo soy de la opinión que tenemos que mirar el dibujo global. De todos modos, cuando las escuelas de negocio aparecen en buenas posiciones en la mayoría o en todos los rankings internacionales, sí se debe tener en cuenta como indicador de calidad. Y este es el caso de las escuelas de negocio y de las facultades de economía de las universidades catalanas.
El año pasado, ESADE presentaba un estudio que afirmaba que Barcelona era la 5ª ciudad del mundo y la 2ª de Europa atraer talento internacional para cursar un MBA. ¿Qué atrae de la oferta de la ciudad a los estudiantes extranjeros?
El principal atractivo es la calidad de la oferta. Aparte de ello, el grado de internacionalización de estos estudios también influye, y es que para los estudiantes es muy importante saber que en su programa habrá alumnos de diferentes países. En Cataluña sólo el 4% de estudiantes de grado son internacionales, pero en cambio representan el 30% de los alumnos de máster. Como tercer factor de atracción, cabe destacar que Barcelona es uno de los
«Debería haber más incentivos fiscales para las inversiones que hacen las empresas, tanto en I + D como en formación»
Desde hace unos años las universidades públicas también tienen oferta de programas de MBA. ¿Existe el riesgo de que se sature el mercado?
En absoluto, precisamente por el grado de internacionalización. Si nuestra oferta estuviera orientada sólo al mercado doméstico, sí que habría este riesgo, pero el mercado no es Cataluña, sino el mundo. De hecho, yo creo que es más bien al revés; probablemente en el futuro veremos un crecimiento de la oferta que irá ligado a la capacidad de captación de estudiantes extranjeros.
El alto precio de los MBA puede representar un freno para que las pymes proporcionen este tipo de formación a sus trabajadores. ¿Debería haber más ayudas?
Para una empresa es una inversión, no un gasto y, por tanto, deben decidir si vale la pena hacerlo o no. Es cierto que ahora hay pocas compañías que faciliten el acceso a formación a sus trabajadores, pero es una cuestión coyuntural por culpa de la crisis. Hace unos años habíamos entrado en una buena dinámica. El capital humano es el activo más importante que tiene una empresa, e invertir es una decisión estratégica. No creo que vaya a haber becas para las empresas, pero sí debería haber más incentivos fiscales para las inversiones, tanto en I + D como en formación. Pero en Cataluña no tenemos las competencias para hacerlo, esto es una cuestión del gobierno central. En cuanto a los particulares, en Cataluña hace tres años establecimos un sistema para que los precios de los grados se adaptaran al nivel de renta del estudiante, y seguramente deberíamos aplicar un sistema similar en el caso de los másters.
El reto de innovar constantemente | ||
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A pesar de que la oferta formativa en el ámbito del management tiene un muy buen nivel, el secretario de Universidades e Investigación recuerda que "todo es mejorable". Y es que cuando se está arriba del todo, en el fondo, lo más difícil es mantenerse. | Por eso los retos de estos programas de formación consisten en repensarse e innovar continuamente. Para ello, cuenta Castellano, "las escuelas de negocio combinan en su profesorado a directivos en activo, que hacen la función de conectar con la realidad, y profesores | muy cualificados que tienen una elevada producción científica". Una combinación que, según el experto, hace que los centros de nuestro país ocupen muy buenas posiciones en los rankings internacionales. "Estamos en la buena línea", concluye, "simplemente tiene que reforzarse." |