La expansión del comercio ya no sobrepasará ampliamente el crecimiento económico general como hasta ahora, al menos a corto plazo. Así lo afirma la Organización Mundial del Comercio (OMC) que prevé que el comercio mundial de mercancías crezca un 3,3% en 2015, en volumen, y que haya un ligero repunte de la producción tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo.
Para 2016, la institución calcula un 4% de incremento. Cifras, pues, muy por debajo del promedio anual del 5,1% que se había registrado desde el año 1990. Las causas que explican esta situación hay que atribuirlas en gran medida, según el director general de la OMC, Roberto Azevedo, «a la prolongada atonía del crecimiento del PIB después de la crisis financiera». Pero, también, a la desigual recuperación en los países desarrollados, a las políticas monetarias divergentes, a las fluctuaciones de los tipos de cambio y a las crecientes tensiones geopolíticas, entre otros factores.
Aún así, el organismo internacional confía en recuperar una tendencia positiva a más largo plazo, dado que «el comercio puede ser un instrumento de política poderoso para potenciar el crecimiento económico y el desarrollo», en palabras de Azevedo. Y es que el director general de la OMC recuerda que «eliminando las medidas proteccionistas, mejorando el acceso a los mercados, evitando políticas que distorsionan la competencia y procurando acordar reformas de las normas del comercio mundial, los gobiernos pueden impulsar el comercio y aprovechar las oportunidades que este ofrece a todo el mundo «.
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