El sector primario ha sido tradicionalmente el pilar de la economía de las comarcas leridanas y es también el que más las está ayudando a salir de la crisis. Hablamos con el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Lleida, Joan H. Simó, sobre cómo ha evolucionado la industria agroalimentaria en los últimos años, los retos en materia de internacionalización del tejido empresarial y la necesidad de mejores infraestructuras en el territorio, entre otras cuestiones.
Texto: Ariadna Cortés Fotos: Cedidas
El sector primario está siendo uno de los motores de la recuperación de la economía de las comarcas leridanas. ¿Retorno a los orígenes?
El sector primario ha sido siempre uno de los puntales de nuestra economía, aunque ha evolucionado mucho. La búsqueda de mayor valor añadido en la comercialización del producto fresco ha llevado a muchas cooperativas de primer grado a unirse en estructuras más dimensionadas, y a todas las empresas del sector a ver los mercados exteriores como su cliente natural. Que la recuperación económica en las comarcas de poniente pase por el sector primario no debe sorprender a nadie porque el esfuerzo que se ha hecho para investigar, innovar y abrirse al exterior es notable.
¿Qué caracteriza la industria agroalimentaria actual? ¿Cómo ha cambiado? ¿Qué peso tiene en la demarcación?
Cuando hablamos de la industria agroalimentaria en Lleida tendemos a pensar en la fruta, pero hoy en día el sector cárnico supone un 45% de la facturación y emplea a unos 11.000 trabajadores de forma directa, a los que hay que añadir aquellos que viven de él de manera indirecta. El sector de la alimentación y bebidas supone un 36% del total de Valor Añadido Bruto Industrial de Lleida, con una facturación que supera los 4.300 millones de euros. En cuanto a los cambios, el principal ha sido la profesionalización y tecnificación de la gente que trabaja en el sector. Además, se ha perdido el miedo a dirigirse a los mercados internacionales, ahora hay una verdadera cultura exportadora que ya no se limita a los países de la UE, sino que se plantean actuaciones en China, Brasil o los Emiratos Árabes .
¿Está bien comunicado, el territorio? Una vieja reclamación de la Cámara es una mejor conexión ferroviaria. ¿Qué beneficios aportaría?
Las potencialidades de Lleida como plataforma logística ferroviaria están sobre la mesa. Nuestra ubicación en el centro del flujo del transporte de mercancías entre Madrid y Barcelona nos convierte en un candidato ideal para asumir este papel. Desde la Cámara de Lleida consideramos que no podemos dejar pasar la oportunidad ya que esto puede convertirse en el motor para el desarrollo del tejido productivo, pero tampoco debemos olvidarnos del fomento del resto de comunicaciones viarias que nos tienen que acercar al puerto de Tarragona, el puerto natural de Lleida. Por este motivo nos hemos sumado a la petición para que en la planificación de la red transeuropea de transporte TEN-T Core Network se tenga en cuenta el subtramo Madrid-Zaragoza-Lleida-Barcelona, ya que esto nos permitiría disfrutar de financiación comunitaria para impulsar el transporte ferroviario de mercancías.
¿Cuáles son los puntos fuertes del tejido empresarial leridano? ¿Y los débiles?
Sin duda, el punto fuerte es el sector agroalimentario. Y, aunque parezca una paradoja, los puntos débiles también están relacionados con él, ya que hay que trabajar mucho más su transformación y también el proceso de internacionalización para poder sacar más valor de aquello en lo que somos excelentes: la producción de aceite, fruta, etc. Y no podemos olvidar la necesaria inversión en investigación para adaptar los cultivos a las nuevas demandas de los consumidores, así como también en investigación de mercados y de nuevos productos. Por último, quisiera destacar que hay otros sectores que también han sido importantes en la demarcación, como por ejemplo la producción de materiales de construcción.
«Que la recuperación económica en las comarcas de poniente pase por el sector primario no debe sorprender a nadie porque el esfuerzo que se ha hecho para investigar, innovar y abrirse al exterior es notable.»
¿A pesar de que se ha cambiado el chip, pues, la internacionalización es todavía una tarea pendiente en el conjunto de las empresas de Lleida?
Según los últimos datos facilitados por el Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, el número de empresas leridanas que comercializan de forma regular sus productos en los mercados internacionales se ha elevado casi un 16% en los últimos cinco años. A este dato, además, habría que incorporar las empresas que por no realizar un traslado de producto no quedan registradas en los trámites aduaneros, pero son precisamente las que más crecen. Sin embargo, la exportación se ve a menudo como una especie de solución milagrosa a todos los males, y las cosas no van exactamente así. Exportar significa disponer de recursos y de tiempo, porque la respuesta no es inmediata. La experiencia nos dice que la media para consolidar la presencia de una empresa en el mercado exterior ronda los dos años, y esto hace que algunas tiren la toalla antes de tiempo. Por ello, desde la Cámara de Lleida las ayudamos a superar los inconvenientes que puedan surgir. De hecho, este 2016 pondremos en marcha un plan de internacionalización muy ambicioso.
¿Cómo se ayuda a los emprendedores desde la Cámara?
La ayuda a los emprendedores es uno de los pilares de trabajo. En la Cámara de Lleida disponemos de un servicio de asesoramiento a través del que ayudamos a los futuros empresarios con el plan de empresa o con el análisis de aquellos conceptos que son claves para la viabilidad del negocio, entre otros. Además, también ofrecemos el servicio de constitución telemática de empresas, ya que somos Punto de Atención al Emprendedor (PAE), lo que les supone un ahorro de tiempo y de dinero. Tenemos claro que el emprendimiento va muy ligado al establecimiento de relaciones con empresas ya consolidadas, y por eso hemos puesto en marcha el Programa de Emprendimiento Corporativo, que quiere facilitar estos contactos.
Hoy en día la formación continuada de los trabajadores es imprescindible. Por ello la Cámara de Comercio de Lleida ofrece un amplio abanico de cursos de diferentes áreas temáticas, algunos de los cuales se pueden seguir en modalidad online: comercio y marketing, gestión empresarial, habilidades directivas y RRHH, internacionalización, mediación, TIC, etc. Destacan por su buena acogida el Programa de Marketing y Ventas y el de Dirección Financiera de ESADE, «que están muy bien considerados por el elevado grado de aplicabilidad que tienen y porque están bonificados», en palabras del presidente, Joan H. Simó. La formación in company y la formación para parados y ni-nis también son parte del catálogo de la Cámara.
La Cámara dispone de un Servicio de Diagnóstico que ya ha ayudado a casi 200 establecimientos comerciales a mejorar su rentabilidad. La necesidad de innovar, de modernizarse para atraer más clientes y competir con las grandes cadenas de distribución, la falta de formación en gestión, la promoción del turismo de compras o la necesaria mejora del entorno comercial urbano han sido las principales demandas detectadas. Los primeros años la iniciativa se hizo con el apoyo de la Generalitat, y desde el 2013 se desarrolla bajo un programa cofinanciado por la UE y puesto en marcha por la Secretaría de Estado de Comercio y la Cámara de Comercio de España.