Cualquier empresa estĆ” expuesta a sucesos que pueden desestabilizar sus procesos de actuaciĆ³n normales y poner en riesgo su imagen y reputaciĆ³n; lo que llamamos crisis. Si estas situaciones de crisis, ademĆ”s, atraen la atenciĆ³n de los medios, despiertan la fiera de las redes o simplemente activan la demanda de explicaciones por parte del pĆŗblico aƱaden estrĆ©s a la urgencia de tomar las decisiones adecuadas.
Jordi Tudela. Especialista en comunicaciĆ³n corporativa y coordinador de proyectos formativos.
Muchas de las situaciones de crisis con las que nos encontramos a lo largo de nuestra vida profesional nos cogen por sorpresa y, por este motivo, no llegamos a tiempo para gestionarlas. A menudo, sin embargo, las podemos prever si tenemos en cuenta los siguientes consejos:
1. Escuchar activamente a nuestro pĆŗblico para identificar los posibles riesgos desencadenantes, a corto y a largo plazo, y para evaluar la probabilidad de que puedan estallar. Por ejemplo, mediante grupos de trabajo que incluyan a los gestores especialistas internos y a otros profesionales externos como juristas o mediadores.
2. Observar para aprender, es decir, monitorizar constantemente los medios y las redes sociales para saber lo que dicen de nosotros y tambiĆ©n de los demĆ”s. Analizar situaciones de crisis ajenas nos puede ayudar a reflexionar sobre nuestras debilidades. ĀæNos podrĆa pasar lo mismo? ĀæQuĆ© harĆamos? ĀæTenemos las herramientas y recursos para afrontar una circunstancia semejante?
3. Construir relaciones positivas -de diĆ”logo y alianzas- con los medios de comunicaciĆ³n, los influenciadores, las ONGs, las asociaciones sectoriales, la administraciĆ³n y los agentes pĆŗblicos es clave. Y es que podemos fortalecer nuestra reputaciĆ³n mediante polĆticas de buena ciudadanĆa y RSC, de lobby, comunicaciĆ³n financiera, institucional, interna y de relaciones con la prensa.
4. Planificar cuidadosamente la respuesta ante la eclosiĆ³n de una crisis, teniendo en cuenta nuestra doble misiĆ³n: eliminar las causas y analizar los porquĆ©s, y minimizar sus efectos en la imagen y la reputaciĆ³n de la organizaciĆ³n. Es esencial elaborar un manual de crisis que asegure recursos y procedimientos claros y realistas, formar un gabinete de crisis, entrenarnos como portavoces, etc.
5. Promover desde la direcciĆ³n de una actitud de prevenciĆ³n, en otras palabras, una sensibilidad o cultura anticrisis.