Un equipo humano sin las actitudes adecuadas puede arruinar un buen negocio. En un establecimiento, si no te gusta el trabajo del comercio, difícilmente serás un buen vendedor.
JORDI MAS. CEO de Mas Gourmets y de CrearMas, y profesor en ESCODI-UB.
En muchas ocasiones escuchamos a muchos propietarios que se llenan la boca definiendo a su equipo como la parte esencial de su establecimiento, pero luego, en el punto de venta, te encuentras con una realidad que contradice sus palabras: no hay planes de motivación, no escuchan a su equipo, no los hacen partícipes, no fomentan el espíritu de equipo, etc.
Los establecimientos excelentes tienen personas excelentes, por lo que no cumplir los parámetros rigurosos de calidad de servicio va en contra de los principios de la atención al cliente. Reflexiona a partir de las siguientes preguntas y sé sincero contigo mismo: ¿qué políticas de motivación tiene tu tienda?
• ¿Son políticas de motivación individuales o de equipo?
• ¿Cuándo fue la última vez que reuniste a todo el equipo de ventas en una acción lúdica como recompensa a un trabajo bien hecho?
• ¿Cuántas veces felicitas a tu equipo?
• ¿Te interesas por su vida personal? ¿Se lo haces saber?
• ¿Qué elementos de control tiene tu establecimiento?
• ¿Cuántas veces te reúnes con tu equipo y les dices lo que esperas de ellos?
La exigencia es vital para la excelencia de servicio y el descuido es un gran mal que con el tiempo es prácticamente irrecuperable, y que difícilmente tendrá solución. Por eso, ten en cuenta estos tres aspectos, porque son muy importantes:
1. Contrata a personas por actitudes y no por aptitudes.
2. Forma a tu equipo y dale Talento.
3. Exige a tu equipo y exígete a ti mismo.
Referencias: Mas, J. i Lara, L. (2012) Por qué unas tiendas venden y otras no. Barcelona: Libros de Cabecera.