Hace casi un año, la Asamblea General de la ONU adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia distribuido en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para hablar sobre los principales retos que recoge este documento, contamos con la colaboración de siete colegios profesionales que nos dan su visión desde su ámbito competencial. En este artículo, tratamos el tercer objetivo: cómo garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
Texto: Josep Vilaplana i Birba. Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Girona.
En las dos próximas décadas nos enfrentamos a dos importantes retos a nivel de la salud y el bienestar globales. Por un lado, hay que ser conscientes de la lacra que todavía suponen las enfermedades infecciosas, especialmente dañinas en zonas de gran pobreza de África Subsahariana o Asia, donde el VIH, la tuberculosis o la malaria continúan haciendo estragos, junto con los graves problemas de desnutrición.
Aunque el número de casos de malaria en todo el mundo ha disminuido un 18% en los últimos 15 años y la mortalidad de la tuberculosis se ha reducido cerca de la mitad desde 1990, aún queda mucho trabajo por hacer. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la malaria continúa acabando con la vida de un niño cada dos minutos y la tuberculosis acaba con la vida de 4.400 personas al día.
Junto con la malaria y la tuberculosis, debemos tener en cuenta que hay otras enfermedades infecciosas que no causan la muerte, pero que afectan al desarrollo normal del individuo, como por ejemplo, el pian. El documental Donde acaban los caminos muestra el gran trabajo de investigación sobre esta enfermedad llevada a cabo por el médico Oriol Mitjà desde 2010 en la isla de Lihir, en medio del Océano Pacífico, en Papúa Nueva Guinea. El pian es una enfermedad provocada por una bacteria que se desarrolla en zonas de extrema pobreza y que provoca llagas sobre todo en las piernas y en la cara. Afecta a unas 500.000 personas, sobre todo niños, de 13 países del mundo. Mención especial merece la labor desarrollada por el Dr. Mitjà, pues ha supuesto que la OMS haya lanzado una campaña para erradicar el pian de cara al 2020.
Aunque el número de casos de malaria en todo el mundo ha disminuido un 18% en los últimos 15 años y la mortalidad de la tuberculosis se ha reducido cerca de la mitad desde 1990, aún queda mucho trabajo por hacer
Enfermedades sin fronteras
El otro importante reto global en materia de salud es la globalización y el hecho de que muchas enfermedades no tengan fronteras como hemos visto con la aparición de nuevas infecciones fruto de los movimientos de población. En 2003 era la gripe aviar originada en Asia, la cual conllevó también importantes consecuencias económicas y comerciales; también llegó el virus respiratorio Síndrome Respiratorio Agudo Severo originado en China, o hoy tenemos entre nosotros casos del virus del Zika que ya afecta a 79 personas en Cataluña, según la Agencia de Salud Pública.
Pienso, sinceramente, que la concienciación y el incremento en la inversión destinada a la salud y al bienestar globales de los ciudadanos del planeta son dos asignaturas pendientes que hay que abordar con urgencia para avanzar en la erradicación de los dos grandes retos de salud planteados. Hay que hacerlo sin olvidar ni menospreciar el contexto de creciente contaminación atmosférica y calentamiento del planeta, factores que inciden de forma clara en el empeoramiento de la salud de los ciudadanos de todo el mundo.
*Fuente: Informe Mundial sobre el Paludismo 2015 e Informe mundial sobre la tuberculosis 2015 de la OMS.