Desde que en 1972 durante la Primera Conferencia de la Naciones Unidas sobre el Medio Humano se señalara la necesidad de combinar el desarrollo económico y la sostenibilidad ambiental, esta premisa se ha convertido en un reto que aún está lejos de transformarse en una realidad. En La Era del Desarrollo Sostenible (Deusto, 2015), Jeffrey Sachs analiza el lado oscuro de la nueva era de la información o, en otras palabras, los efectos negativos que pueda causar (y causa) en el medio ambiente a nivel global.
Texto: Alfonso Cebrián. Doctor en Ciencias Económicas.
Los cambios se producen a toda velocidad, a la misma vez que aparecen nuevas oportunidades, retos y riesgos. Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) será necesario encontrar la forma de atajar estos retos y desarrollar nuevas formas de gobernanza global. Los objetivos principales que expone el autor de La Era del Desarrollo Sostenible, Jeffrey Sachs, apuntan a la erradicación de la pobreza extrema y a la protección del planeta de los efectos que producen nuestras propias acciones. Para ello, en esta nueva era, necesitamos nuevos líderes comprometidos y creativos.
Desarrollo sostenible: ¿qué es y cómo se consigue?
Tal y como lo define el autor, el desarrollo sostenible es una forma de entender el mundo como una interacción compleja entre sistemas económicos, sociales, ambientales y políticos: la economía global que llega a todos los rincones del mundo; las interacciones sociales que, según el autor, están relacionadas con la confianza, la ética, la desigualdad y las redes comunitarias –en las que incluimos las nuevas comunidades sociales online impulsadas por las TIC–; los sistemas complejos de la Tierra, como el clima o los ecosistemas, y también la gobernanza, en la que incluimos el comportamiento de los gobiernos y de las empresas. Sin embargo, en este mundo interconectado existen una serie de problemas en relación con la distribución del bienestar como son la pobreza extrema, la desigualdad, la movilidad social, la discriminación y la cohesión social.
“Una buena sociedad no es únicamente una sociedad económicamente próspera, sino que ha de ser también socialmente inclusiva, ambientalmente sostenible y bien gobernada”. Esta es la definición de trabajo de los objetivos normativos del desarrollo sostenible empleada por el autor en la obra, y es, también, el enfoque de los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por los estados miembros de la ONU. Para alcanzar este desarrollo sostenible debe producirse la convergencia de tres objetivos: crecimiento económico, inclusión social y sostenibilidad ambiental. Además se necesitará la implicación total de todos los sectores de la sociedad y una fuerte inversión.
Para alcanzar el desarrollo sostenible debe producirse la convergencia de tres objetivos: crecimiento económico, inclusión social y sostenibilidad ambiental. Además se necesitará la implicación total de todos los sectores de la sociedad y una fuerte inversión
Prioridades que se mantienen
Tras la Cumbre de Río+20 se creó una nueva red global para la resolución de problemas relacionados con el desarrollo sostenible que se denominó Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible (SDSN). La creación de esta red se vio impulsada por la necesidad de establecer unos nuevos objetivos, y una nueva motivación y voluntad política en una era donde la focalización debe ponerse en la resolución de problemas en las distintas dimensiones del desarrollo sostenible.
La lista de Objetivos de Desarrollo Sostenible recomendados por la SDSN se abre con la erradicación de la pobreza extrema y del hambre. Puesto que la humanidad está empezando a presionar sobre los límites del planeta a consecuencia de la propia acción humana será imprescindible lograr el desarrollo siempre dentro de estos límites planetarios. El objetivo educativo consistirá en garantizar un aprendizaje efectivo con el desarrollo de una enseñanza primaria universal. Una de las dimensiones básicas sobre las que se apoya el desarrollo sostenible es la equidad, por lo que alcanzar la igualdad de género, la inclusión social y los derechos humanos para todos será una condición necesaria. No menos importante será lograr la salud y el bienestar en todas las edades. La implantación de una agricultura sostenible y la sostenibilidad del suministro alimentario tendrán una importancia central.
Todas las ciudades tenderán a ser socialmente inclusivas, económicamente productivas y ambientalmente sostenibles, además de seguras y resistentes al cambio climático. A nivel medioambiental será necesario frenar el cambio climático y garantizar la biodiversidad del ecosistema. Finalmente, será imprescindible contar con líderes comprometidos con la transparencia, la responsabilidad, el acceso a la información, la participación y el fin de los paraísos fiscales y la corrupción. Debemos pensar en una transformación de la gobernanza del desarrollo sostenible. Se trata de encontrar principios de gobierno tales como la responsabilidad, la transparencia, la participación y, sobre todo, el compromiso con el desarrollo sostenible. La esperanza y la confianza son la gran baza que tenemos para alcanzar el desarrollo sostenible: el reto más grande y complejo al que se ha enfrentado el hombre a lo largo de su existencia.
Una de las dimensiones básicas sobre las que se apoya el desarrollo sostenible es la equidad, por lo que alcanzar la igualdad de género, la inclusión social y los derechos humanos para todos será una condición necesaria
Enmarcado como uno de los grandes economistas de la globalización y definido por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo, Jeffrey Sachs (Detroit, EE. UU. 1954) es el director del Proyecto del Milenio y ha sido asesor especial del secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, acuerdos internacionales para reducir la pobreza extrema, el hambre y las enfermedades en el mundo.
Se considera firme defensor de cancelar la deuda a los países pobres y es especialista en situaciones de crisis económicas graves. Ha trabajado como asesor de varios gobiernos de Latinoamérica, Europa del Este, Asia y África, y colabora con agencias internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario). The New York Times lo nombró “probablemente el economista más importante del mundo” y en 1997 Le Nouvel Observateur, “uno de los 50 líderes más importantes de la globalización”. Sachs colabora habitualmente con The New York Times, el Financial Times de Londres y The Economist.