Jyrki Katainen (Siilinjärvi, 1971) es el vicepresidente de la Comisión Europea para el Fomento del Empleo, Crecimiento, Inversión y Competitividad. Vinculado desde muy joven a la política, fue primer ministro de Finlandia. Ahora es el encargado de uno de los proyectos estrella del Ejecutivo comunitario: el Plan de Inversión para Europa (Plan Juncker). Durante todo un año viajó por todos los puntos cardinales de la UE para explicar cómo recuperar la inversión perdida durante la crisis económica.
Texto: Esther Herrera. Bruselas
Fotos: Comisión Europea
¿El Plan Juncker está atrayendo la inversión que esperaba?
Tanto el Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (EFSI, en sus siglas en inglés) como los fondos estructurales están cumpliendo su rol. En términos generales, con el Plan se han invertido 30.000 millones de euros en proyectos, y esperamos movilizar alrededor de 164.000 millones de euros en inversión real. Esto significa que, de momento, ya hemos cumplido el 52% de nuestro objetivo de movilizar 315.000 millones de euros de inversión. Podemos decir que estamos logrando nuestros objetivos, pero aún queda trabajo por hacer.
El Tribunal de Cuentas de la UE redactó un informe donde ponía en duda el «valor añadido» del Plan. ¿Han seguido sus recomendaciones?
Ha habido cuatro informes diferentes: uno de ellos, el del Tribunal de Cuentas; y otros tres que sí constatan su valor añadido. Por tanto, la opinión del Tribunal de Cuentas difiere de los otros tres. En cualquier caso, nos tomamos en serio sus críticas, y no sólo estas, sino todas. Y esta es una de las razones por las que queremos cambiar los criterios de elegibilidad del EFSI. Queremos asegurarnos de que no financiaremos carreteras, por ejemplo, en Alemania, porque difícilmente sería rentable. El valor añadido es el valor fundamental del EFSI.
«La economía colaborativa trata de aumentar la productividad, crear valor añadido y puestos de trabajo.»
La economía de la UE está creciendo de forma más lenta que la de Estados Unidos. ¿Está encaminada ya la recuperación?
El crecimiento económico del año pasado fue del 1,7% en la UE. Nuestra inflación de enero de 2017 fue del 1,8% en línea con lo que aspira el BCE. La tasa de paro ha llegado a los niveles más bajos desde 2009. Y una de las razones de esto es la aplicación de reformas estructurales en los estados miembros. Las reformas, aunque a menudo han sido políticamente dolorosas, están dando sus frutos. Con todo, el hecho de que la recuperación llegara antes en Estados Unidos se debe a que nosotros somos 28 países diferentes con sus propias políticas económicas; y Estados Unidos es solo uno.
Muchos estados miembros no apoyan la economía colaborativa. ¿Cómo se pueden integrar estas plataformas en nuestras economías?
La Comisión publicó una guía para asesorar a los estados miembros. Desde entonces, he observado una actitud más neutra de los estados; porque al principio su reacción fue de malestar. Sin embargo, entiendo que la legislación de los estados pueda prohibir este tipo de plataformas, lo entiendo, aunque no creo que sea correcto. La cuestión es cuándo cambiarán los estados miembros el marco regulatorio, porque el mundo está cambiando. Hace cien años las personas se desplazaban sobre todo con caballos y había muy pocos coches. Puedo imaginarme que entonces también había una regulación, pero el sector del transporte tuvo que aceptar a los automóviles. Por eso recomiendo a los estados miembros que analicen su marco regulatorio desde esta perspectiva y dejen entrar nuevos modelos de negocio. Se trata de aumentar la productividad, crear un valor añadido y puestos de trabajo.
«Entiendo la situación de algunas ciudades con mucho turismo, como Barcelona, donde las plataformas que ofrecen alojamiento pueden distorsionar el sector, y entiendo que esto se debe regular. Pero lo que la Comisión Europea quiere es evitar que se tengan que prohibir estos nuevos modelos de negocio.»
¿Necesitan más tiempo?
Sí, más tiempo, pero también experiencias positivas. Entiendo la situación de algunas ciudades con mucho turismo, como Barcelona, donde las plataformas que ofrecen alojamiento pueden distorsionar el sector, y entiendo que esto se debe regular. Pero lo que la Comisión Europea quiere es evitar que se tengan que prohibir estos nuevos modelos de negocio. Por ejemplo, en algunos países se aplican límites de un máximo de 90 días para poder alquilar tu casa, esto es una buena iniciativa. Pero es verdad que es muy difícil regular a nivel europeo porque cada situación es diferente: la realidad es diferente en un pequeño pueblo de Finlandia que en Barcelona, así que la misma regulación no funciona en todos los casos.
Cada vez está teniendo más importancia la economía circular. ¿Tienen contactos con China, uno de los países que más apuesta por ella?
El comisario Karmenu Vella [Medio Ambiente] viajó a China hace unos meses y unos de los principales temas que discutió fue sobre la economía circular, y yo co-lidero un diálogo de alto nivel con el vice-primer ministro chino. Estamos muy satisfechos de que China esté tan interesada en este sector, porque en la Comisión Europea pensamos que será la próxima gran tendencia en la economía de mercado a nivel global.
«Estamos muy satisfechos de que China esté tan interesada en este sector [la economía circular], porque en la Comisión Europea pensamos que será la próxima gran tendencia en la economía de mercado a nivel global.»
La nueva administración Trump ha anunciado una nueva etapa a favor del proteccionismo. ¿Les preocupa cuál puede ser su impacto en la UE?
Ahora es difícil prever cómo cambiarán las políticas de los Estados Unidos. Por lo tanto, es aún más difícil saber el impacto de estas a medio-largo plazo. Pero sí podemos decir que el proteccionismo nunca favorece el crecimiento de la economía, ni la creación de puestos de trabajo a medio plazo; puede tener un impacto positivo al principio, pero a la larga es devastador para el empleo. Por esta razón, la Comisión Europea ha dicho claramente que la UE se posiciona a favor del libre comercio y por eso estamos negociando actualmente acuerdos con 20 países. Es curioso porque antes de que se empezara a hablar de proteccionismo en Estados Unidos, muchos líderes europeos se mostraban reticentes a los acuerdos de libre comercio. Pero ahora que el presidente Trump se ha posicionado en contra, muchos líderes de Europa y del mundo han salido a defenderlos.
¿Es, quizás, el momento de acercarse a otros países?
Los Estados Unidos son muy importantes para la UE y la UE es importante para los Estados Unidos. La relación transatlántica es fundamental en nuestra política exterior y también en la economía, no hay duda de ello. Pero al mismo tiempo, apostamos también por crear lazos con otros países, porque como dijo la Alta Representante [Federica] Mogherini: «Tenemos más experiencia en hacer caer los muros que en construirlos.» Y esa es nuestra política. Nuestra intención es crear alianzas en todas partes, allí donde los países quieran apoyar el multilateralismo. Las normas que llevaron a la globalización son las mismas que los Estados Unidos han promovido durante años, y ahora son más necesarias que nunca. Está en nuestro interés, pero también en el de los demás; porque no queremos apoyar el unilateralismo en ningún sitio.
«Es curioso porque antes de que se empezara a hablar de proteccionismo en Estados Unidos, muchos líderes europeos se mostraban reticentes a los acuerdos de libre comercio. Pero ahora que el presidente Trump se ha posicionado en contra, muchos líderes de Europa y del mundo han salido a defenderlos.»
En una Europa de policrisis, ¿todavía estamos a tiempo de superarlas?
Tenemos muchos retos que provienen tanto de fuera como de dentro. De fuera: la incertidumbre proveniente de los Estados Unidos, sin saber qué impacto tendrá en la economía o en la política exterior; el terrorismo; la inestabilidad de países vecinos; o Rusia, que es imprevisible. Todo esto tiene un impacto negativo en Europa y tenemos que afrontarlo, pero no todo está en nuestras manos. Y, por otro lado, también tenemos problemas internos: el aumento del populismo en algunos países o el Brexit. Estoy seguro de que podemos hacer frente a todos ellos, pero no es correcto pensar que todas estas contrariedades no existirían sin la UE. Necesitamos gobiernos que expliquen su visión de Europa, no digo que se glorifique, sino desde un punto de vista pragmático. Sería razonable que los líderes y ciudadanos la apoyaran, porque ellos también son responsables de Europa.
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