Hoy entra en vigor y de manera provisional el Acuerdo Integral de Economía y Comercio entre la Unión Europea y Canadá, más conocido como CETA. Según el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, «no se trata sólo de un instrumento para impulsar el crecimiento que beneficie a empresas y a ciudadanos europeos, sino también una herramienta para proyectar nuestros valores, supervisar la globalización y regular el comercio mundial».
Los países miembros de la UE, el Consejo y el Parlamento Europeo han aprobado hoy el Acuerdo Integral de Economía y Comercio (CETA). Aún así, el CETA sólo será de plena aplicación una vez todos los estados miembros de la UE hayan ratificado el acuerdo de conformidad con sus respectivos ordenamientos constitucionales. Enseguida que el CETA entre plenamente en vigor, un nuevo sistema de tribunales de inversiones sustituirá el actual mecanismo de resolución de litigios entre estados e inversores que existe en muchos de los acuerdos comerciales bilaterales que los gobiernos de los estados miembros de la UE han negociado en el pasado. Según han informado desde la Comisión Europea, «el nuevo mecanismo será transparente y no se basará en ningún tribunal ad hoc«.
PRIMERAS DECLARACIONES
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha sido uno de los primeros en acoger con satisfacción este hito de la política comercial europea, dejando claro que «el acuerdo refleja la forma en que queremos que sea nuestra política comercial» y remarcando que el CETA no es sólo «un instrumento para impulsar el crecimiento, sino también una herramienta para proyectar nuestros valores, supervisar la globalización y regular el comercio mundial».
Cecilia Malmström, comisaria europea de Comercio, también ha querido añadir que la entrada en vigor provisional del CETA «es una señal positiva para la economía global porque tiene el potencial de impulsar el crecimiento económico y crear puestos de trabajo». Por otra parte, ha destacado que el acuerdo «subraya nuestro firme compromiso con el desarrollo sostenible y protege la capacidad de nuestros gobiernos de legislar en nombre del interés público». Por último, desde la Comisión Europea han querido remarcar que se han reforzado considerablemente las relaciones de la UE con Canadá, «un socio y aliado estratégico con quien mantenemos unos profundos lazos históricos y culturales».
CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DEL CETA?
- El CETA ofrece nuevas oportunidades para todo tipo de empresas europeas (grandes y especialmente pequeñas) puedan exportar a Canadá. Según la CE, este acuerdo les ahorrará 590 millones de euros al año, es decir, el importe que pagan por los aranceles de las mercancías que ya exportan a Canadá. A partir del 21 de septiembre el acuerdo elimina los aranceles que se aplican al 98% de los productos que intercambian la UE y Canadá.
- También ofrece a las empresas europeas la oportunidad de presentarse a las convocatorias de contratación pública de este país, no sólo a nivel federal, sino también a nivel provincial y municipal.
- La UE ya ha abierto de manera limitada y equilibrada su mercado algunos productos canadienses y en contrapartida Canadá ha permitido el acceso de importantes productos europeos a su mercado como queso, vino y bebidas destiladas, fruta y hortalizas o productos transformados. El CETA también protegerá en ese país 143 indicaciones geográficas europeas, además de bebidas y productos alimenticios regionales de alta calidad.
- Los 500 millones de consumidores de la UE también se beneficiarán del CETA. El acuerdo ofrece una mayor posibilidad de elección de productos siempre que se respeten las normas europeas porque sólo los productos y servicios que respeten plenamente todas las disposiciones de la UE podrán entrar en el mercado de la UE. El CETA no cambiará la forma en que regula la UE la seguridad alimentaria, los productos modificados genéticamente o la prohibición de vender carne de vacuno tratada con hormonas.
- Además, el acuerdo ofrece más seguridad jurídica en el ámbito de los servicios, más posibilidades de movilidad para los empleados de las empresas y un marco para permitir el reconocimiento mutuo de las cualificaciones profesionales, desde los arquitectos a los conductores de grúas.
- Por otra parte, los estados miembros de la UE pueden continuar organizando los servicios públicos como quieran. Un instrumento interpretativo conjunto con fuerza legal aclarará esta y otras cuestiones. Este órgano especifica de manera clara e inequívoca lo que Canadá y la UE han decidido con respecto a toda una serie de artículos del CETA.