Son cuatro los modelos del Estado de bienestar. Primero, el modelo liberal, en Estados Unidos. El segundo, el modelo familiarista, en España. El tercero, el modelo corporativo, en Alemania. El cuarto, el modelo socialdemócrata, en Suecia. De los cuatro, es el Estado de bienestar en los países mediterráneos el que no funciona bien.
Xavier Torrens. Profesor de Ciencia Política en la UB, politólogo y sociólogo.
Hablar de bienestar social significa que es necesario que en un país previamente exista un sistema político democrático donde se encuentran garantizados los derechos sociales.
DEMOCRACIA AVANZADA
Para la existencia de un Estado de bienestar es una condición necesaria, pero no suficiente, disponer de instituciones democráticas. Por tanto, no encontramos derechos sociales en los sistemas totalitarios, como Corea del Norte ni, en su día, en la Alemania de Hitler ni la Rusia de Stalin. Tampoco existe el Estado de bienestar en sistemas autoritarios como en Arabia Saudita, Irán o, antaño, en la España de Franco o la Cuba de Castro.
Así pues, no todos los países democráticos disponen de Estado de bienestar (de ahora en adelante, EB) pero sí que todos los EB son democráticos.
El Estado de bienestar es un gran avance en la historia de la humanidad, pues son instituciones políticas dentro de las democracias contemporáneas que tienen las herramientas de la gestión pública para garantizar una mejor igual libertad de las personas
LOS CUATRO MODELOS DE EB
Ahora bien, no existe un modelo único de EB. En la clasificación de los EB, primero observamos el EB liberal, localizado en los Estados Unidos de América, Australia y Nueva Zelanda. Se llama liberal porque quien lo creó fue el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, liberal progresista. Es un EB donde tiene relevancia el sector privado.
En segundo lugar, encontramos el EB familiarista, ubicado en la Europa Mediterránea, siendo el último tipo de EB que se creó, y donde el sector clave es la familia, en todas sus formas familiares. A modo de ejemplo, durante la crisis económica sufrida en España entre 2007-2017, cuando un joven se quedaba sin piso volvía a vivir en casa de los padres o bien los abuelos mantenían a sus descendientes con su pensión. La familia es el gran cojín social de este EB.
En tercera posición, el EB corporativo, situado en Alemania, Francia, Holanda y países similares, donde es clave el Estado. Se fundamenta en acuerdos entre los tres actores políticos tradicionales: Gobierno, patronales de empresarios y sindicatos de trabajadores.
En cuarto posicionamiento, el EB socialdemócrata, que encontramos en Suecia, Finlandia o Dinamarca. Tiene potenciados todos los sectores: público, privado, tercer sector y familias. Se denomina socialdemócrata porque fueron partidos socialistas los primeros que iniciaron su creación. Es el más avanzado de todos los EB.
CORRELACIÓN DEL EB
Para entender los diferentes tipos de EB, hay que entender una conexión entre los impuestos que recauda el Estado y las prestaciones públicas que se ofrecen. La correlación es la siguiente: con menos impuestos, hay menos prestaciones públicas; con más impuestos, se tienen más prestaciones desde la gestión pública.
Por tanto, en España hay más impuestos y más prestaciones públicas que en Estados Unidos; en Alemania, más impuestos y más prestaciones públicas que en España; y en Suecia, más impuestos y más prestaciones públicas que en Alemania. Esta es la lógica principal para entender la clasificación del EB.
SE QUIEBRA LA LÓGICA
Todo funciona bien en casi todos los modelos de EB, menos en el EB familiarista de Grecia, España o Portugal. El EB de la Europa del sur no funciona porque se rompe la lógica que mueve el EB. La corrupción política y la economía sumergida hacen tambalear la correlación entre más o menos impuestos y más o menos prestaciones públicas. Se fractura el EB porque la corrupción provoca que paguen los correspondientes impuestos directos sólo aquellas personas que ni malversan dinero ni están bajo la economía sumergida. La fuerte corrupción es la causa principal de la pobreza y es lo que lleva al modelo de EB familiarista a hundirse en el Mediterráneo.