Las competencias son comportamientos que conducen a resultados positivos en el lugar de trabajo. Muchos modelos suelen incluir competencias emocionales, como la autoconciencia o la iniciativa, y competencias sociales, como la empatía o el trabajo en equipo. Estas competencias auguran un desempeño sobresaliente y pueden ser desarrolladas.
Basak Canboy. Profesora residente de Gestión de Recursos Humanos de Toulouse Business School.
EL ÉXITO EN EL TRABAJO no solo depende de los conocimientos técnicos y habilidades de un profesional sino también de la calidad de sus interacciones con otros. Estas interacciones serán positivas cuando una persona es capaz de reconocer y manejar sus propias emociones y las de los demás a través del uso apropiado de las competencias emocionales. Pero también, si es capaz de utilizar sus competencias sociales cuando trabajan juntas. Huelga decir que en el entorno empresarial actual apenas hay posiciones que no dependan de la interacción social. Y teniendo en cuenta la tendencia al alza por los equipos de proyecto más flexibles y por los niveles más altos de rotación dentro de los departamentos, la capacidad de los líderes de equipo, así como de sus miembros, para adaptarse a diferentes colegas sin perder la eficiencia es capital.
Aunque algunas personas pueden tener una habilidad natural para interactuar positivamente con los demás, todo el mundo puede mejorar sus competencias emocionales y sociales. La clave para desarrollarlas es la autoconciencia: comprender las propias fortalezas y debilidades. Esto requiere contar con feedback de colegas de confianza, gerentes e incluso clientes externos. Por lo general, el apoyo de un entrenador profesional puede ayudar a dar sentido a la retroalimentación y a preparar un plan de desarrollo con objetivos específicos y competencias en las que centrarse, así como crear las situaciones adecuadas para su práctica.
El uso apropiado de las competencias emocionales y sociales no significa necesariamente que las personas estén siendo manipuladas. Por ejemplo, la empatía -comprender a los demás- puede ayudar a un jefe de equipo a estructurar responsabilidades basándose en las preferencias individuales de los miembros del grupo, lo que puede conducir a una mayor confianza y eficiencia