Tras visitar cuatro organizaciones muy diferentes en Londres (Inglaterra), Chicago (EE. UU.), Dubái (EAU) y Pequín (China), he extraído tres lecciones sobre lo que una organización necesita para reunir todas las buenas cualidades de un emprendedor.
Shameen Prashantham. Profesor asociado de Internacionalización y Estrategia de CEIBS.
Reconozca que lo que está haciendo es un esfuerzo colectivo. En los cuatro casos que he tenido la ocasión de observar, se me ha hecho muy evidente que desde la cúpula de liderazgo se envían mensajes claros a todos los miembros de la organización en los que se les anima a potenciar la creatividad y el dinamismo. Pero eso no es todo. Estas organizaciones cuentan, también, con gerentes intermedios convencidos de la importancia de ser ambiciosos, y todos ellos, implícita o explícitamente, enfatizan la necesidad de atraer y retener el talento. Así, si bien los líderes importan, cada miembro de la organización desempeña, a su vez, un papel crucial.
Inspírese en su entorno local. Si bien las cuatro organizaciones observadas presentan grandes similitudes, las especificidades en términos de emprendimiento parecen reflejar algunas características intrínsecamente locales. Por ejemplo, Unilever Foundry (una unidad dentro de la multinacional de los bienes de consumo que se dedica a las start-ups) me parece muy global en cuanto a valores y ambiciones –no muy distinta de Londres, la ciudad donde tiene su sede–. La iglesia no-denominacional Willow Creek tiene directores creativos entre su personal cuya pasión por innovar constantemente es un reflejo del nerviosismo creativo por el cual la ciudad de Chicago es conocida. La resiliencia de Aramex, la «FedEx del Medio Oriente», es congruente con la de Dubái. Y, finalmente, la escala de ambición del gigante del comercio electrónico JD.com se hace eco de la de Pequín.
Aprenda a sentirse cómodo con ideas contradictorias. Las cuatro organizaciones encaraban distintas áreas de tensión. Durante mi visita, Unilever estaba explotando sus propios activos (marcas) y explorando, a la vez, nuevas ideas a través de outsiders (start-ups). Aramex tenía que permanecer localmente relevante para su base central de Oriente Medio, pero también ser internacional en su mentalidad y alcance. Willow Creek se movía con fuerza entre lo tradicional y lo moderno. Y JD.com parecía centrada en abordar no sólo los desafíos competitivos a corto plazo, sino también los imperativos estratégicos a largo plazo.