En España el relevo generacional en las empresas familiares es un factor de riesgo para su supervivencia: sólo un 35% sobrevive al paso de la primera generación a la segunda; y tan sólo un 10% llega a la tercera. Por ello, hay que considerar la aplicación de protocolos familiares a la hora de planificar su sucesión.
Maria Eugènia Gay. Decana del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona.
El protocolo familiar:
- Permite garantizar la marca familiar, ya que es un instrumento que sirve para diseñar un proyecto que motive el mantenimiento de la empresa familiar, generando un espíritu de marca y de compromiso en la defensa de la empresa familiar y sus objetivos.
- Es un modelo de gestión que evita conflictos internos. Los protocolos familiares son útiles para implantar mecanismos que eviten discrepancias internas en el seno de la empresa. Esto es más necesario cuando se aborda la sucesión empresarial. El modelo de gestión del protocolo familiar basado en la colaboración de los miembros de la familia implicados, el debate interno y el acuerdo como modelo de conducta, define un modelo que evita conflictos en la sucesión en la empresa familiar.
- Es un sistema de consolidación de la actividad empresarial familiar. Si la sucesión familiar no se planifica entra en riesgo la existencia de la empresa. El protocolo familiar es indispensable para esta planificación: define el papel de los miembros de la familia implicados, permitiendo una organización más competitiva y profesionalizada.
- Hace uso de los diferentes instrumentos jurídicos sucesorios a su servicio. Los instrumentos jurídicos que inciden en la sucesión empresarial deben adaptarse. El protocolo familiar se convierte en el marco que determina los cambios que se deben llevar a cabo en testamentos, régimen económico-matrimonial de los miembros de la familia, estatutos de la sociedad, etc.
Las empresas familiares no son suficientemente conscientes de la utilidad de los protocolos familiares como instrumentos para garantizar la consolidación de su proyecto empresarial. Los protocolos de empresa familiar son un mecanismo útil para garantizar su sucesión, preservar una línea de actividad que identifique la marca familiar, evitar conflictos internos y ofrecer garantías de futuro a la empresa