Maros Sefcovic (Bratislava, 1966) es el vicepresidente de la Comisión Europea y el encargado de la Unión de la Energía. Eslovaco, del partido socialista, antes de ser comisario fue diplomático y representó a su país en Israel, Zimbawe, Canadá y en Bruselas. En 2009, entró en el Ejecutivo comunitario, primero como comisario de Educación y Cultura, y, después, de Relaciones Interinstitucionales. Recientemente, ha mostrado su intención de convertirse en el próximo presidente de la institución.
Texto: Esther Herrera.
Fotos: Comisión Europea
En poco más de un año finaliza la legislatura. ¿La Unión de la Energía va por el buen camino?
Creo que está en un muy buen camino. Estoy convencido. Intentamos asegurar la diversificación de nuestro abastecimiento energético y crear suficiente energía en Europa. Nos hemos enfocado en cómo garantizar una energía más limpia, cumpliendo así el Acuerdo Climático de Paris. Y ahora, en cómo se puede utilizar esta energía en un transporte más limpio y asegurar la eficiencia energética. Así, podemos concluir que realmente vamos por el buen camino. Comenzaremos la próxima década con nuevas normas, con un nuevo software y hardware: es decir, con interconectores, que sé que son muy importantes para España; pero, también, con mejores normativas que harán que Europa tenga el sector energético más moderno y transformador del planeta.
Ha comentado el tema de los interconectores en España. ¿Cree que se llegará al 10% de interconexión eléctrica en 2020, a pesar de las reticencias de Francia?
Realmente es una prioridad, y es una de las cuestiones que más apoyo tiene del Presidente de la Comisión Europea. Prometimos que haremos lo imposible para que España pueda desarrollar su gran potencial, gracias a su energía solar y eólica, y para que esté bien conectada con el resto de redes europeas. En cuanto a proyectos concretos: se está progresando en los interconectores eléctricos. Además, el nuevo instrumento financiero que hemos presentado, el Connecting Europe Facility, con un presupuesto de 500 millones de euros, creo que puede ayudar en varios proyectos en España. También Francia creo que ha dado señales esperanzadoras, así que soy optimista en que España llegará al 10% en 2020.
(Unión de la Energía) “Haremos todo lo posible para que España pueda desarrollar su gran potencial, gracias a su energía solar y eólica, y para que esté bien conectada con el resto de redes europeas.”
La UE ha marcado un nuevo objetivo del 32% de energías renovables para 2030. ¿Ha sido suficientemente ambiciosa en la lucha contra el cambio climático?
Cuando comenzamos las negociaciones con los jefes de estado y de gobierno para preparar la posición europea de cara al Acuerdo de París, acordamos que el objetivo de renovables fuera del 27%. Entonces era el más ambicioso que podíamos poner sobre la mesa, pero ahora somos una de las grandes economías que realmente está transformando su compromiso climático en legislación europea, así que creo que nos hemos convertido en un referente mundial. El desarrollo tecnológico y el interés de los mercados en las energías renovables crearán las condiciones para que cada vez se invierta más en ellas. No sólo porque es una cuestión positiva para nuestro planeta, sino que también es económicamente viable, porque somos claramente líderes en innovación de tecnología limpia y considero que debemos aprovecharlo mucho más. Si todos hacemos más, podríamos llegar a ser una sociedad libre de carbono a partir del año 2050.
¿Pero lo puede conseguir la Unión Europea en solitario, con los Estados Unidos fuera del Acuerdo de París?
Tras el desafortunado anuncio de Estados Unidos, recibimos el apoyo de diferentes países, como China. Nos aseguraremos de que el Acuerdo de París se mantenga; haremos todo lo posible por aplicarlo. El problema es que los estadounidenses no están en la mesa de negociación, y si una gran potencia no participa en las discusiones sobre el clima, deja un gran vacío. Por eso quiero decirles, a los americanos, que utilicen su potencial diplomático para que vuelvan a ser activos en el cambio climático. Con todo, estamos aumentando el gasto para que todos nuestros compromisos se cumplan y asegurar que el Acuerdo de París sea el hito clave en la lucha contra el cambio climático. Tengo la esperanza de que los estadounidenses cambien de parecer. No sólo estamos hablando sobre medio ambiente; lo hacemos por nuestra salud. Se trata de proteger a nuestros niños de enfermedades respiratorias. Y es interesante en el ámbito económico.
(Energías renovables) “Si todos hacemos más, podríamos llegar a ser una sociedad libre de carbono a partir del año 2050.”
¿Cómo espera que el nuevo instrumento ‘Conectar Europa’ pueda ayudar en la lucha contra el cambio climático o en proyectos como los interconectores?
Estoy muy esperanzado con ‘Conectar Europa’. Queremos que facilite la inversión en proyectos de transporte, energía y el sector digital. Sin embargo, admitimos que podría no ser suficiente para alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto, así que nuestra idea es que también se pueda combinar con un nuevo instrumento, llamado Invest. El objetivo es incentivar masivamente la inversión privada para que se movilicen hasta 650.000 millones de euros. Creo que, por ejemplo, es un instrumento que puede ser muy interesante para España, que ha trabajado muy bien con el BEI. Me impresionó mucho cuando visité España y vi cómo ha sido capaz de poner en marcha proyectos gracias a la ayuda del BEI por valor de 10.000 millones de euros. España realmente ha sabido cómo hacer uso de ello, y creo que los nuevos instrumentos pueden ayudar para que esté bien conectada con el resto de Europa.
También ha presentado una nueva propuesta sobre baterías de automóvil limpias. ¿Pero no teme que el sector en la UE se esté quedando atrás?Sí, y me preocupa. Intentamos explicar a nuestra industria automovilística que no puede perder esta oportunidad; no podemos tener más casos ‘Nokia’ en los que tienes una compañía líder global y de un día para otro se desvanece el interés por tus productos. La demanda de vehículos limpios es clara, y Europa debe ser líder. Y las baterías son realmente clave en esta transición. En un coche clásico, la parte más importante es el motor; en un coche eléctrico, lo son la batería y el software. Cuando me reúno con directivos de la industria, les digo que apostar por las baterías eléctricas es estrategia, porque determina los estándares de calidad del coche, que no puedes externalizar en una empresa de Asia. La industria nos asegura que está preparada para invertir, pero los directivos me preguntan: ¿cómo podemos estar seguros de que los europeos querrán nuestras baterías? Y la respuesta yo creo que es muy clara: porque nuestras baterías serán limpias, sostenibles y con materias primas que se habrán extraído de forma sostenible.
Las relaciones entre la UE y Estados Unidos ya no son como antes. ¿Asistimos al final del multilateralismo para siempre?
Espero que no para siempre, pero nos adentramos en un terreno peligroso. El sistema posterior a la II Guerra Mundial se creó gracias a valores comunes entre los aliados americanos y europeos, con el respeto a las leyes y a las instituciones internacionales. La Unión Europea siempre tuvo el apoyo de Estados Unidos. Durante toda mi carrera diplomática, siempre sentí que querían una Europa libre y unida. Pero sus últimas decisiones les están llevando cada vez más lejos de este sistema multilateral. Lo hemos visto con las decisiones de abandonar el Acuerdo de París, con Irán y aplicando aranceles al aluminio y el acero bajo una justificación incomprensible. Si le soy sincero, no hubiera imaginado jamás que nuestras relaciones con los Estados Unidos se encontrarían en un punto como el actual: ya no hablamos de un acuerdo de libre comercio, sino de cómo evitar una guerra comercial. Esto es insólito. Necesitamos recuperar los vínculos tradicionales entre Europa y Estados Unidos.
(Baterías de automóvil limpias) “Intentamos explicar a nuestra industria automovilística que no puede perder esta oportunidad; no podemos tener más casos ‘Nokia’ en los que tienes una compañía líder global y de un día para otro se desvanece el interés por tus productos.”
Ha mostrado su intención de presentarse como candidato para presidir la Comisión Europea. ¿Cuál es su proyecto?
He tenido la suerte de que mi trabajo me ha llevado por todos los países de la UE. He visitado muchos lugares, he visto proyectos y hablado con gente. Pienso que tengo una idea bastante completa de cómo se sienten los europeos, y lo que he visto es que necesitan saber que Europa los apoya, que pueden confiar en ella. Asimismo, también dejan claro que debemos estar mejor preparados para el futuro, sobre todo los más jóvenes, que nos dicen: queremos confiar y estar orgullosos de Europa, que Europa sea el mejor lugar para vivir. Pero para confiar en ella y sentirse orgulloso tienes que estar muy bien preparado ante la importante competencia que hay en todo el mundo. Y eso es lo que me gustaría aportar. Lo que tenemos que hacer por Europa es ser más fuertes y estar mejor preparados para el futuro. Las 10 profesiones más importantes actualmente no existían hace cinco años, así que tenemos que crear estructuras que garanticen el apoyo a los jóvenes y les ofrezcan nuevas oportunidades, pero también tenemos que mantener aquello en lo que ya somos fuertes. Debemos capitalizar todo y ofrecer al mundo lo que está buscando. Además de todo esto, hay que recordar que Europa es el mejor lugar para vivir, y eso también lo tenemos que explicar. Es cierto que a menudo nos centramos en debates algo abstractos, enfocados en aspectos técnicos. Creo que mucha gente tiene esta tendencia natural a estar orgullosa de su continente, pero también quiere saber que se han conseguido cosas concretas.