Héctor Rey y Àlex Huertas tienen muy claro que emprender con éxito implica hacer de tu proyecto la máxima prioridad: “Cuando nosotros lanzamos Northweek, nuestra vida eran 24 horas dedicadas a la empresa. Y esa fue una de las claves que hizo que funcionara.”
- Por qué no debemos perderles la pista?
Son los fundadores de Northweek Sunglasses, una marca de gafas de sol personalizables que se comercializan por Internet por un precio de entre 20 y 35 euros y que, en su segundo año de vida, ya facturó más de 2 millones de euros (y llegó a los 8, en 2017): “Siempre hemos tenido una vertiente muy emprendedora. Con 13-14 años ya comprábamos productos por Internet que después vendíamos por nuestra cuenta para hacer, así, un poco de negocio. A los 18-19 años, sin embargo, decidimos que queríamos montar una empresa de verdad. Hasta entonces habíamos vendido fundas de móvil, camisetas, etc., pero a nosotros nos gustaban mucho las gafas de sol. El problema es que, si querías unas que fuesen modernas, tenías que pasar por el aro de las ópticas y de las grandes marcas y pagar un precio muy alto, o bien llevar unas baratas pero de muy baja calidad. No había un punto medio. Y aquí vimos nuestra oportunidad.” Tras registrar un crecimiento anual de entre el 50% y el 100% desde que en mayo de 2013 pusieron a la venta las primeras unidades, la marca sacará este año por primera vez cinco nuevos modelos de gafa “porque, al final, nuestro modelo de negocio basado en un solo modelo de gafa debe adaptarse a lo que pide la gente.”
- El (duro) camino hasta gritar ¡Eureka!
Hace cinco años, el ecosistema emprendedor estaba en pañales y ni los bancos ni las instituciones creían en unos chavales de 18-19 años que pedían capital para hacer crecer un proyecto incipiente. Y es que la financiación es la principal dificultad del emprendedor: “Nosotros tardamos unos dos meses en producir las gafas y se ha de anticipar la compra de esta mercancía en diciembre-enero, cuando precisamente no tienes dinero porque es en verano cuando más vendes (somos estacionales). Por lo tanto, si quieres crecer, porque el mercado te lo pide, conseguir los recursos económicos para hacerlo es un problema muy grande. Por suerte, nuestros padres siempre creyeron en el proyecto y nos avalaron un préstamo de más de 20.000 euros que nos permitió hacerlo. “
- Fracasa y vencerás
“Siempre que hemos puesto en marcha un negocio, lo hemos hecho pensando en que si la idea original no funcionaba, ya buscaríamos otra vía para salir airosos. Así, cuando compramos las primeras gafas nos dijimos que, si no conseguíamos venderlas a 20 euros –que era el precio original que teníamos en mente–, seguramente a 5 euros nos las comprarían todas y, por tanto, no perderíamos dinero. Pero no hizo falta que bajáramos el precio porque durante los nueve meses que tardamos en salir a la calle hubo un boom muy grande del boca en boca que hizo que cuando las gafas finalmente estuvieron disponibles tuvimos un sold-out espectacular. En un mes vendimos más de 1.000 unidades en mano, sin página web ni nada. De hecho, ¡abrimos la página web con la mitad de los colores y del stock que habíamos comprado!“
- Los gigantes de rey y huertas
“No somos para nada mitómanos y hemos recorrido nuestro camino sin fijarnos especialmente en nadie. Lo que sí es cierto es que a lo largo de estos años nos hemos encontrado y hemos conocido a mucha gente (pequeños empresarios, otros emprendedores) que sí que nos han echado una mano o nos han inspirado. No hemos tenido, pues, una referencia clara, sino que a lo largo del camino nos ha ayudado mucha gente.”