La inteligencia artificial (IA) está transformando cómo trabajamos y cómo vivimos y, gracias a la nube, está al alcance de cualquier desarrollador, emprendedor o empresa, independientemente de su tamaño, para lanzar una nueva idea de negocio o aplicación.
MARC ESTAPÉ.
Director regional de IBM en Catalunya, Aragón y Baleares.
Emprendedores como KIO-AI utilizan la IA para detectar el acoso escolar o Skios que, con su aplicación cognitiva Eliza, enriquece la experiencia del turista que visita los parques naturales de Lanzarote. No obstante, las start-ups o las pymes en general suelen encontrarse con más complicaciones que la gran empresa para hacer “escalar” y crecer ideas de negocio como estas, ya sea porque no cuentan con el talento necesario, recursos o la arquitectura tecnológica adecuada. En definitiva, morir de éxito no es algo inusual para una start-up que, a pesar de tener una gran idea, no ha sido capaz de hacer crecer y dimensionar adecuadamente su negocio y su tecnología.
Potenciar un ecosistema de innovación y colaboración entre start-ups, gran empresa y socio tecnológico es, por tanto, un punto básico para garantizar el progreso y la competitividad. La cocreación y la colaboración en un entorno de networking adecuado para la transferencia de conocimiento es fundamental para desarrollar ese ecosistema de innovación. Por este motivo, iniciativas como el recientemente anunciado acuerdo entre IBM y Barcelona Tech City son tan relevantes, ya que ponen al alcance de start-ups y gran empresa el conocimiento y la tecnología de IA (en este caso, de IBM a través de la nube IBM Cloud), que permite el acceso a tecnologías de vanguardia como la IA, el blockchain, el deep learning o la computación cuántica, pudiendo acompañar a cualquier negocio durante su periodo de crecimiento. Además, en este caso, se facilita también el acceso a centros punteros de I+D+i, como el laboratorio de IBM Research en Zurich, para conocer tecnologías que todavía no han llegado al mercado, probarlas y experimentar con ellas.
Con este tipo de acuerdos, se consigue que los ecosistemas innovadores se refuercen todavía más, consolidando todo su potencial y ganando competitividad gracias a una combinación de la última tecnología, la innovación constante y el trabajo colaborativo.