Keyu Jin, Doctora por Harvard, es profesora de la London School of Economics y publica en el periódico Financial Times defendiendo la posición china y enumerando las debilidades de Trump. Durante el II CESC (Congreso Internacional de la Societat Catalana d’Economia, 24-25 mayo de 2019) esta joven gurú analizó por qué la República Popular China puede considerar la posición del presidente de EE. UU. en realidad beneficiosa pese a las tensiones comerciales. Pero antes de extenderme en su argumentación, déjenme hablar de ella a través de su visión de la nueva generación china, la que tiene que tomar el poder pronto, y, en concreto, del papel de las mujeres.
Texto: Antoni Montserrat.
Secretario de la Societat Catalana d’Economia.
La política del hijo único ha conducido a China, dice ella en una reciente conferencia sobre el papel de las mujeres, hacia una sociedad donde la juventud recibe el 25% de la renta familiar en forma de educación. Una renta familiar todavía baja -comparable a la de Albania en Europa- que significa, en cambio, una juventud superformada, superintegrada digitalmente y globalizada, con miles de jóvenes que han estudiado en el extranjero. La política del hijo único ha supuesto, también, la promoción de las niñas, antes preferidas, de hecho, por los hermanos. Keyu Jin, por ejemplo, fue nombrada Young Global Leader de 2014 por el World Economic Forum de Davos.
La China del futuro no tendrá como característica esencial la industria sino el conocimiento, la nueva economía
Esta inversión en educación significa el gran salto adelante que inicialmente ideó Mao, sin éxito, para la industria, aunque, después, a partir de las reformas de 1978, China ya se considera como la fábrica del Mundo. Keyu Jin, sin embargo, nos dice que la China del futuro no tendrá como característica esencial la industria sino el conocimiento, la nueva economía.
La gurú estima que sus opiniones no tienen por qué coincidir necesariamente con las de su padre, Jin Liqun (transcrito con el apellido familiar primero, como puede verse, a diferencia de la hija, que lo pone en segundo lugar, a la manera occidental). Jin Liqun es un importante dirigente chino, ahora responsable del Banco Público Internacional (AIIB), promovido por Pekín tras adquirir experiencia en el Banco Mundial y haber publicado en colaboración con su -entonces- vicepresidente, Richard Stern. En el AIIB participan no sólo países asiáticos, sino también europeos. Poca gracia le debe hacer a Trump, aunque no sea devoto del Banco Mundial. Esta es la estrategia china de la Ruta de la Seda y de la cooperación con África.
Estrategia a largo plazo vs. táctica a corto plazo
Recordemos la frase del dirigente político Xu En Lai cuando le pidieron cuál era su opinión acerca de la Revolución francesa; respondió que quizás era demasiado temprano para opinar. Tal y como nos ha recordado Xavier Vives (profesor del IESE y miembro del IEC) al glosar, precisamente, el debate mantenido por Keyu Jin en la mencionada II Catalan Economic Society Conference, la estrategia china es a largo plazo. Trump, en cambio, es un táctico: compra y vende, despide y nombra a corto plazo en sus tuiteos matinales. Pero puede dañar a la economía china -y a la nuestra- con los aranceles elevados, y nos puede arrastrar a un mundo recortado en zonas y con tecnologías incompatibles, además. La detención de otra economista china -y también hija de dirigente-, en Canadá, con el aparente objetivo de chantajear a Huawei, a quien Trump acusa de estar al servicio del Gobierno chino, puede conllevar, en efecto, el desarrollo de softwares diferenciados para el 5G, como ya China tiene su Amazon (Alí Baba).
Andreu Mas-Colell, también miembro del IEC y presidente del Comité científico del primer Congreso de la Societat Catalana d’Economia (I CESC), como Vives lo ha sido del segundo, también se refería al debate con Keyu Jin en un artículo del diario Ara, y señalaba su preocupación por las consecuencias a corto plazo de la guerra comercial en la que nos vemos implicados los europeos, bien por presiones directas (estos días Trump acusando a Draghi de dumping monetario al querer mantener bajo el euro), bien por las indirectos que, en este mundo globalizado, conlleva la batalla EE.UU.-China.
Nos encontramos, pues, con una defensa sui generis de la globalización por parte de los pensadores chinos ante una visión más proteccionista por parte de Estados Unidos. Y la reunión del G20 de Osaka del último fin de semana de junio volvió a ser campo de discusión, como ya lo es la reunión anual de Davos.
Análisis del modelo de crecimiento chino
Keyu Jin ha analizado en diversos artículos en revistas profesionales como la American Economic Review el modelo de crecimiento chino. Alabando el espectacular boom de los últimos 50 años, señala, sin embargo, que China tiene y tendrá muchos problemas si continúa linealmente su política industrial centrada en subsidios a la producción y, sobre todo, a la exportación. Los esteroides, tal vez útiles por un tiempo, no hacen más que tapar el problema de productividad, pero no lo solucionan (desde la deuda pública a la sobrecapacidad en la industria pesada, pasando por la pérdida de peso relativo de los salarios -de ahí la política de mercado interior de Xi Jinping- o la existencia de empresas zombis no rentables). Por ello, Keyu Jin, que es asesora del Gobierno, propone el retorno hacia el mercado interior y la aceptación de una política comercial exterior menos agresiva en cuanto a los bienes, además de la aceptación de un cierto control de la propiedad intelectual.
El otro aspecto que la gurú ha analizado es el de la transmisión internacional de la diferente conducta de las inversiones intensivas en capital y de los sectores intensivos en trabajo. Uno tiene un comportamiento contracíclico, el otro, procíclico.
China tiene la característica de ser simultáneamente país en desarrollo y de liderar el desarrollo tecnológico. Y este sorpaso lo hace cuando todavía no es más que el 25% en volumen de lo que son los Estados Unidos.
Osaka, por su parte, ha supuesto una gran encrucijada marcada por la campaña electoral norteamericana, presión, dice Keyu Jin, que no tiene Xi Jinping, quien, en todo caso, tiene que controlar la disidencia interna, no el resultado de las elecciones. Pero seguro que la generación de Keyu Jin marcará los próximos años de China, y, por tanto, de muchos de nosotros.
La política del hijo único y su impacto en términos de igualdad de género
Texto: Àngels Roqueta.
PhD, economista, auditora, abogada. Socia de COMPAS PROFESSIONAL EXPERTISE, SL.
La política del hijo único llevada a cabo en China desde los años 80 ha comportado que, en estos momentos, la sociedad china tenga una generación con un nivel de formación universitaria con ratios similares, o incluso superiores, a los de muchos países desarrollados.
Durante las últimas décadas, las familias chinas han destinado más del 25% de los ingresos a la formación de sus hijos. Como sólo tenían un hijo, este ha recibido toda la asignación y, por tanto, se ha formado y ha accedido a la universidad: actualmente hay más de 400.000 estudiantes formándose en el extranjero. En el caso de las familias con gemelos, esta inversión en educación se ha dividido entre ambos, reduciendo los niveles formativos, según ha constatado la investigación de la Dra. Keyu Jin.
En el balance de género, a nivel población, hay un 120% de hombres frente a 100% de mujeres. Esta escasez de mujeres es la primera vez que se produce a nivel mundial, y comporta un fenómeno que se denomina «la era de oro de las mujeres».
Las características de esta era de oro de las mujeres son varias:
A) Se educa a las criaturas en igualdad entre hombre-mujer, porque todas las familias quieren lo mejor para su hijo, con independencia del sexo.
B) El nivel de educación de las jóvenes es el más alto de la historia.
C) A nivel familiar, la presión sobre las jóvenes recae en formarse, y, sobre todo, en formarse en aquellas materias que conllevan un mejor futuro, como las de tipo financiero o económico, dejando de lado las humanísticas o las menos prácticas o de menos retorno económico.
D) Como hay más hombres que mujeres, estas son consideradas como un bien escaso en términos de candidatas al matrimonio. Por lo tanto, son ellas las que eligen y escogen entre los diversos pretendientes.
E) Las familias que tienen un varón en edad de casarse, ahorran para poder presentar un futuro económico mejor a la futura familia.
Estos paradigmas tienen su contrapunto en términos de egocentrismo, frustraciones o despotismo. Pero lo que es indudable es que se está produciendo un cambio en la sociedad china, que en este cambio tendrán una importancia vital las mujeres profesionales con todo lo que conlleva de cambio en los valores. Está claro que China, por el hecho de su peso relativo mundial tan grande, cuando se mueve como un trasatlántico, genera turbulencias en todo lo que la rodea.