Las fusiones y adquisiciones (M&A, en sus siglas en inglés) son una estrategia clave para que las empresas crezcan y la industria se consolide, sin embargo, también son una propuesta arriesgada con una tasa de fracaso del 80%. Nuestra investigación apunta a una combinación óptima en la C-suite que aumenta sus probabilidades de éxito: CEO moderadamente optimistas + CFO pesimistas.
GUOLI CHEN. Profesor de Estrategia de INSEAD.
WEI SHI. Profesor de Management de la University of Miami.
Se ha demostrado que el optimismo y el pesimismo están alineados con los roles de CEO y CFO, respectivamente. Se espera de los CEO que sean optimistas y estén abiertos a asumir riesgos para diseñar o mantener una trayectoria ascendente para su empresa. Satya Nadella, Jack Ma y Mary Barra son algunos de los abanderados en este sentido.
Sin embargo, la visión optimista no se traduce automáticamente en un saludable retorno de activos (ROA) posterior a las M&A. Aquí es donde entra el CFO. Estos examina a las empresas objetivo, realizan una debida diligencia en profundidad y señalan los riesgos potenciales de cualquier M&A. Se espera de ellos que sean cautelosos y estén en sintonía con las condiciones adversas. O lo que es lo mismo: que actúen como un guardián pesimista.
El equipo A para ir de compras
Para nuestro estudio analizamos cuál fue el nivel de optimismo y pesimismo de los pares CEO-CFO en 2.356 empresas de EE. UU., su influencia en 4.529 fusiones y adquisiciones, y a su vez, el rendimiento obtenido por la empresa mediante las transcripciones de sus llamadas (conferencias) entre los años 2002 y 2013. Y descubrimos que, en presencia de CFO pesimistas, los CEO optimistas no solo realizan menos adquisiciones, sino que tienen menos probabilidades de realizar adquisiciones fallidas. Esto apunta a un emparejamiento óptimo de un CEO optimista, que tiene un gran apetito de riesgo por las fusiones y adquisiciones, y un CFO pesimista, que es lo suficientemente prudente como para alertarlo sobre las posibles dificultades de las mismas.