Las pequeñas empresas y microempresas se enfrentan al reto de retener a sus trabajadores más cualificados, sean estos técnicos o directivos. A través de una política de recursos humanos que contemple el estudio de la fiscalidad de los distintos tipos de retribuciones y los ahorros impositivos que suponen, es posible ofrecer a estos trabajadores una retribución neta superior.
CARMEN SUÁREZ. Abogada y socia-gerente en Despatx Suárez.
O dicho de otro modo: ¿cómo mejorar la retribución a trabajadores y directivos en las pymes a través de la fiscalidad? Existen diferentes fórmulas, que aquí presentamos, como, por ejemplo, ofrecer:
• Mutualidad o seguro de enfermedad para los trabajadores, su cónyuge y sus descendientes con el límite de 500 euros por persona y año; en el caso de un trabajador con cónyuge y dos hijos podría abonarse un máximo de 2.000 euros anuales exentos de IRPF.
• Cursos de formación relacionados con el puesto de trabajo. Exentos de IRPF para el trabajador, y gasto deducible para la empresa.
• Stock options a los trabajadores. Están exentos los primeros 12.000 euros.
• Phantom Shares o “acciones fantasma”. Con este sistema de retribución, las empresas entregan estas “acciones fantasma” a todos o a algunos de sus trabajadores, no siendo necesario que se ofrezcan al conjunto de la plantilla, rigiéndose el cobro según los pactos o condiciones particulares que se determinen con cada empleado. Si la entrega efectiva del Bonus o dinero por las “acciones fantasma” se realiza con más de dos años de diferencia respecto a la entrega de las “acciones fantasma” y se dan las demás condiciones legales, se podrá aplicar una reducción fiscal del 30% del importe percibido.
• Tickets restaurante, que están exentos de IRPF.
• Beneficios fiscales por movilidad, en caso de nuevos empleados. Si el trabajador se desplaza al extranjero, conviene estudiar las diferentes opciones, pues una parte importante de la retribución podría tener beneficios fiscales.