El confinamiento decretado para hacer frente a la crisis sanitaria del COVID-19 provoca afectaciones generalizadas en el sector industrial y los servicios
Solo el sector primario, la industria agroalimentaria, la farmacéutica, la metalurgia y el transporte de mercancías aguantan el pulso, aunque con dificultades
Texto: Adrià Gratacós Torras
El estado de alarma decretado por el gobierno español con motivo de la crisis sanitaria producida por la pandemia del COVID-19 está produciendo un parón en seco de la economía y una afectación en el sistema productivo sin precedentes. Una afectación que se produce en la inmensa mayoría de economías europeas y que se alargará con la misma (o mayor) intensidad hasta el próximo 13 de abril. Sin embargo, la afectación es desigual entre los sectores económicos: mientras que la paralización está teniendo una afectación discreta en la cadena agroalimentaria (sector primario, industria de la transformación y sector de la distribución), está suponiendo un golpe para el resto de industrias y el sector servicios. La afectación en el sector secundario la está liderando el de la automoción. Las 17 plantas automovilísticas del Estado español han para su actividad. Su gran incidencia en la economía del país (supone el 10% del PIB) también está comportando afectaciones considerables en miles de proveedores.
Aunque todavía es pronto para medir el impacto real que puede tener la crisis del COVID-19, diferentes actores económicos ya han empezado a pronosticar el impacto previsto en cada sector.
“La afectación en el sector secundario la está liderando el de la automoción. Las 17 plantas automovilísticas del Estado español han para su actividad”
Sector primario: mantiene la actividad aunque con afectaciones desiguales
La industria alimentaria es de las pocas actividades económicas que no se ha parado durante los primeros días de confinamiento, aunque la afectación del estado de alarma es desigual entre sectores. Mientras que la ganadería y la agricultura prácticamente no han visto afectadas su producción, que lo ha hecho el sector pesquero. La caída en el consumo de pescado fresco, junto con las dificultades de ciertas compañías de garantizar las medidas sanitarias decretadas, está produciendo que diversas compañías hayan parado su producción.
Sector industrial: la industria farmacéutica, la única que resiste
Sector automovilístico: Prácticamente todas las plantas automovilísticas del Estado han paralizado su actividad, afectando a más de 35.000 trabajadores. Este hecho también supone un parón de la actividad de más de 1.000 empresas españolas fabricantes de componentes. En total se calcula una afectación a 230.100 puestos de trabajo directos y 143.000 indirectos. La paralización de la fabricación de vehículos se encuentra generalizada en toda Europa. En el caso español, se están dejando de producir 8.000 vehículos diarios. Se prevé que la crisis comporte una reducción en la empleabilidad del sector en un 4%.
Industrias textiles: El textil también es uno de los sectores industriales más afectados por el COVID-19. Según las Naciones Unidas la crisis sanitaria supondrá un impacto de 1.346 millones de euros a nivel mundial para el sector textil. De entre ellas, la industria textil europea será de las más afectadas del mundo y podría registrar pérdidas de 482 millones de euros.
Metalurgia: El sector metalúrgico mantiene, en buena medida, su actividad. La Asociación de Industriales Metalúrgicos (ASIME) ha asegurado que durante la primera semana de confinamiento la actividad del sector se ha mantenido “prácticamente al 100%” si bien hay alguna escasez en materiales y piezas concretas.
Industria Química y farmacéutica: De forma mayoritaria, la industria química y farmacéutica no han parado su actividad. Según la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE), las 150 corporaciones farmacéuticas del Estado “están funcionando a pleno rendimiento”, a pesar de los planes de contingencia aplicados. Sin embargo, cabe considerar que la industria química china cayó más de un 20% durante los meses de enero y febrero.
Productos alimentarios: La industria alimentaria es uno de los sectores económicos donde menos está impactando la crisis del COVID-19. Al producir productos de primera necesidad no existe ninguna limitación en su actividad productiva. Además, la necesidad de garantizar la producción y la cadena de suministro, ha hecho que en ciertas ocasiones se haya multiplicado la producción debido al aumento de la demanda.
“La industria textil europea será de las más afectadas del mundo y podría registrar pérdidas de 482 millones de euros”.
Sector servicios: obligados a parar la actividad
Comercio: El comercio se ha convertido en uno de los sectores más afectados por el COVID-19. Muchos comerciantes se han visto obligados a cerrar sus establecimientos un mínimo de 30 días, y según una encuesta publicada por la consultora J3B3, el comercio en Cataluña ha sufrido una reducción del 90% de las ventas durante la primera semana de confinamiento. Incluso el 76% de los comercios destinados a la alimentación han visto reducida su facturación.
Transporte y almacenaje: En el sector del transporte la afectación es desigual, según los subsectores. Mientras que el transporte de mercancías mantiene la actividad, otros sectores como el transporte comercial, tanto terrestre como aéreo, se ha desplomado. En el caso del transporte interurbano, el sector del taxi en Barcelona calcula una reducción del 80% de la facturación. Las aerolíneas son también uno de los sectores más afectados. A nivel mundial, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) prevé una reducción de ingresos de hasta 100.000 millones de euros para la crisis del COVID-19.
Hostelería y restauración: Los hoteles calculan una caída del 75% en la facturación durante los meses de marzo y abril. Obligados a cerrar durante el estado de alarma, tanto la hostelería como la restauración prevén que la afectación se alargará a todo el ejercicio 2020, en el cual podría perder hasta un 30% de la actividad respecto al 2019.
Información y comunicaciones: El sector de la comunicación prevé una reducción drástica de la facturación para los meses de marzo y abril, principalmente debido a la caída de los ingresos en publicidad. Según el presidente de la Asociación de Medios de Información (AMI), Antonio Fernández-Galiano, la publicidad se ha reducido hasta un 80%. Algunos medios de comunicación, como ‘El Periódico de Catalunya’ ya han anunciado ERTOS para hacer frente a la crisis.
Actividades inmobiliarias: A la espera de las estadísticas oficiales que muestren las variaciones compraventa de viviendas, en estos momentos, y durante la primera semana de confinamiento, el sector asegura que prácticamente se han paralizado todas las operaciones. Idealista calcula que la afrectación se alargará en el tiempo e incidirá en una revisión a la baja de los precios de las viviendas.
Cultura: Finalmente, la cultura es otro de los sectores más golpeados por la crisis del COVID-19. La Asociación para el desarrollo de la propiedad intelectual calcula pérdidas de 960 millones de euros.