Se solĆa decir a los empresarios que para innovar debĆan pensar āfuera de la cajaā. No era una tarea fĆ”cil, pero al menos tenĆan una Ćŗnica caja: un marco mental. 20 aƱos atrĆ”s, una caja parecĆa lo bastante robusta como para abordar la mayorĆa de cambios que podĆan afectar al paisaje competitivo de las empresas. Pero, hoy en dĆa, con cambios veloces, profundos y singulares, Āænos encontramos en la misma situaciĆ³n?.
Olivier Fourcadet. Profesor de Management estratƩgico e industria agroalimentaria en ESSEC Business School.
Se solĆa decir a los empresarios que para innovar debĆan pensar āfuera de la cajaā. No era una tarea fĆ”cil, pero al menos tenĆan una Ćŗnica caja: un marco mental. 20 aƱos atrĆ”s, una caja parecĆa lo bastante robusta como para abordar la mayorĆa de cambios que podĆan afectar al paisaje competitivo de las empresas. Pero, hoy en dĆa, con cambios veloces, profundos y singulares, Āænos encontramos en la misma situaciĆ³n?
Hace 40 aƱos obtuve mi primer trabajo en una compaƱĆa farmacĆ©utica. Cuando lanzĆ”bamos un producto destacĆ”bamos sus atributos. Por ejemplo, un antibiĆ³tico con amplio espectro y poca antibiorresistencia. Los atributos del producto eran el marco de referencia que usaban las compaƱĆas, los profesionales sanitarios y las autoridades de salud pĆŗblica. La vida era fĆ”cil. MĆ”s tarde, entraron en juego nuevas cajas, como la conformidad del cliente. Contar con una nueva caja implica nuevas habilidades, como en este caso serĆa la psicologĆa del paciente. Esto requiere, por lo menos, establecer puentes entre estas cajas, o incluso hacerlas interactuar. En el pasado, la adopciĆ³n de nuevos marcos era algo lento y secuencial, pero ya no es asĆ. Hace unos meses entrevistĆ© al fundador de un startup. Me dijo no estar seguro de si su campo de actuaciĆ³n era el de la salud: āpodrĆamos estar en la industria de la informaciĆ³n o en el negocio de equipamientosā. Su empresa estaba tratando con mĆ”s de 10 bases tecnolĆ³gicas distintas (electrĆ³nica, material cientĆfico, datos, quĆmica, etc.) y servĆa a mĆŗltiples clientes, como pacientes, profesionales de la salud, seguros mĆ©dicos y autoridades sanitarias, con diferentes y relevantes propuestas de valor. El problema es todavĆa mĆ”s confuso cuando se tiene en cuenta el marco intelectual de los competidores. Antes, la competencia pensaba mĆ”s o menos igual; por tanto, era relativamente fĆ”cil anticipar sus movimientos. Actualmente, con estas borrosas fronteras de negocios, con minoristas (p. ej. Walmart) compitiendo con grandes firmas logĆsticas (Amazon) y la confrontaciĆ³n de distintas culturas estratĆ©gicas (Asia vs Occidente) ya no lo es.
Las empresas (como Google-X) ya estĆ”n buscando trabajadores T-Shaped (con gran flexibilidad intelectual y mucha experiencia en un campo concreto). En un primer momento, manipular distintos marcos mentales parece una aventura intelectual peligrosa. Sin embargo, resulta relativamente sencillo, siempre que se opte por enamorarse del problema, en lugar de una bĆŗsqueda rĆ”pida de posibles soluciones.