“Con el Plan de Recuperación de la Comisión Europea podemos salir de la crisis mejor que como hemos entrado”
Los estragos económicos provocados por la Covid-19 vuelven a poner a prueba el proyecto político, económico y social de la Unión Europea. Y consciente del reto que supone para el viejo continente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asumido el protagonismo que se esperaba, presentando un Plan de Recuperación inédito en Europa. Un plan que apuesta por una política expansiva y por un endeudamiento que asumirá la propia Comisión Europea, a la espera de ser ratificado por los Estados miembro y el Parlamento Europeo. Desgranamos las principales incógnitas del plan con el director de la Representación de la Comisión Europea en Barcelona, Ferran Tarradellas.
Texto: Adrià Gratacós Torras Fotos: Comisión Europea
La Comisión Europea ha presentado el esperado plan de recuperación de la Unión Europea. 750.000 millones de euros dedicados a hacer frente a la Covid-19. ¿Cómo valora la propuesta?
Des de la Comisión Europea consideramos que el plan, no solo es lo que necesita Europa ahora, sino que se trata de un plan histórico por muchos motivos. Es una propuesta jamás vista en la Unión Europea que pretende apaciguar una crisis inédita, como es la Covid-19. Creo que es un plan muy inteligente y ambicioso. Es un plan que pretende dejar una Europa mejora de la que teníamos antes de la Covid-19, si se hace bien. Y también es histórico por su volumen. Los 750.000 millones de euros presentados son una parte de la inversión de Europa para salir de la crisis. Si sumamos todos los programas aprobados por la Comisión Europa con motivo de la Covid-19, la cifra sube hasta los 3,2 billones de euros. Por un lado tenemos este nuevo instrumento, llamado Next Generation Europe, con el que se quiere preparar Europa para la generación que tiene que venir. Pero después también tenemos el propio presupuesto de la Unión Europea, que aumentara su capacidad.
El plan de reconstrucción de la Comisión Europea también supone aumentar temporalmente el techo de gasto comunitario. ¿Es la mejor fórmula de afrontar la Covid-19?
Efectivamente, la otra gran novedad del plan es la fórmula para conseguir el dinero. La Comisión Europea apuesta por aumentar nuestro techo de gasto para permitir un endeudamiento a gran escala. Se trata de una propuesta revolucionaria, pero que creemos que es la mejor posible. Y lo creemos porque consideramos que hay ciertos Estados que pueden tener reticencias a endeudarse más, principalmente porque ya lo han tenido que hacer para afrontar la crisis sanitaria provocada por la Covid-19. Además, su capacidad de endeudamiento se estaría agotando si no se contara con el apoyo del Banco Central Europeo.
En cambio, creemos que si quien se endeuda es la Comisión Europea hay una capacidad de endeudamiento brutal, precisamente porque la Comisión Europea no se ha endeudado nunca. Además, esto tiene un valor añadido en el mercado de capital. Con la propuesta de la Comisión Europea se envía un mensaje claro a los mercados que Europa es seria a la hora de recuperarse. I esto genera que el bono europeo sea mucho más atractivo y se pueda financiar a un coste mucho más bajo. En ningún lugar del mundo se ha realizado un plan de reconstrucción tan rápido y ambicioso como el de la Comisión Europea.
“creemos que si quien se endeuda es la Comisión Europea hay una capacidad de endeudamiento brutal. Con este plan se envía un mensaje claro a los mercados que Europa es seria a la hora de recuperarse”
El plan presentado por la Comisión Europea recoge el guante de la propuesta hecha por Francia y Alemania, pero incorpora 250.000 millones en créditos. ¿Confía que todos los Estados miembro apoyen el plan?
La propuesta está hecha pensando con que se apruebe. Se trata de una propuesta que es realista y sensata, a pesar de ser ambiciosa y sin precedentes. Vale la pena destacar el esfuerzo personal que ha hecho la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, para contactar con todos los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea, y otros interlocutores sociales para intentar que la propuesta fuera aceptable por todas la partes. Ahora vendrán las negociaciones, pero ya ha habido una implicación personal para que la propuesta no sea un brindis al sol y se pueda aprobar rápidamente.
¿Cree que el Plan de Reconstrucción es una muestra de que la Comisión Europea afronta esta nueva crisis con los errores del pasado aprendidos?
Creo que sí, y un ejemplo lo encontramos en la celeridad con la que se han tomado las decisiones. En menos de dos meses ya teníamos sobre la mesa el plan de compra del Banco Central Europeo, las tres redes de seguridad y la propuesta del plan de recuperación de la Comisión Europea. A esto habría que añadir todas las decisiones que ha ido tomando la Comisión Europea dentro del presupuesto que ya está en marcha. En la crisis del 2008, para hacer algo parecido, se tardó cuatro años. Si los Estados miembro aprueban por unanimidad la propuesta podremos dar ayuda de forma inmediata, también en la capitalización de las empresas.
La apuesta por el endeudamiento y aumentar el techo de gasto contrasta con las medidas tomadas en la crisis económica y financiera de 2008. ¿La era de la austeridad en Europa ha terminado?
La propuesta defiende que la respuesta a la Covid-19 solo puede ser europea porque todos los Estados miembro necesitan que el mercado funcione. La crisis llega en un momento en que, gracias a todas las medidas de unión bancaria y sistema financiero tomadas, se ha aguantado el golpe mucho mejor que en la crisis de 2008. No se ha tenido que rescatar ningún banco y las entidades siguen dando crédito. Y la política económica de la Unión Europea durante estos años ha conseguido un crecimiento económico que ha permitido a los Estados afrontar la Covid-19 con un nivel de déficit mucho menor al que tenían hace 10 años. Esto ha hecho que hagamos podido encarar esta nueva crisis infinitamente mejor que en 2008. La naturaleza de la crisis es completamente diferente, y por eso las medidas también tienen que ser diferentes.
La apuesta de la Comisión Europea pasa por movilizar todos los recursos necesarios para hacer frente a la pandemia. El enfoque ha sido claramente expansivo.
Los Estados podrán utilizar los recursos del Plan de Recuperación, pero no sin condiciones. Esto no significa que haya condicionalidad, sino que hay un plan político que ya existía antes de la llegada de la Covid-19
Sin embargo, todavía hay dudas sobre cómo se drenará el dinero del Plan de Recuperación. ¿Habrá condiciones para acceder a las subvenciones y los créditos por parte de los Estados miembro?
Los Estados podrán utilizar los recursos del Plan de Recuperación, pero no sin condiciones. Esto no significa que haya condicionalidad, sino que hay un plan político que ya existía antes de la llegada de la Covid-19. Cuando la nueva Comisión Europea llegó al poder se dibujaron tres prioridades en el ámbito económico: el Green Deal o transformación verde, la digitalización y la mejora de la resiliencia. Y el plan de recuperación destinará los recursos a acelerar estas tres prioridades.
Tengo la sensación que con el Plan de Recuperación de la Comisión Europea, si se hace bien, podemos salir de la crisis mejor que no como hemos entrado. Principalmente porque podemos acelerar una transformación económica que Europa tenía que hacer de todas formas. Sin embargo, para que esto sea así, las inversiones que se hagan tiene que ir en la línea de las prioridades de la Comisión. Yo a esto no lo llamaría condicionalidad, sino que es un plan. Es un proyecto claro. Queremos reactivar la economía, inyectar liquidez y fortalecer las inversiones, pero no de cualquier manera.
Es decir, que la Comisión Europea distribuirá los recursos del Plan de Reconstrucción siempre y cuando vayan dedicados a conseguir los objetivos políticos de la Unión Europea.
Exactamente. Y cabe tener en cuenta que el programa de la Comisión, no solo es un plan económico, sino que también es social. Uno de los objetivos de la Comisión Europea es que la economía llegue a todo el mundo. Y esto significa hacer frente a problemas estructurales, como el nivel de paro, la competitividad, las desigualdades, el envejecimiento de la población y la viabilidad del sistema de pensiones. Y, de hecho, uno de los primeros acuerdos de la Comisión Europea ha sido crear un fondo de 100.000 millones de euros para proteger puestos de trabajo.
El endeudamiento que supondrá este Plan para la Comisión Europea requerirá también disponer de herramientas fiscales para llegar a los objetivos
Justamente, por esta voluntad de la Comisión Europea de transformar y modernizar la economía, cree que se tiene que ir hacia una política económica y fiscal más homogénea en Europa?
La política fiscal necesita la unanimidad de todos los Estados miembro. Y esto hace complicado llegar a grandes acuerdos. El endeudamiento que supondrá este Plan para la Comisión Europea requerirá también disponer de herramientas fiscales para conseguir los objetivos. Esto significa crear impuestos comunitarios, y alguno de ellos podría ser el de los derechos de emisiones de CO2, o el impuesto de plásticos que no sean reciclados. Está claro que la política fiscal también puede ayudar a la Comisión Europea a conseguir sus objetivos económicos que tiene marcados. De hecho, el objetivo de fondos propios de la Comisión Europea es muy ambicioso, y es lo que permitirá asumir la deuda que se contraerá.
A largo plazo el nivel de deuda de los Estados tendrá que volver a los objetivos fijados, pero se tendrá que ir haciendo a un ritmo que la economía pueda asumir
El endeudamiento también se dispara en los Estados miembro. El Banco Central Europea ha alertado que la deuda pública de la eurozona puede llegar al 100% del PIB este año. ¿Qué medidas hacen falta para hacer sostenible el nivel de deuda de los Estados?
La deuda se disparará, sobre todo si no conseguimos que Europa vuelva a crecer a partir de 2021. Ahora hay que afrontar la crisis que ha producido la Covid-19 Y destinar todos los recursos necesarios. Somos conscientes que el nivel de endeudamiento es y será muy superior al fijado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, que lo fija en el 60% del PIB. Sin embargo, el reto de hoy no es este, sino conseguir reactivar la economía para volver al crecimiento económico. A largo plazo el nivel de deuda de los Estados tendrá que volver a los objetivos fijados, pero se tendrá que ir haciendo a un ritmo que la economía pueda asumir. Puede haber discusión sobre cómo tendrá que ser este ritmo, pero es evidente que, tanto el endeudamiento como el déficit se tendrá que ir reduciendo paulatinamente.
Hoy podemos afirmar que reducir las emisiones de CO2, no solo no es negativo para la economía, sino que aporta crecimiento
La crisis de la Covid-19 aparece en un año en que la Unión Europea había marcado como clave para la lucha contra el cambio climático. Por lo que ha explicado, ¿no tenemos que sufrir por el nivel de compromiso de la Unión Europea en la transición verde?
Yo no veo motivos para la preocupación. Creo que hay cierto consenso que el camino es la transición verde. Puede haber reticencias de algún Estado miembro como Polonia, que es muy dependiente del carbón por la producción de energía. Des de la Comisión Europea apostamos por el Green Deal, y no solo por la emergencia que supone el cambio climático, sino porque es económicamente necesario. Desde 1990 la Unión Europea ha crecido 50 puntos y a reducido sus emisiones un 20%.
Hoy podemos afirmar que reducir las emisiones de CO2, no solo no es negativo para la economía, sino que aporta crecimiento. Hay dos motivos principales: en primer lugar, porque es mucho más barato invertir ahora en una economía verde, que invertir dentro de unos años para mitigar las consecuencias del cambio climático. Y en segundo lugar, porque mejora la eficiencia, la competitividad y la autosuficiencia energética. Cada año Europa se gasta 400.000 millones de euros en importar gas y petróleo de otros países. Invertir en energías renovables y en circularizar la economía mejorará el tejido productivo de Europa.
El Comisario Europeo para el Mercado Interior, Thirrey Breton, ha asegurado que la Covid-19 tendrá que servir para relanzar la industria europea. ¿Cree necesario que Europa relocalice sectores estratégicos industriales?
Es totalmente necesario. La Comisión Europea tiene el objetivo que la industria suponga el 20% del PIB de la Unión. Y es cierto que la Covid-19 nos puede enseñar que hay sectores estratégicos industriales que Europa tiene que recuperar, a pesar de que siempre hemos estado totalmente a favor del comercio internacional. Europa tiene el reto de crear la industria del futuro, que deberá ser sí o sí compatible con un mundo descarbonizado.