Con la llegada de la pandemia del COVID-19, la economía se ha parado en todo el mundo. La recesión es global y tendrá profundos efectos en diferentes sectores, no sólo en el turístico o el de aerolíneas, sino que también tendrá sus efectos en la banca.
Texto: Óscar Elvira.
Profesor de Finanzas y codirector del Master Universitario en Banca y Finanzas de la UPF-Barcelona School of Mangement.
DEBILIDADES
- Mala reputación del sector. Después de la crisis del 2008, algunos bancos fueron rescatados con dinero público, y, sin embargo, muchos clientes tuvieron que aceptar quitas de la deuda bancaria. Además, las decisiones de algunos directivos los llevaron a la cárcel por mala praxis y conflicto de intereses.
- Elevada competencia del sector, con un elevado número de entidades, tanto nacionales como internacionales, que compiten dentro de un mismo espacio geográfico.
- Baja flexibilidad para adaptarse a la digitalización de algunas entidades que obligan a unirse a fintechs.
- Baja rentabilidad. Según datos del Banco de España, actualmente la rentabilidad se encuentra entorno al 0,55% medida sobre activos (ROA) y el 7,2% sobre capital (ROE), mientras que en el período del 2000-2007 el ROA estaba entre el 0,7% y 1,05% y el ROE entre el 12% y 20%.
- Ratios de solvencia de los más bajos de la zona Euro. La ratio de capital (TIER 1) es del 13,4% frente al 15,50% de la media europea.
- Endeudamiento elevado, por su estrategia de negocio.
- Riesgo de pérdida de valor de los activos, que podría llevar a una situación en que la deuda fuera mayor que el valor de los activos.
- Elevados costes de estructura, en salarios, infraestructuras (oficinas y sedes centrales), provisiones, gastos en tecnología y desarrollo de servicios digitales.
- Estrategia centrada en el producto y no en el cliente.
- Trabajadores desmotivados por la presión comercial.
FORTALEZAS
- El sector bancario es un sector clave para la economía, ya que mediante su labor de intermediación financiera realiza una transformación del dinero.
- Sector más saneado que en 2008.
- Liquidez gracias al Banco Central. Actualmente el BCE ha ofrecido financiación a tipos negativos a la que todas las entidades se están acogiendo.
- Altas barreras de entrada a nuevos competidores, sobre todo a nivel regulatorio (dificultad para obtener ficha bancaria del Banco de España y requisitos de capital y liquidez).
- El ratio de eficiencia de los bancos españoles es de los más bajos de Europa, gracias a la reducción del número de sucursales y trabajadores para reducir estructura.
- Tamaño de los grandes bancos: el tamaño óptimo debería ser de unos 300.000 millones de activos, ya que serían entidades con poco riesgo sistémico (too big to fail).
- Elevado know-how y conocimiento de los clientes, que permite vender los productos que más les convienen.
- Confianza de los clientes, que además están cómodos con la gestión de sus datos.
- Empleados que pueden teletrabajar y clientes que han sabido utilizar aplicaciones digitales, lo que pone en duda la conveniencia de tener una gran red comercial.
AMENAZAS
- Incertidumbre económica actual. La caída de los PIB a nivel mundial, el incremento de deuda pública y de las tasas de paro serán significativos. El COVID-19 no ha respetado fronteras. La demografía, la abundancia de pymes y autónomos, la dependencia del sector servicios, y especialmente del turismo, y la gran bancarización del sistema financiero hacen de España un país especialmente vulnerable.
- Regulación del sector que es excesiva, exigente y muy compleja en referencia a los criterios y requisitos a cumplir a nivel de solvencia de capital, apalancamiento y liquidez.
- Nuevos competidores. Son empresas tecnológicas que ofrecen servicios financieros (fintech) y que funcionan con unos costes mucho menores que los que soportan los bancos tradicionales. Su actividad se centra directamente en los clientes finales y no quiere competir en todos los negocios tradicionales (Neobancos y Telkobancos). Aplican técnicas de aprendizaje automático (Machine learning) o prestan servicios de asesoramiento (Roboadvisors). Pero la verdadera amenaza es el papel que puedan jugar las big tech, ya que generan dos problemas: alteran el campo de la competencia y el uso monopolístico que hacen de la información y de los datos (big data).
- Ciberseguridad, ya que se tienen que proteger archivos de información y el trato de datos personales de los clientes.
- Amenaza de productos sustitutivos con las criptomonedas y las plataformas de crowdfunding como una alternativa de financiación que no consumen CIRBE. Podrían generar una desbancarización.
- Incremento del coste de financiación por el aumento de la prima de riesgo del país.
- Dificultades para conseguir trabajadores altamente cualificados, con conocimientos técnicos y habilidades directivas que permitan adaptarse rápidamente a la digitalización del sector.
OPORTUNIDADES
- Mejorar la rentabilidad por la reducción del coste de financiación y disminución de activos improductivos, como los préstamos dudosos. Y nuevas vías de ingresos por comisiones de fondos de inversión, gestión de carteras y venta de seguros que incrementarán dichos ingresos.
- Mejorar la eficiencia, por la reducción de costes con las fusiones y la digitalización.
- Mejorar la solvencia, gracias al control de la morosidad y saneamiento de los balances. Actualmente, los bancos deberían provisionar pérdidas futuras y reforzar el capital, no repartiendo dividendos ni comprando acciones propias.
- Mejorar la reputación. Se valorará la transparencia, la honestidad y la integridad. El cliente debe ser el centro de la estrategia empresarial.
- Digitalización del sector. Se deberán ofrecer nuevos servicios sin contar con la oficina bancaria. Los clientes podrán acceder a su información financiera desde cualquier dispositivo. Se tendrá que tener en cuenta la protección de datos, la ciberseguridad y la privacidad.
- Oportunidad de crecer a nivel internacional. Debido a la baja bancarización de la población en países del Tercer Mundo.
- Nueva línea de negocio: las finanzas sostenibles. Los bancos pueden desarrollar inversiones socialmente responsables (ISR), que orientan la financiación hacia proyectos que sean más respetuosos con el medioambiente y las personas.
- Formación del personal con los conocimientos técnicos necesarios y la empatía suficiente para dar al cliente lo que precisa en cada momento.
- Call Centers. Posibilidad de contratar trabajadores fuera del país a costes más bajos.