La pandemia de la COVID-19 ha demostrado los desafíos a los que nos enfrentamos y las decisiones estratégicas que debemos tomar. El destino de la economía nacional, regional o mundial no depende de lo que induzca el coronavirus, sino de cómo decidamos responder.
Anwar Zibaoui. Coordinador General de la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo (ASCAME).
¿Nos conformaremos con reiniciar la máquina tal como está o tendremos en cuenta lo sucedido para aprender y evitar otras crisis futuras? ¿Vamos a reproducir los errores del pasado e intentar relanzar una economía idéntica que contamina y excluye? ¿O aprovecharemos la oportunidad única que presenta la salida de la crisis para reorientar nuestras economías hacia un modelo más sostenible e inclusivo? Estas son las preguntas que las cámaras de comercio, como representante del sector privado, deberían prepararse para responder.
El Covid-19 ha irrumpido en nuestras vidas y sus consecuencias serán duraderas.
Desde hace siglos, las cámaras de comercio han sido un motor clave en el desarrollo de millones de empresas, y han trabajado con gobiernos e instituciones para encontrar soluciones a los desafíos locales, regionales y globales y apoyar el sector privado. Es por ello que:
- El papel de las cámaras hoy en día es aún más relevante que nunca. Las empresas necesitan innovar continuamente para sobrevivir. Las cámaras están en una posición única para apoyar la configuración de soluciones para estos desafíos, permitir el desarrollo del sector privado y ayudar a las economías a lograr prosperidad y aprovechar oportunidades.
- Las cámaras desempeñan un papel activo como facilitadoras de la cooperación entre los sectores público y privado, que ha sido una fuerza importante detrás del notable progreso económico y social de muchas ciudades y países.
En el mundo post COVID-19, tener una voz en el espacio comercial internacional para reflejar los intereses nacionales o regionales es esencial para el crecimiento. Al trabajar juntas y compartir conocimientos, las cámaras de comercio pueden lograr objetivos comunes, mejorar la competitividad, y hacer avanzar a las empresas siguiendo estrategias de futuro que allanen el camino para un crecimiento sostenible. Además, las alianzas para lograr objetivos y progreso son el camino.