Tu propósito profesional es tu “¿para qué haces las cosas?”. Es aquello que da sentido a tu trabajo y está relacionado con un compromiso interno por intentar ser tu mejor versión.
Belén Martín Sanz. Directora territorial de Castilla y León en CaixaBank.
Creo que son pocas las personas que tienen una vocación cierta o muy clara. Para la mayoría, son los derroteros personales y profesionales los que van dando forma a nuestro “propósito profesional”. Pues ni las metas o aspiraciones son las mimas cuando empiezas a trabajar como becario, cuando llevas diez años trabajando o cuando ya tienes una extensa vida profesional. Cada fase tiene sus aprendizajes, experiencias y objetivos concretos, y en ese camino, en el que se suceden diferentes de ellas en las que los objetivos y criterios cambian, hay dos aspectos que son muy importantes: conocer muy bien tus habilidades y capacidades y planificar tu próximo movimiento laboral en línea con tu propósito o metas a conseguir.
Varias variables te facilitarán conocer en qué fase estás y te ayudarán a dar los siguientes pasos:
1.- Formación continua. No dejes nunca de formarte en las habilidades que te gusten, que te permitan seguir mejorando, que te abran conocimientos y oportunidades y que, en definitiva, irán modelando tu propósito y te ayudarán a poder ir avanzando en lo que quieres.
2.- Networking. Dentro y fuera de tu sector, crea tu red de contactos para compartir prácticas, ideas y conocimientos que te ayudarán a seguir creciendo como profesional.
3.- Ayúdate con mentores, personas de las que aprendes y que te pueden orientar en diferentes momentos. Pueden ser jefes, colegas, amigos o referentes profesionales. No tengas miedo de preguntar por su visión y compartir con ellos tus inquietudes.
4.- En cada ciclo o fase “enfoca tus objetivos” y reflexiona dónde estás y hacia dónde quieres ir.
Nuestros viajes profesionales pueden llevar algunos filtros, vueltas e incluso retrocesos, pero lo importante es ir cada vez más orientado a tu sentido como persona y como profesional.
Belén Martín Sanz es coautora de Lo que aprendimos durante el confinamiento.