Para ser creadores de valor debemos estar siempre abiertos a observar e incorporar nuevas oportunidades.
Albert Bosch. Aventurero y experto el liderazgo.
En mi expedición al Polo Sur cometí un gran error en relación con mi potencial de marca personal, mi capacidad de comunicación y mi generación de valor. El proyecto comportaba un Business Plan importante y complejo que se desarrolló durante casi dos años. Los dos últimos meses antes de partir hacia la Antártida fueron una locura; se me acumulaban mil temas que debía combinar con mi vida normal en el plano profesional, personal y familiar.
La agencia de comunicación que contratamos propuso un plan de acción, muy basado en los medios “tradicionales”, pero donde también aparecían los medios digitales y redes sociales. En 2011, las redes empezaban a contar con su espacio, pero no tenían un uso masivo como ahora; me propusieron hacerme una cuenta en Twitter y otra en Facebook. Instagram apenas se conocía.
Lo desestimé. Estaba saturadísimo de tareas y, además, tenía que incorporar un montón de nuevas capacidades para poder desenvolverme dos meses en total autonomía en uno de los lugares más aislados y extremos del mundo. Además, y, sobre todo, no me interesaba el mundo de las redes sociales, y afirmaba con rotundidad que mi mundo era el real, el que se toca, y no tenía ninguna intención de estar pendiente de compartir mis temas en un entorno virtual que me alejase de la realidad presencial.
Debemos romper con los prejuicios, apriorismos y pensamientos limitantes que todos tenemos por cultura, tradición o exceso de experiencia en una determinada actividad
DE OCASIÓN PERDIDA A APRENDIZAJE DE FUTURO
Durante los dos meses que duró mi expedición antártica tuve una enorme repercusión, tanto en medios de comunicación tradicionales, como en muchos blogs o en mi propia web. Entre 150.000 y 200.000 usuarios entraban cada día a mi página web. Fue un éxito de visibilidad, pero al no tener redes sociales, desaproveché ese impacto en el medio y largo plazo. Meses después, entendí la potencia de las redes sociales para alguien que, en gran parte, vive de su marca personal. Ahora, las redes son una herramienta clave para toda mi actividad. Con gran esfuerzo, tengo unos 10.000 seguidores en Twitter; pero si hubiese estado en esta red social durante mi travesía calculo que, como mínimo, tendría unos 150.000. Y eso es dinero, visibilidad, potenciación de mis otras redes sociales y, en definitiva, capacidad de liderar otros proyectos.
Fue un gran error del que me arrepiento muchísimo, pero del que he sacado un gran aprendizaje: nunca más voy a decir “esto no me interesa”; nunca más me dejaré llevar por mi soberbia, mis prejuicios o mis pensamientos limitantes. Si quiero soñar, proyectar y liderar proyectos en mi vida, en cualquier ámbito, necesito estar abierto a todas las oportunidades que me puedan generar valor.
Las mejores ideas e innovaciones no sirven para nada si no se aceptan por todas las personas de la organización
ALERTA: ¿PELIGRO DE REINCIDENCIA?
Hace aproximadamente un año me pasó algo parecido en relación con el Blockchain, y me encontré en medio de una conversación con personas muy conocedoras de esta novedosa tecnología, manifestando que era un mundo que no me interesaba en absoluto y que no me apetecía convivir con los activos digitales o un posible futuro metaverso. Pero a los dos días de aquella charla, me conecté con mi lección antártica con las redes sociales, y me negué a encasillarme en ese apriorismo que me podía hacer ciego por no querer abrir los ojos a un mundo que desconocía. Empecé a leer cosas para profundizar sobre el tema, y conecté con un amigo experto en ello.
El resultado es que estoy metido a tope en el Blockchain, participo en tres proyectos muy potentes y, además, el 8 de abril de 2022, fui la primera persona en el mundo que realizaba un reto deportivo utilizando Blockchain, creando junto con “Myoo.io” el primer NFT de un reto personal de la historia.
La velocidad de los cambios y con la que afloran y caducan las novedades e innovaciones requiere que esta mentalidad [exploradora] sea auténtica y constante
FACTORES CLAVE DE UNA MENTALIDAD ABIERTA
Sea cual sea nuestro rol en el mundo empresarial o profesional debemos enfocarnos a ser creadores de valor, y por ello tenemos que estar siempre abiertos a explorar nuevas oportunidades. Nos tenemos que prohibir expresiones como “siempre se ha hecho así”, “de esta agua no beberé” o “esto no me gusta o no me interesa”. Nuestra responsabilidad es ser curiosos, estar atentos y estar dispuestos a observar, aprender y probar nuevas oportunidades.
Por ello, desde mi experiencia, tanto en el mundo de la aventura como en el liderazgo de proyectos, comparto siete factores clave que deberíamos tener en cuenta para no perdernos oportunidades de innovación y poder tener una mejor visión para liderar nuestros proyectos hacia un futuro próspero:
- Visión exterior: intentar ver las nuevas oportunidades desde fuera de nuestra realidad cotidiana, y una vez conocidas, ver si pueden encajar en nuestra actividad y estrategia.
- Mirada abierta y diversa: romper con los prejuicios, apriorismos y pensamientos limitantes que todos tenemos por cultura, tradición o exceso de experiencia en una determinada actividad. Abrir la mirada a otras formas de hacer y de entender la vida y el mundo profesional.
- Motivación de la curiosidad: tanto a nivel personal como organizacional debe motivarse el interés por observar, conocer y extrapolar a lo propio, respecto a nuevas tecnologías, tendencias o innovaciones del mercado y la sociedad en general.
- Libertad creativa: crear un nivel adecuado de espacio y tiempo para que pueda plantearse o experimentarse la incorporación de una novedad. Evitando la presión en tiempo y resultados, y aceptando claramente la posibilidad de error. No hay creación de valor sin asunción de riesgo.
- Asumir la innovación: las mejores ideas e innovaciones no sirven para nada si no se aceptan por todas las personas de la organización. Asumir para integrar más que imponer para forzar.
- Plan concreto de implantación: llegado el momento, debe tomarse una decisión ágil y clara, estableciendo un proceso concreto de incorporación y seguimiento.
- Mentalidad exploradora: la velocidad de los cambios y con la que afloran y caducan las novedades e innovaciones requiere que esta mentalidad sea auténtica y constante. Debemos ser exploradores de nuevas oportunidades a tiempo completo, en cualquier sector y en cualquier circunstancia.
La innovación es esencial para impulsar la supervivencia y el éxito de las empresas en un entorno muy complejo, cambiante y ultra disputado. Pero no hay que incorporar innovaciones porque lo hacen todos, o para tener la sensación de que estamos a la última, o para parecer modernos; debemos observarlas, entenderlas e incorporarlas sólo si son generadoras de oportunidades y de más valor para la organización.
Aprovechemos la experiencia, nuestro know-how, pero nunca dejemos de interesarnos por los nuevos océanos de oportunidad e innovación que se abren constantemente delante de nuestro horizonte.