Vivimos en un mundo de grandes transformaciones. La pandemia y las crisis globales financieras, sociales, políticas, medioambientales y humanitarias están acelerando las demandas sociales y propiciando un cambio de roles por parte de empresas y ciudadanos.
GERARD VALLS TUÑÓN. Especialista en alianzas estratégicas en Save the Children España.
Nos encontramos en plena transición ecológica, digital y socioeconómica marcada por la polarización, las volatilidades de una economía global más interdependiente que nunca y por una ´nueva´ política. El periodo actual será crítico para diseñar un futuro mejor para las próximas generaciones.
Estos cambios atraviesan al mundo empresarial con una tesis clara: se está gestando una manera distinta de entender la colaboración entre empresas y sociedad. Una oportunidad para dejar atrás el tick the box, y, por primera vez, materializar conceptos de sostenibilidad a través de mayor inversión sostenible y mayor prioridad estratégica. En este nuevo escenario, las acciones de RSC dejarán de moverse exclusivamente al servicio de la mejora de la imagen, la ayuda al marketing o la reducción de las cargas fiscales para adquirir una función social hacia los grupos de interés en el marco de los ODS.
Como stakeholder experto y, en muchos casos, voz de la sociedad, las entidades sociales y ONG reúnen una combinación única de expertise técnica, know–how, experiencia, capacidad local, redes y enfoques probados para hacer realidad esta visión.
DE LA RSC A LA SOSTENIBILIDAD CORPORATIVA
El nuevo marco europeo para mejorar el reporting no financiero con el Corporate Sustainability Due Diligence Directive y la nueva taxonomía social supone un avance sin precedentes para que Europa lidere la transformación hacia un modelo económico sostenible basado en la lucha contra el cambio climático, el avance social y la gobernanza. Muchos expertos vaticinan un tsunami regulatorio durante esta década que obligará a las empresas a repensar su modelo de negocio a lo largo de toda la cadena de valor.
De este modo, inversión sostenible y criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo) se han convertido ya en conceptos muy presentes entre los comités directivos. Según The Wall Street Journal, en el primer trimestre de 2021, 21.500 millones de dólares fueron destinados a fondos de inversión ASG, mientras que Resilience Barometer de FTI Consulting reportó que el 87% de las grandes compañías españolas incrementó su inversión en sostenibilidad en el último año. Además, empresas como Mastercard vinculan ya los bonos ejecutivos a objetivos ASG.
LAS ONG, EL ETERNO ALIADO
Las ONG que han sucumbido a las sucesivas crisis recientes se han visto obligadas a repensar su modelo hacia sistemas enfocados en la medición de impacto y la trazabilidad, la rendición de cuentas, el bid management, la generación de value for money y la búsqueda de nuevos marcos de financiación y alianzas. Estos modelos se han asentado bajo la premisa de “we are not for profit, but not for loss” y han ido acompañados de unos procesos de transformación organizacional y de cultura interna sin precedentes.
Las ONG que han sucumbido a las sucesivas crisis recientes se han visto obligadas a repensar su modelo hacia sistemas enfocados en la medición de impacto y la trazabilidad, la rendición de cuentas, el bid management, la generación de value for money y la búsqueda de nuevos marcos de financiación y alianzas
Frente a las tres olas de desafíos actuales (conflictos, COVID-19 y cambio climático), las ONG están aplicando modelos más eficientes, transparentes e innovadores, invitando a las empresas a trabajar juntos en tres niveles. Primero, en el lugar de trabajo, garantizando el trabajo decente y los derechos humanos de los trabajadores en toda la cadena de suministro. Segundo, en el mercado, desarrollando productos y servicios sostenibles para garantizar un bienestar adecuado para los usuarios finales. Y tercero, a nivel de entorno y comunidad, promoviendo el desarrollo socioeconómico e inclusivo en las comunidades donde operan las empresas, especialmente en países en vías de desarrollo.
REVITALIZANDO LA ALIANZA MUNDIAL PARE EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Las empresas europeas están creando o reforzando sus departamentos de RSC, o reemplazándolos por Áreas de Sostenibilidad, bien en solitario o aliándose con expertos para generar cambios a escala. Estas colaboraciones dejarán de ser meras transferencias de recursos económicos para convertirse en alianzas transformadoras y de largo plazo alineadas con los objetivos comerciales y de sostenibilidad de la empresa. Alianzas con potencial para convertirse en referentes en sectores económicos estratégicos que incentiven la movilización de empleados y clientes y que generen valor compartido.
Este nuevo paradigma llega además en un momento único en España, donde ha existido una visión tradicionalmente asistencialista hacia el tercer sector, con la aprobación, por una parte, de la nueva Ley de Cooperación, que garantizará el 0,7% del PIB a la ayuda al desarrollo en 2030; y de los fondos Next Generation, por otra, que suponen una inversión estratégica sin precedentes.