Las tendencias de digitalización han experimentado una aceleración con motivo de la pandemia provocada por la COVID-19. Sin embargo, se ha detectado una escasez alarmante de talento técnico para implementar canales y estrategias digitales, ejecutar proyectos, integrar tecnologías o innovar en los procesos comerciales. Especialmente en la industria financiera, que está en un proceso de transformación digital a todos los niveles, incorporando soluciones para una banca online o métodos de pago digitales. ¿La solución? Centrar el talento en la aportación de valor añadido y recurrir justamente a la tecnología para dar respuesta. En este caso, el low-code.
Gabriela Giannattasio. VP EMEA de Veritran i membre de la “Learning Innovation Unit” de l’IESE.
¿Qué es el low-code?
Es una modalidad de construcción que permite desarrollar aplicaciones con poca programación tradicional y sin la necesidad de crear software desde cero, lo que facilita la construcción de soluciones digitales de calidad, seguras, escalables, con un time-to-market competitivo y que generan experiencias de usuario de primer nivel.
En ese sentido, el low-code desempeña un papel cada vez más importante en la industria, siendo necesario para atender a las demandas globales. De hecho, su proyección es tal que, según la consultora Gartner, se espera que para 2025 el 70% de las aplicaciones creadas por empresas se desarrollen mediante esta tecnología.
Crear alianzas estratégicas
Las soluciones basadas en tecnología low-code permiten a las empresas liderar sus planes de desarrollo interno en términos de costos y tiempo, en especial aquellas destinadas al mercado financiero. Frente a este escenario, es fundamental entonces que recurran a partners que desarrollen soluciones con tecnología low-code que ofrezcan no solo rapidez, sino garantías de seguridad, para poder continuar impulsando —sin complicaciones— la transformación que necesitan para seguir siendo competitivos dentro de su industria.
Retención del talento interno
Valorar a los empleados e impulsarles en su crecimiento profesional es fundamental para retener el talento interno. Así, es importante usar tecnologías, como el low-code, que eviten tareas más mecánicas o repetitivas para que los profesionales se puedan centrar en el aporte del valor añadido, con un enfoque más estratégico y vinculado al desarrollo del negocio y la innovación. Se trata de empoderar al talento, optando por perfiles que aporten valor añadido, y optimizar la programación con el uso de esta tecnología.