El Grup Voltes está especializado en infraestructuras (trabajos agrícolas, nivelación de tierras, canalizaciones, embalses, obra civil y edificación). Tiene su sede central en Térmens (Lleida) y delegaciones en Barcelona y Zaragoza. Ha realizado dos promociones industriales, una en Térmens, Polígono la Noguera, donde tiene ubicada su sede, y la otra en Vilanova de la Barca (Lleida). Actualmente supera los 130 trabajadores.
ORIOL AMAT. Catedrático de Economía Financiera de la UPF y economista.
“El crecimiento es la única fórmula posible para superar la recesión, el desempleo y el endeudamiento”.
Vicenç Voltes, director general corporativo de Grup Voltes
LOS INICIOS
El nacimiento de la empresa se produjo a raíz del sistema hereditario imperante en los años cincuenta en Lleida, que hizo que Vicente Voltes Bello se encontrara sin patrimonio alguno en los inicios de su vida profesional. En el mundo rural, desde la Edad Media, ha existido la necesidad de proteger la economía familiar evitando la división del patrimonio. Por eso, y hasta hace pocas décadas, existía la figura del heredero y la heredera, que hacía que el hijo mayor (el heredero) heredara todos los bienes de la familia. Cuando no había ningún hijo, la herencia era para la hija mayor (la heredera). Con este esquema, el heredero o la heredera recibían la masía, las tierras y todos los demás bienes. Por tanto, el resto de hijos debían trabajar para el hermano que había recibido toda la herencia o bien buscarse la vida, trabajando para otras personas, abriendo una tienda o taller, o emigrando. Otros hermanos también se hacían curas o monjas. El hermano que recibía toda la herencia tenía la obligación de cuidar de los padres y hermanos que se quedaran a vivir en la casa familiar. Hoy en día, la figura del heredero y la heredera ya no se utiliza y el más común es el reparto igualitario de los bienes entre todos los hermanos
«Ir bien vestido es poder pagar las deudas a su vencimiento».
Vicenç Voltes, director general corporativo
El caso es que Vicente, al ser el pequeño de cinco hermanos de una familia campesina de Térmens, no disponía de tierras ni de otros bienes. Fue a principios de los años cincuenta cuando, con poco más de veinte años y recién casado, se asoció con su cuñado para dedicarse a ofrecer servicios a otras explotaciones agrícolas. Al poco tiempo, Vicente, que era quien conducía el tractor, se hizo un buen nombre por su capacidad de hacer bien su trabajo y su visión empresarial. En 1954, se asoció con su hermano Pedro; compraron un nuevo tractor y crearon la empresa que hoy es el Grup Voltes para seguir realizando trabajos agrícolas como la nivelación de tierras y la transformación de fincas. Como curiosidad cabe mencionar que este primer tractor se lo vendió el padre de Antoni Brufau, el actual presidente de Repsol, que era de Mollerussa, un pueblo cercano. La dedicación de Vicente al trabajo era tan intensa que muchos días incluso dormía junto al tractor, haciendo relevos con los chóferes para mantener la actividad tanto de noche como de día, cuando las circunstancias lo requerían.
EVOLUCIÓN Y CRECIMIENTO
En sus inicios la empresa estaba especializada en las tareas que se realizaban para otras explotaciones agrarias; poco a poco empezó a ampliar su catálogo de actividades. Así, entró en el sector de las infraestructuras, tanto a nivel público como privado. Empezó a hacer obra civil (obra vial, ferroviaria, urbanizaciones…) y obra hidráulica (embalses, canalizaciones, sistemas de riego…). Posteriormente, empezó a construir edificaciones (centros educativos, sanitarios, deportivos, naves industriales, viviendas, edificios corporativos…). También diversificó sus actividades: adquirió y desarrolló el Polígono Industrial La Noguera y el Parque Empresarial Vilapark (polígono industrial de Vilanova de la Barca). Y en los últimos años, ha empezado a construir viviendas. En la figura 1 se acompaña la evolución de los ingresos en los que se comprueba el fuerte crecimiento durante los años previos a la crisis financiera mundial de 2008 y la caída posterior. A partir de 2018, el grupo ha vuelto a crecer con fuerza: las inversiones con maquinaria propia y la expansión en Barcelona han jugado un papel decisivo.
La evolución de los ingresos ha tenido un impacto en el crecimiento de la plantilla, como puede comprobarse en la figura 2.
LAS INFRAESTRUCTURAS: UN SECTOR CON BUENAS PERSPECTIVAS, PERO CON INCERTIDUMBRES
Las infraestructuras forman parte del sector de la construcción, un sector que en los años de la burbuja inmobiliaria (2005-2007) había llegado a representar el 10% del PIB español. En 2020, sufrió una importante caída a causa de los confinamientos y, en la actualidad, representa el 6% del PIB. Uno de los problemas que tiene este sector es que la elevada competencia hace que los márgenes se hayan reducido, perjudicando su rentabilidad. Sin embargo, de cara al futuro hay muy buenas perspectivas, ya que una parte importante de los fondos Next Generation impactará en el sector. Por eso, las previsiones de los próximos años anticipan que se puede producir un importante crecimiento (ver figura 3). De acuerdo con el World Economic Forum, el sector de la construcción y las infraestructuras son de los sectores económicos que experimentarán un mayor crecimiento en los próximos años. Sin embargo, en los últimos meses, la invasión de Ucrania, la elevada tasa de inflación y los problemas en los suministros están llenando el panorama de incertidumbres. La inflación, por ejemplo, está moviendo a los bancos centrales a subir los tipos de interés, lo que afectará negativamente en la economía.
VENTAJAS COMPETITIVAS
Al tratarse de una empresa familiar, antes de identificar sus fortalezas, podemos recordar los principales riesgos que explican que pocas empresas familiares lleguen a la segunda generación (sólo el 30% lo hace) y todavía son menos las que llegan a la tercera (sólo el 10%). Las principales causas de fracaso en las empresas familiares son la dependencia del fundador, la no adaptación a los cambios del mercado, la falta de financiación, los salarios demasiado altos de los miembros de la familia o el exceso de dividendos, la falta de profesionalización, el trato de favor a miembros de la familia, los conflictos por problemas sucesorios y la falta de consenso en las estrategias clave, entre otros.
De la estrategia de Grup Voltes, podemos destacar varios factores clave que explican su buena evolución y que pueden favorecer que se eviten las principales causas mencionadas de fracaso de las empresas familiares:
• Empresa familiar. Al tratarse de una empresa familiar, Grup Voltes tiene diversas características que contribuyen a su sostenibilidad en el tiempo. Cabe destacar, por ejemplo, la toma de decisiones con visión a largo plazo y lejos de orientaciones especulativas. Como empresa familiar profesionalizada, cuenta con un consejo de familia y un protocolo familiar que regula temas clave como la sucesión, contratación y retribución de los miembros de la familia. Los dos hermanos, Andreu (quien ocupa la Dirección Operativa) y Vicenç (es el director general y está a cargo de supervisar los temas corporativos y financieros) toman las decisiones por consenso. Todo ello favorece que puedan evitarse problemas como la falta de acuerdo en la estrategia, u otros como el trato de favor a familiares, los problemas sucesorios o la dependencia del fundador.
• Flexibilidad y adaptación al cambio. Desde sus inicios, la empresa ha tenido la flexibilidad suficiente para ir ampliando su catálogo de actividades, algo que le ha permitido seguir creciendo y adaptarse a los cambios en un sector muy competitivo como es el de la construcción e infraestructuras.
• Prudencia en finanzas. La prudencia financiera y los bajos dividendos son rasgos característicos de los grupos. Como dice Vicenç Voltes: “El empresario es optimista y cuenta con un espíritu de superación intrínseco, pero también debe ser prudente”. Esta política se caracteriza por los bajos dividendos, la continua reinversión de los excedentes y el poco endeudamiento que explican que los fondos propios superen el 61% de todo el activo. El bajo nivel de endeudamiento permite que la empresa no tenga ningún problema en atender sus compromisos de pago.
• Control integral. Dispone de medios humanos y maquinaria propia, con un nivel de especialización muy elevado. Así puede controlar todo el ciclo operativo desde que el cliente pide un presupuesto hasta el servicio posventa, una vez hecha la obra. Como ejemplo de buena calidad de servicio, cuando deben realizar una obra que puede afectar a diferentes comunidades de vecinos de una zona, propietarios de fincas u otras empresas, Grup Voltes cuenta con un equipo que contacta con ellos con el fin de anticipar y evitar posibles conflictos.
• Excelencia. La calidad de servicio es uno de los objetivos de la empresa. Como dicen Andreu y Vicenç Voltes, “perseguimos la excelencia en todo lo que hacemos. Construimos relaciones basadas en la confianza, la proximidad y la fiabilidad”. Grup Voltes dispone de las certificaciones UNE-EN-ISO 9001: 2015 (Sistema de Gestión de la Calidad), UNE-EN-ISO 14001: 2015 (Sistema de Gestión Ambiental) e ISO 45001: 2018 (Sistemas de Gestión de la Seguridad y Salud en el Trabajo) y de cumplimiento normativo (Compliance) ISO 37.201.
• Compromiso de las personas. Otro factor de éxito es la gestión del equipo humano y el talento. El grupo apuesta por el talento y la profesionalidad. Como dice Andreu Voltes: “El crecimiento debe ir acompañado de un alto nivel de profesionalidad. Contar con los mejores en cada área o especialidad ha sido un reto siempre presente y conseguirlo nos hace sentir muy satisfechos”. También es clave el compromiso de las personas: una muestra es que el 95% de la plantilla tiene contrato indefinido y que, pese al elevado crecimiento, el 39% de los empleados llevan más de diez años trabajando en la empresa.
• Sostenibilidad. La empresa asume el compromiso ambiental integrando criterios de ciclo de vida y construcción circular en toda la cadena de valor. Aplica medidas para reducir la huella de carbono a través de la eficiencia energética y el autoconsumo, la disminución de la contaminación, la gestión de residuos o el control del comportamiento ambiental de los proveedores.
• Responsabilidad Social Corporativa. Grup Voltes dispone de un código ético y de buen gobierno corporativo para garantizar un comportamiento profesional íntegro, riguroso y responsable, fiel a los principios y valores que guían a la empresa. El grupo colabora en causas solidarias y diferentes proyectos del ámbito de la salud, la cultura y el deporte, como el Instituto de Investigación Biomédica, la Asociación Española Contra el Cáncer, Cruz Roja, el Teatro de la Lonja de Lleida y otras actividades culturales y deportivas del territorio.
LOS RETOS DE FUTURO
De cara al futuro, la empresa propone consolidar la expansión geográfica y las nuevas líneas de actividad, especialmente en el mercado de la vivienda. Otro reto es aprovechar las oportunidades que ofrece la Revolución 4.0 (drones, digitalización…) introduciendo avances tecnológicos adaptados a la maquinaria, equipos de topografía y otros para mejorar y optimizar los procesos y aumentar la productividad. Por último, es necesario aprovechar el incremento de actividad que pueden suponer los fondos Next Generation, a pesar de las incertidumbres que provocan los riesgos actuales (guerra de Ucrania, inflación, subida de tipos de interés, restricciones en los suministros…). Dada la fuerte presión que puede existir para controlar el déficit y la deuda pública, la colaboración público-privada se presenta como una buena oportunidad para seguir creciendo en el ámbito de las infraestructuras. Como dice Vicenç Voltes: “De cara al futuro, hace falta mucha resiliencia empresarial, que es la capacidad de resistir lo inevitable. Últimamente nos ocurren situaciones imprevisibles, sobrevenidas, inesperadas. Primero, debemos digerir el choque de lo que está pasando y, después, reaccionar con mucha agilidad y rapidez. Es muy importante la capacidad de adaptación, una mentalidad muy flexible y una estrategia que nos permita adaptarnos continuamente. Más que planificar, que debe hacerse, debemos estar preparados para trabajar en escenarios de muy corto plazo”.
En resumen, una empresa que nació por la necesidad de salir adelante de Vicente cuando, a los veinte años, se encontró sin nada más allá de su talento y su capacidad de trabajo. Más de sesenta años de trabajo bien hecho y con tesón han permitido pasar de un tractor a un grupo empresarial diversificado y con 130 empleados.
“De cara al futuro, hace falta mucha resiliencia empresarial, que es la capacidad de resistir lo inevitable”.
Vicenç Voltes, director general corporativo