Ante nuestros retos vitales o empresariales, todas las personas deberíamos tener cerca a otras con experiencia, accesibles, que nos apoyen y nos den una opinión fiable, lo que llamamos mentores, y estar abiertos a sus observaciones.
Xavier Casares. Presidente de Amces-Asociación Española de Mentoring
Especialmente en el mundo emprendedor, el de las start-ups que buscan irrumpir en sus respectivos mercados con éxito, esa necesidad no solo se revela como una medida de prudencia, sino que resulta imprescindible para evitar errores por exceso de apasionamiento. Por eso el mentoring toma un significado esencial en este ámbito.
El mentoring consiste básicamente en dar buenos consejos y nos podría parecer que todo el mundo es capaz de eso, pero es algo más, bastante más.
El ejercicio del mentoring, que no cuenta en nuestro país con una titulación específica, requiere de experiencia y sentido común, que pueden ser innatos, pero además de un conjunto de habilidades y competencias que en todo caso deben formarse.
Saber escuchar, ser guía de un proyecto, marcar metas y prioridades, educar, aportar ideas, criticar constructivamente, apoyar a las personas, comprometerse con los retos, evaluar los progresos, son algunas de las competencias que deben demostrar los mentores y que los emprendedores tienen que valorar para convertirlos en sus mentores de confianza.
Pero ¿dónde encontrar a tus mentores a los que consultar en tus momentos cruciales?
Los mentores de garantía suelen ser personas muy respetadas en sus organizaciones y estar acreditadas por sus logros personales, profesionales o sociales. Los espacios idóneos para encontrarlos son la Universidad, las incubadoras, las aceleradoras y las asociaciones.