Bajo el explícito título de “Afrontando la inflación y el bajo crecimiento”, de obvias resonancias estanflacionistas, la OCDE ha publicado a mediados de septiembre su actualización de perspectivas económicas.
JUAN TUGORES QUES. Catedrático de Economía de la Universidad de Barcelona.
Se constata la debilidad del crecimiento económico, que se mantiene en niveles bajos, aunque positivos, pero con limitadas expectativas de mejora, mientras que la inflación subyacente continuará resistiéndose a bajar, más allá de la inflexión a la baja de la inflación general… a la espera de la evolución del petróleo y de otras materias primas.
Más allá del diagnóstico general, cabe señalar asimetrías importantes. La zona euro seguirá lastrada por los problemas de Alemania, con crecimiento negativo en 2023 y una revisión a la baja de la cifra para 2024, mientras que Estados Unidos mostrará cifras algo mejores que la zona euro, pero con revisiones a la baja respecto a anteriores proyecciones de la misma OCDE, algo delicado en un año como el 2024 de elecciones presidenciales. Entre las economías emergentes, destacan las cifras de la India y de Indonesia, mientras que se revisan a la baja las de China, que de todos modos se mantienen en valores relevantes, con expectativas de aumento de la inflación más significativas en un entorno global de moderación. En América Latina preocupa la evolución de Argentina (Brasil, por su parte, mostrará mejoras). Finalmente, está por ver la fiabilidad de las cifras relativas a la economía rusa.
Fuente: OCDE, Interim Economic Outlook, septiembre de 2023.