Aura Biosciences es una compañía biofarmacéutica de Boston (Massachusetts, Estados Unidos), fundada en 2009 por Elisabet de los Pinos (Verges, Girona). Su objetivo es hacer del cáncer una enfermedad curable y actualmente trabaja en oncología ocular y urológica.
ESTER OLIVERAS y ORIOL AMAT. Profesores de la Universitat Pompeu Fabra y economistas.
“Queremos evitar tomar un cóctel de medicamentos que, antes de salvarnos, nos matan.”
Elisabet de los Pinos,
fundadora y CEO de Aura Biosciences
1. LA PERSONA EMPRENDEDORA
Elisabet es la fundadora y CEO de Aura Biosciences. Es una científica, pero también una emprendedora, que ha creado la empresa desde cero. Es doctora en Biología Molecular por la Universitat de Barcelona y MBA por la IE Business School. También ha estudiado emprendimiento en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston. Realizó estancias postdoctorales en el Instituto de Medicina Molecular de la Mount Sinai School of Medicine de Nova York, en la Georgetown School of Medicine de Washington DC y en el Institute of Cancer Research de Londres. También trabajó tres años en la unidad de negocio de oncología de Eli Lilly & Co., donde formó parte del equipo de liderazgo responsable del lanzamiento en el mercado en Europa de un fármaco para el tratamiento del cáncer de pulmón. En 2006 decidió emprender su propio proyecto.
Es admiradora de Richard Branson, no tanto por inventar cosas, sino por reinventarlas y hacerlas más eficientes. Del perfil de Elisabet destacamos también su pasión por tener un impacto que mejore el mundo, la persistencia y el no tener miedo a ser disruptiva. A sus 8 años, esta hija de pediatra y médico de pueblo ya soñaba con mejorar los tratamientos del cáncer. Ha recibido varios reconocimientos: en 2009 fue incluida en la lista “Top 40 under 40” del Boston Business Journal, en 2010 fue considerada Technology Pioneer por el World Economic Forum y en 2014 Goldman Sachs la incluyó en la lista de las “100 personas emprendedoras más facinantes”.
Tenía 37 años cuando decidió crear Aura Biosciences. Al respecto, podemos recordar que las empresas exitosas las crean personas que están en la treintena, ya que esto favorece que, por un lado, tengan experiencia empresarial y, por otro, que hayan tenido la posibilidad de identificar oportunidades de negocio que permitan disponer de la idea que inspirará el proyecto empresarial. En palabras de Robert Scoble en la publicación Business Insider, “Elisabet es una persona que puedo mostrar a mis hijos y sobrinos como ejemplos que podrían emular cuando vayan a la escuela”. Sin duda, es una persona que puede inspirar a los jóvenes hacia una carrera científica y empresarial. Los jóvenes de hoy en día, cuando deben elegir qué estudios universitarios harán o cuando al acabar el grado deben decidir en qué van a trabajar, tienen pocos ejemplos inspiradores que puedan hacerles pensar en una dedicación a la ciencia. Por eso, el caso de Elisabet puede ayudar mucho en este sentido.
2. LIDERAZGO FEMENINO
Una perspectiva especial en el caso de Aura Biosciences es su liderazgo. Elisabet es una mujer en una industria dominada por hombres. En un informe del 2020, sólo una de cada cuatro start-ups estadounidenses tenía una mujer fundadora, sólo el 40% tenía al menos una mujer en el consejo de administración y sólo el 42% tenía al menos una mujer en un cargo ejecutivo. Y, de hecho, ella empezó la empresa en 2009 cuando los porcentajes eran aún más bajos. La mayor presencia de mujeres en el equipo directivo y en el consejo de administración de Aura Biosciences es un aspecto destacable y tiene efectos como, por ejemplo, la mejor conciliación entre trabajo y familia. Otro aspecto que destaca Elisabet es que considera que las mujeres son más prudentes en la gestión de riesgos y también a la hora de presentar la empresa a fondos de inversión o empresas de capital de riesgo. Sin embargo, la mayoría de los interlocutores de estas empresas son hombres.
Para visualizar el peso de la mujer en el mundo corporativo, en la Figura 1 se indican los porcentajes de mujeres en los distintos niveles de las organizaciones; representan el 75% en el nivel de entrada y el 32% en las posiciones más elevadas.
El liderazgo femenino de Aura Biosciences ha condicionado mucho el proyecto, sobre todo en las fases iniciales, cuando Elisabet acababa de llegar a Estados Unidos y encima no tenía un título universitario de universidad estadounidense de las que más cuentan. Por tanto, tuvo muchas más dificultades al principio. Pero todo cambió cuando logró el reconocimiento del World Economic Forum como Technology Pioneer.
3. LA IDEA
El cáncer es una de las principales causas de muerte hoy en día: mata a diez millones de personas cada año en el mundo. Los tratamientos son tan invasivos que hacen que sea muy difícil que los pacientes puedan llevar una vida normal: pérdida de cabello, náuseas y muchas complicaciones que pueden acabar siendo mortales. Los científicos han buscado durante mucho tiempo mayor precisión en la entrega de fármacos directamente a las células cancerígenas, evitando las sanas.
Elisabet se enteró de que un instituto de investigación del cáncer de Estados Unidos (el National Cancer Institute) había creado una nanopartícula de origen viral cuyas dimensiones le permitían circular fácilmente por los vasos sanguíneos y llegar a los tumores (un nanómetro equivale a una millonésima parte de un metro). Las nanopartículas virales pueden desarrollar muchas funciones y Elisabet tuvo la intuición de que podían ser el vehículo para llevar un fármaco exactamente al lugar donde están las células cancerígenas y a la vez activar el sistema inmunitario para eliminar los tumores de forma selectiva sin efectos secundarios. Esto permitiría aumentar la dosis de fármaco contra el tumor sin perjudicar a las partes sanas del cuerpo. A continuación, Elisabet consiguió la licencia exclusiva para la tecnología y fundó Aura Biosciences en los Estados Unidos para desarrollarla en Boston. Poco antes de emprender, se reunió con el profesor Harald Zur Hausen, un científico alemán que conocía esta tecnología de origen viral y que ganó en 2008 el Premio Nobel de Medicina, y valoró muy positivamente su propuesta de investigación.
4. EL PROCESO DE DESARROLLO DE UN MEDICAMENTO
Desde que comienza la investigación hasta que el medicamento es aprobado por las autoridades sanitarias, pasa por varias fases (Figura 2):
• Preclínica. Es la investigación que se realiza antes de probar el medicamento con humanos. Varios estudios estiman en un 30% los medicamentos que superan esta fase.
• Fase I. El medicamento empieza a probarse con un número reducido de personas, entre 20 y 80. Un 75% de los medicamentos supera esta fase.
• Fase II. Las pruebas se llevan a cabo con un número elevado de personas –entre 100 y 300– durante un período de 12 a 16 semanas. Un 50% de los medicamentos supera esta fase.
• Fase III. Las pruebas se llevan a cabo con un número muy elevado de personas –entre 300 y 3.000– durante un período de 6 a 12 meses. Un 58% de los medicamentos supera esta fase.
• Revisión de las autoridades sanitarias. Si se supera esta fase, ya se obtiene la autorización de las autoridades sanitarias (FDA en los Estados Unidos, por ejemplo) y comienza la comercialización. Un 87% de los medicamentos supera esta fase.
• Fase IV. En algunos casos, un tiempo después de iniciarse la comercialización, se lleva a cabo esta fase para probar el medicamento en grupos especiales de 1.000 personas o más (mujeres embarazadas, por ejemplo).
Para tener una idea del coste que supone obtener un nuevo medicamento, según Sertkaya et al (2016), los costes de los ensayos clínicos realizados en Estados Unidos oscilan entre 1,4 y 6,6 millones de dólares (fase I), entre 7,0 y 19,6 millones de dólares (fase II) y entre 11,5 y 52,9 millones de dólares (fase III). Otros estudios sitúan el coste total de conseguir un medicamento aprobado por las autoridades sanitarias en entre 20 y 102 millones de dólares.
5. OTRAS CLAVES DE ÉXITO
Hay otros factores que pueden contribuir al éxito de Aura Biosciences.
• Localización. Elisabet tuvo claro que su proyecto debía estar en Massachusetts, uno de los grandes clusters de la biotecnología. Ha sido de mucha ayuda, por ejemplo, para la obtención de financiación y la captación de talento.
• Equipo humano. El equipo directivo y el consejo de administración, liderados por Elisabet, están integrados por expertos con amplia experiencia en el desarrollo de medicamentos de oncología y oftalmología. La empresa tiene 70 empleados a tiempo completo y dos empleados a tiempo parcial, de los cuales trece tienen un máster o un doctorado. De estos empleados, 55 se dedican a la investigación y desarrollo y el resto son de desarrollo empresarial, finanzas, gestión jurídica y administración. Un elemento para tener en cuenta es que las empresas exitosas poseen sistemas de retribución variable. En el caso de Aura Biosciences, existe un sistema de incentivos en opciones sobre acciones para su equipo.
• Investigación al más alto nivel. Desde antes de crear la empresa, Elisabet estuvo en contacto con los centros de investigación de la especialidad más importantes del mundo y siempre ha seguido colaborando. En estos momentos, Aura Biosciences está trabajando en varios medicamentos que se encuentran en distintos estadios de desarrollo (Figura 3).
La principal apuesta de la empresa es el producto AU-011 (belzupacap sarotalocan, o bel-sar), que está centrado en el tratamiento del melanoma inicial del ojo. Es un tipo de tumor que afecta a 11.000 personas al año en los Estados Unidos y Europa. Es un cáncer que tiene un elevado índice de mortalidad, de un 50%, y un 70% de las personas que sobrevive se quedan ciegas. Así pues, el objetivo del bel-sar es reducir la mortalidad y el porcentaje de personas que se quedan ciegas a causa de este cáncer. Escogieron este tipo de cáncer porque afecta a un número de personas no muy elevado en comparación con otros cánceres y por este motivo pensaron que las grandes farmacéuticas no se dedicarían a ello. Se estima que el mercado para este producto es de unos 1.000 millones de dólares al año y no existe otra empresa que esté investigando este cáncer.
Aura Biosciences también tiene productos en fase I relacionados con el cáncer de vejiga, que cada año afecta a 570.000 personas en todo el mundo, de las que 165.000 acaban muriendo.
6. RETOS DE FUTURO
De cara al futuro de la empresa, habrá que ver cómo evolucionan los programas que tiene en curso. El mejor situado es el bel-sar, que se encuentra en fase III. En caso de que el bel-sar tenga éxito, la intención es comercializar el producto de forma global y seguir investigando para aplicarlo a otros tipos de tumores, como el de vejiga. Si se consigue, Elisabet habrá cumplido el sueño que ya tenía a los 8 años, y, como dice Richard Branson, “si no sueñas, no conseguirás nada”.