La presencia femenina en el mercado laboral de España ha crecido a un ritmo del 2,8% en las últimas cuatro décadas. Las mujeres ya representan cerca de la mitad de la población activa en España, pero su presencia es todavía inferior a la de muchos países europeos. El auge del empleo en sectores sanitarios y sociales suponen una oportunidad para conseguir una igualdad efectiva en el mercado de trabajo del país. Sin embargo, la poca presencia de las mujeres en profesiones técnicas y tecnológicas son la principal tarea pendiente.
Las mujeres representaban a finales de 2022 el 47% de la población activa de España. Estos datos, difundidos por el Ministerio de Trabajo y Economía Social corroboran el auge de la presencia femenina en el mercado laboral del país. Nunca había habido tantas mujeres trabajando en España, y nunca su incorporación en el mercado de trabajo había sido tan intensa. La incorporación de la mujer en la población activa ha crecido a un ritmo del 2,8% anual en las últimas tres décadas. Una cifra muy superior al auge de la presencia de hombres en el mercado laboral, que ha crecido a un ritmo del 0,7%.
Esto ha hecho que el 73% de los nuevos puestos de trabajo en los últimos 40 años hayan sido ocupados por mujeres. Y si la tendencia sigue la misma evolución, la presencia femenina en el mercado laboral del país alcanzará a la masculina.
A pesar del auge de la presencia de mujeres en mercado laboral español, las cifras se encuentran todavía lejos de la media europea. La tasa de actividad de las mujeres (el porcentaje de mujeres en edad de trabajar que trabajan) se sitúa en el 69%, frente al 77% entre los hombres. Un porcentaje que en el caso de los países nórdicos y anglosajones se eleva hasta el 76%.
SECTOR SANITARIO, SERVICIOS SOCIALES Y REVOLUCIÓN DIGITAL:
LAS OPORTUNIDADES Y DESAFÍOS DE LA PRESENCIA FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL
La dinámica ascendente de la presencia de mujeres en el mercado laboral de España se explica por múltiples factores. El estudio ‘La larga marcha de las mujeres hacia la paridad laboral: la revolución silenciosa’, laborado por el catedrático de economía de la Universidad Autónoma de Barcelona, Josep Oliver, constata un cambio estructural en el comportamiento de las mujeres con relación al mercado de trabajo. Sin embargo, la coyuntura política, social y económica también incide en el avance de la presencia femenina en el mercado laboral.
En este sentido, encontramos oportunidades y amenazas para alcanzar la paridad en la tasa de actividad laboral del país. La principal oportunidad la encontramos en el sector sanitario y los servicios sociales. Estas dos ramas de actividad, principalmente dominadas por mujeres, se encuentran en un contexto de auge en todo el país. Se tratan de empleos muy poco susceptibles de ser automatizados, y que cada vez requieren más recursos humanos. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 19,3% de los empleos de España están relacionados con estos dos sectores. Una cifra que ha crecido cerca de dos puntos en los últimos seis años y que se espera que lo siga haciendo en los próximos años. Además, se tratan de ramas profesionales claramente dominadas por mujeres. El 81% de los empleos en actividades sanitarias y de servicios sociales están ocupados por mujeres. Una cifra que se ha mantenido estable en los últimos años.
Sin embargo, hay otros sectores económicos en auge donde la presencia femenina se encuentra todavía en entredicho. Se tratan de los sectores más técnicos y digitales relacionados con las nuevas tecnologías. En España, tan solo el 22% de los empleos vinculados con la inteligencia artificial están ocupados por mujeres. Un porcentaje muy bajo que se explica por la poca presencia femenina en estudios STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). Si bien es cierto que el número de mujeres que apuestan por los estudios tecnológicos y científicos está en auge, la cifra es todavía discreta. La capacidad del sistema educativo, formativo y laboral del país de atraer talento femenino a estos empleos determinará la igualdad efectiva en la población activa de España.