La historia está llena de historias de líderes heroicos y sus hazañas épicas. Las empresas también prosperan con historias de CEO fuertes que se abalanzan para rescatar a empresas en dificultades. Mi investigación sugiere que depender de un líder centralizado podría no ser lo ideal. Esto se hizo evidente en un estudio de la dinámica emocional dentro del equipo directivo sénior de KleanCo, una empresa del FTSE 100.
Michael JarrEtt. Profesor de práctica de gestión del comportamiento organizacional en INSEAD
LA AUTORIDAD DEL CEO Y LA DINÁMICA EMOCIONAL DEL EQUIPO
Si bien un líder fuerte puede iniciar cambios rápidos, la investigación destacó las tensiones emocionales que la autoridad centralizada puede infligir sobre la empresa y sus ejecutivos de nivel superior. A menudo, estas tensiones conducen al fracaso tanto de la empresa como del CEO.
Durante el estudio de seis años, KleanCo hizo frente a cambios importantes. La empresa pasó de la supremacía del mercado a una dura competencia, lo que la obligó a una importante revisión de sus operaciones para detener su declive. Este cambio hizo que los ejecutivos de nivel superior pasaran por cuatro fases emocionales en relación con la autoridad del CEO: cumplimiento, ambivalencia, fragmentación y compromiso.
Al principio, la aceptación de la autoridad del CEO era fuerte y los directivos dependían en gran medida de su liderazgo. Sin embargo, conforme el desempeño de la empresa fue cayendo, se fue perdiendo la confianza en su liderazgo. Los esfuerzos del CEO por agilizar la toma de decisiones aumentaron las tensiones, creando luchas de poder que dividieron al equipo superior. Irónicamente, esto en realidad condujo a relaciones más fuertes entre los miembros de la junta directiva y los ejecutivos, lo que finalmente provocó la marcha del CEO.
Al principio, la aceptación de la autoridad del CEO era fuerte y los directivos dependían en gran medida de su liderazgo
CÓMO LIDERAR DURANTE EL CAMBIO
1. Construir consenso. En lugar de imponer decisiones, los líderes deberían fomentar la aceptación activa de los planes de renovación. Hay que formar coaliciones en torno a cuestiones críticas, garantizando que las partes interesadas participen en las decisiones que les afectan.
2. Escuchar atentamente. Los nuevos líderes deben resistirse a imponer soluciones sin comprender primero las perspectivas de las partes interesadas. Escuchar desde el principio puede disminuir la ansiedad y la tensión más adelante en el proceso.
3. Abrazar la diversidad. Los líderes heroicos pueden suprimir accidentalmente el compromiso del equipo. El liderazgo colectivo, impulsado por puntos de vista diversos, fomenta nuevas ideas, regula mejor el estrés y comparte la responsabilidad.
4. Celebrar los hitos. Reconocer los logros con regularidad mantiene el compromiso y el alineamiento durante el cambio. La retroalimentación positiva fomenta la confianza y la pertenencia.
En lugar de ir solo, un liderazgo eficaz en tiempos de cambio significa generar confianza y relaciones. Recuerde, los líderes genuinos caminan junto a sus equipos, creando un entorno que alimenta los éxitos colectivos.