En la economía del conocimiento, la I+D es la principal actividad que genera valor añadido. En una situación de recursos escasos debemos emplear la financiación pública de la I+D con la máxima eficacia y eficiencia. Debemos tener a punto sistemas para la evaluación de la I+D.
Dr. Jordi Mas. Director ejecutivo de AGAUR.
La evaluación de la I+D es una herramienta indispensable de la política científica ya que contribuye a la toma de decisiones sobre el funcionamiento de los programas en curso. A la vez, una correcta evaluación de la I+D debe dar plenas garantías a la financiación privada, más focalizado en la búsqueda de resultados comercializables.
De los procedimientos existentes, el más ampliamente utilizado por las agencias evaluadoras del mundo es el panel de expertos o peer review. Se basa en recabar la opinión cualitativa de expertos del tema en cuestión bajo unos criterios objetivos. Permite incorporar la experiencia acumulada de los evaluadores en la toma de decisiones.
En el caso de Cataluña, la Agencia de Gestión de Ayudas Universitarias y de Investigación (AGAUR) dispone de una base de datos de más de 5.000 evaluadores, tanto nacionales como internacionales, expertos en todos los ámbitos del conocimiento. De manera informatizada recoge las opiniones y los consejos de los evaluadores seleccionados sobre los procesos en marcha. Todas las evaluaciones se documentan siguiendo un proceso normativizado y riguroso.
Las nuevas tendencias en evaluación provienen de la capacidad tecnológica de acceder y analizar grandes cantidades de datos que superan los métodos bibliométricos tradicionales, contribuyendo así a complementar la información que tienen los expertos a la hora de evaluar. En otro sentido, recabar la opinión del público en general sobre los proyectos puede contribuir a reforzar la comunicación científica hacia la promoción de la función social de la ciencia.