Entre los años 2001 y 2007 el crecimiento económico en Cataluña fue notable. De 2001 a 2006 el crecimiento del PIB se aceleró hasta alcanzar el 4,2% este último año. La llegada de la crisis -finales de 2007, y sobre todo el 2008-, truncó este fuerte crecimiento, que en cuestión de dos años pasó de ser positivo a ser negativo.
Lluís Franco Sala. Presidente del Consejo de Trabajo, Económico y Social de Cataluña.
EN CATALUÑA, COMO EN EL CONJUNTO DE ESPAÑA, durante los años de expansión de la década de 2000, el sector industrial concatenó pequeñas aportaciones al crecimiento, tanto positivas como negativas, mientras que la demanda exterior registró detracciones sistemáticas. Hasta el año 2007 la construcción y los servicios fueron los puntales de un fuerte crecimiento basado en la demanda interna.
El estallido de la burbuja inmobiliaria y la crisis de las hipotecas subprime explican en buena medida el descenso del PIB en los años 2008 y 2009. Una situación que se extiende hasta 2013, con una recuperación tímida en 2010. Ese mismo año pero se produjo el inicio de una política de corrección del déficit de las administraciones públicas y de una necesidad de desapalancamiento de la deuda del sector privado de la economía, hechos que incidieron en una posterior contracción económica. A partir de entonces, la política monetaria se ha hecho progresivamente más acomodaticia, y desde 2014 se ha vuelto al crecimiento positivo.
Análisis por sectores
El sector de la construcción ha sido el que ha experimentado una evolución más negativa en el período de crisis. La industria, en cambio, ha mostrado un comportamiento mucho más procíclico: su papel fue clave en 2010, en el primer cambio de tendencia, y en la recuperación de los últimos años, aunque ha hecho aportaciones positivas, éstas han sido más modestas, especialmente si se comparan con las de otros sectores.
El sector servicios, por su parte, ha mostrado una tendencia más estable y positiva. Así, la categoría de comercio, hostelería, finanzas y otros registró aportaciones negativas sólo en los años de mayor contracción.
Finalmente, en cuanto al sector Administración pública, educación, sanidad y servicios sociales, en cambio, muy relacionado con el gasto público, ha realizado contribuciones negativas desde el 2011 al 2013. Una evolución que ha coincidido con los años de mayor consolidación fiscal.