Mientras trabaja en el desarrollo del Internet de las Cosas, imagina el futuro más allá de la Tierra, cuando la Red ya se haya consolidado en el espacio exterior. Hablamos con Vinton Cerf, uno de los «padres» de Internet y un ferviente defensor de las virtudes de una sociedad 100% interconectada.
EMMA BOUISSET
Fotos: La Salle-URL
En tan sólo 40 años, Internet ha pasado del mail en la web, las apps, la nube y ahora ya hablamos de la Internet de las cosas. ¿En qué punto se encuentra este proyecto?
La Internet de las cosas está apenas en sus inicios. Son muchas las empresas interesadas en participar de esta idea: programar sus dispositivos para que se puedan conectar a Internet. Pero no disponemos todavía de unas normas comunes para hacerlo. Con el tiempo lo conseguiremos, pero ahora la prioridad de las compañías pasa por llenar el mercado con productos de este tipo. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que si bien para los consumidores disponer de una aplicación para controlar un determinado aparato es una ventaja, se pueden volver locos si acaban teniendo 50 dispositivos conectados a la Red y para controlar cada uno de ellos deben utilizar una aplicación diferente. Por lo tanto, debemos encaminarnos hacia la coherencia. Necesitamos establecer unos estándares y necesitamos más normas de interconexión entre los diferentes dispositivos. Y, sobre todo, debemos centrar la atención en cuestiones como la seguridad, ya que queremos que estos dispositivos no fallen. No queremos que causen ningún daño o perjuicio, ni, por supuesto, lesiones. Deben ser seguros. No quiero leer un día un gran titular que diga: «100.000 neveras se hacen con el control del Banco de América». Por lo tanto, tenemos que trabajar para establecer sistemas de autenticación suficientemente fuertes como para que los dispositivos que forman parte de una casa, de una empresa o de una oficina sepan con qué dispositivos están autorizados a hablar y con cuáles no.
Por lo tanto, todavía hay trabajo por hacer…
Sí. Sobre todo en lo que comentaba: por cuestiones de normativa, seguridad y privacidad. Hay que reflexionar sobre la forma en que estos dispositivos funcionan y si la información que acumulan puede llegar a erosionar la privacidad de alguien y, tal vez, comprometer su seguridad. Debemos discernir si la información de la cual disponen, y que a priori parece inocua, puede convertirse en potencialmente peligrosa. Y hay que protegerse contra este hipotético acceso indebido.
«Internet crecerá hasta que la mayoría de los planetas estén interconectados»
Más trabajo. Hábleme de la futura InterplanetNet. Parece un proyecto impresionante…
Bueno, de hecho ya está en funcionamiento entre la Tierra y Marte. Pero el verdadero cambio debería producirse a partir del período 2020-2030-2040, cuando las nuevas naves espaciales que se envíen para hacer misiones robóticas -o quizás hasta para transportar astronautas- puedan ser reprogramadas, una vez completen su misión, para funcionar como nódulos de una red troncal de almacenamiento y retransmisión. Y esta es la parte que más me entusiasma porque se puede intuir cómo esta red crecerá para apoyar las nuevas misiones robóticas y humanas. Y esto hará que sea posible obtener información que con el sistema actual de comunicaciones es imposible conseguir. Así que espero que el sistema interplanetario sea algo que se extenderá con el uso y apoyará la exploración del espacio.
¿Significa esto que podemos llegar a «abandonar» la Tierra en el futuro?
Bien. Si nos referimos a «en el futuro», supongo que sí. A corto plazo, sin embargo, la previsión es que la red crezca hasta que la mayoría de los planetas estén interconectados. Hay también un proyecto a más largo plazo para enviar una nave espacial a la estrella más cercana dentro del sistema Alfa Centauri, que se encuentra a 4,3 años luz. Esta es una larga distancia si se tiene en cuenta que los cohetes actuales tardarían unos 65 a 70.000 años en llegar. Sin embargo, ya hay nuevos diseños de propulsores iónicos que podrían llegar a viajar a la velocidad de la luz. E incluso un 20% más rápido. Y esto sería suficiente para llegar hasta Alfa Centauri en 100 años. Lo que no está nada mal.
Volvemos a la Tierra. Sin duda Internet ha cambiado no sólo la forma de comunicarnos y relacionarnos, sino también cómo hacemos negocios, trabajamos y consumimos. Y lo ha hecho con tanta rapidez que muchas industrias ahora sufren las consecuencias. Por ejemplo, el mundo cultural: ¿sabe que en España cerca del 88% de todos los contenidos consumidos en 2015 eran ilegales(1)?
¿El 88%? No estoy del todo seguro de que este dato sea exacto. Lo que sí puedo afirmar es que trabajamos mucho para detectar el material protegido con copyright que se cuelga en Youtube. Ahora bien, si hablamos de intercambio de archivos… La gente también comparte libros. Esta es una de las partes más interesantes de los modelos de negocio. Si yo me compro un DVD y te lo dejo, nadie ve nada ilegal. Pero si te lo envío, reclaman que es una violación de los derechos de autor para que la presunción es que yo lo seguiré viendo después de proporcionar hacerte una copia. ¿Pero qué pasa si yo no lo miro nunca más? El concepto de los derechos de autor se construye alrededor de los medios fijos que son difíciles de reproducir y se ha hecho un gran esfuerzo para que los modelos de negocio en el mundo en línea coincidan con esta idea de «difícil de reproducir», con la particularidad de que no lo digital no es difícil de reproducir. En este sentido, encuentro muy interesante lo que hicieron los de I-tunes. Básicamente dijeron: «Está bien, lo entendemos. Usted no quiere comprar todo el álbum, sólo le interesa escuchar una canción. Así que le permitiremos comprar esta canción por 99 centavos.»
Sobre el Internet de las Cosas: «Tenemos que centrar la atención en cuestiones como la seguridad, ya que no queremos que los dispositivos fallen o causen daños, perjuicios, ni, por supuesto, lesiones. Deben ser seguros. No quiero leer un día un gran titular que diga: ‘100.000 neveras se hacen con el control del Banco de América’.»
Apple, sin embargo, es una gran empresa. En Cataluña, cerca del 80% del tejido empresarial lo conforman pymes y autónomos. Internet las ha cambiado…
Internet ha cambiado el periodismo y ¡algunas personas culpan a la Red de los problemas de la industria editorial! Pero creo que esto no es del todo justo. El consumo de medios físicos ya iba a la baja incluso antes de que existiera Internet. Así que el problema fundamental tienen que ver con el producto de papel, porque los consumidores ya no lo tienen en la misma estima que antes.
¿Y cómo lo tenemos que hacer para adaptarnos a esta nueva realidad?
Tenemos que repensar lo que significan las noticias. Y debemos separar el concepto de noticias del concepto de periódico, por ejemplo, porque este ya no es el medio adecuado. En este sentido, nosotros hemos tratado de ayudar a los editores de noticias a monetizar su información mediante Google News: desde el buscador los lectores pueden hacer clic sobre la historia que les interesa leer y nosotros los reenviamos hasta la fuente, al editor original . Y si el editor quiere cobrarles un precio por el acceso a sus noticias, o bien quiere ofrecerles una suscripción, a nosotros ya nos parece bien. No tenemos nada que objetar.
Otra de las críticas que más a menudo recibe la Red hace referencia a la privacidad / protección de datos. ¿Es esta una de las mayores debilidades de Internet?
No hay duda de que hay personas que abusan de Internet y dañan a otros usuarios que utilizan la Red como una herramienta. Y a menudo lo hacen desde una jurisdicción diferente, desde otro país, provocando un problema internacional. Hay tres maneras de luchar contra esto: mediante restricciones técnicas, legales y morales. Y es increíble cuán poderoso puede ser un sistema moral. Si suficientes personas de una comunidad alzan la voz para pedir que algo no ocurra, no pasará.
«Internet ha cambiado el periodismo y ¡algunas personas culpan a la Red de los problemas de la industria editorial! Pero creo que esto no es del todo justo. El consumo de medios físicos ya iba a la baja incluso antes de que existiera Internet.»
El año pasado usted alertó sobre el peligro de que la obsolescencia del hardware y el software nos haga perder nuestros archivos digitales, la llamada «Digital Dark Age». ¿Han encontrado ya la solución?
Hay algunos medios técnicos para la preservación de la información digital y creo que deberíamos usar ya todos aquellos que funcionarán. Lo que me preocupa es que gran parte de la razón por la que no podemos acceder a toda la información digital es que no tenemos lectores para leer todos los medios, por lo que la única solución es poner lectores o emuladores en la Red que puedan ejecutar programas obsoletos.
¿No hay que preocuparse, entonces?
Bien. Legalmente aún tenemos que averiguar bajo qué circunstancias podemos obtener descripciones precisas de las instrucciones del hardware que queremos emular y quién puede tener acceso. Y nadie tiene una buena respuesta todavía.
Hoy en día, el mundo ya se divide entre los que tienen acceso a la Red y los que no. Pero tener conexión todavía es un lujo para muchas personas. ¿Qué debería hacerse para que algún día Internet esté al alcance de todos a coste cero? ¿Es factible?
No está claro si llegaremos a un coste cero, pero sin duda queremos abaratar el acceso. Y creo que la buena noticia es que la tecnología nos está ayudando. Cada vez es más económico fabricar smartphones, por ejemplo. También creo que las frecuencias que utilizamos para las radios subirán, y cuanto más arriba vayan, mayor será el ancho de banda, lo que aliviará un poco la congestión. También es concebible que a medida que el Internet de las Cosas siga evolucionando, y cuando todos los edificios dispongan de un aparato conectado a Internet, la situación sea la siguiente: acceso gratuito a los vecinos del edificio por medio de la conexión de empresas que estén dispuestas a compartirla, siempre y cuando la carga no sea demasiado grande. He visto ejemplos en Cuba. Y es que hay vías para reducir la brecha digital. Pero es muy importante abaratar su coste.
«Hay tres maneras de luchar contra el cibercrimen: mediante restricciones técnicas, legales y morales. Y es increíble cuán poderoso puede llegar a ser un sistema moral.»
Internet, como catalizador del Quinto poder, ¿qué papel juega en la resolución de problemas globales como son el cambio climático o la más reciente crisis de los refugiados? Y en el campo de la educación, ¿se aprovechan bien sus recursos? El vicepresidente de Google responde a estas cuestiones:
Globos para ampliar la cobertura
«Sabía que la pregunta más común que hace un refugiado es: ‘Tienes wifi?’ Esto, a la vez, es muy satisfactorio y terrible, porque quisiéramos poder suministrarlo a todas partes y todavía no es posible. Google ha estado invirtiendo en el lanzamiento de unos globos aerostáticos situados a 15 km de altura que son capaces de ofrecer servicios de Internet, ya que aumentan la cobertura de la región (actualmente los estamos probando comercialmente en Sri Lanka). Y esto es muy útil. Especialmente para las personas que viven en zonas rurales o se encuentran en movimiento.»
Despertar conciencias
«El cambio climático es un problema muy grave. Creo que hemos conseguido despertar un buen número de conciencias. Pero hay que hacer mucho más. La gran preocupación que tenemos en este momento es que si no reducimos los niveles de CO2, los hidratos de metano que se encuentran ahora mismo en los océanos, cerca de las costas, subirán a la superficie y se liberarán, y son 27 veces más potentes en términos del calentamiento global que el CO2. Así que espero que controlemos realmente el problema de carbono a tiempo o si no vamos a dejar a nuestros hijos y a nuestros nietos un mundo realmente terrible para vivir. Que el pasado mes de mayo fuera el más cálido de la historia me estremece. de alguna manera tenemos que convencer a la gente de que todos contamos en la lucha contra el cambio climático.»
Aprender haciendo
«Hay una franja de población joven que ha convertido la Academia Khan (2) , por ejemplo, o Youtube y Facebook en su principal fuente de información para ciertas temáticas. Esto es un fenómeno interesante: la Red cada vez se usa más para obtener información. Pero debemos repensar cómo aprendemos. En una clase, el profesor habla, pero el alumno no hace gran cosa. Y creo que se aprende mucho más rápido cuando uno mismo hace las cosas. Así que, en la medida que se pueda utilizar Internet para involucrar a los estudiantes en la exploración científica o en la lectura comparativa, la Red es positiva. No creo, sin embargo, que hayamos averiguado todavía la mejor manera de poner esto en práctica. Pero sí espero, sinceramente, que Internet se convierta en un medio mucho más habitual en la escuela y en el campo del aprendizaje.»
Vinton Gray Cerf es ingeniero y tecnólogo estadounidense. Nacido en New Haven, Connecticut, en 1943, se
licenció en Matemáticas y Ciencias de la Computación en Stanford University y es Master in Science y Doctor en la Universidad de California (UCLA). Actualmente es vicepresidente mundial de Google («Chief Internet Evangelist»).
El considerado «padre de Internet» (colaboró, junto con Robert Kahn en el desarrollo del conjunto de protocolos TCP / IP) estima que el «derecho al olvido» se enfrenta al «derecho a saber» y, por tanto, no tiene sentido técnicamente, y también sostiene que la industria de la televisión debe dejar de ver la Red como una amenaza ya que es todo lo contrario: una gran oportunidad. Asimismo, en un libro publicado recientemente coescrito con David Nordfors, Disrupting Unemployment, propone utilizar la tecnología y la innovación para crear puestos de trabajo y mejorar la satisfacción laboral de las personas, ya que, a su juicio, la tecnología no incrementa el paro.
(1) Fuente: Observatorio de piratería y hábitos de consumo digitales, 2015.
(2) Khan Academy es una organización educativa sin ánimo de lucro que ofrece conferencias cortas en forma de vídeos de YouTube.