Hace casi un aƱo, la Asamblea General de la ONU adoptĆ³ la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acciĆ³n a favor de las personas, el planeta y la prosperidad que tambiĆ©n tiene la intenciĆ³n de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia distribuido en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Para hablar sobre los principales retos que recoge este documento, contamos con la colaboraciĆ³n de siete colegios profesionales que nos dan su visiĆ³n desde su Ć”mbito competencial. En este artĆculo, tratamos el noveno objetivo: cĆ³mo construir infraestructuras resilientes, promover la industrializaciĆ³n inclusiva y sostenible, y fomentar la innovaciĆ³n.
Texto: Oriol Altisench. Decano del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de CataluƱa.
Naciones Unidas, en el documento que describe la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, hace una emotiva llamada basada en el principal dilema que tiene planteada la humanidad: somos la primera generaciĆ³n que tiene opciones reales para poner fin a la pobreza y, muy probablemente al mismo tiempo, la Ćŗltima con opciones genuinas de salvar el planeta. Este es y debe ser el principal reto de la ingenierĆa hoy.
Y es que posiblemente haya pocas actividades profesionales como la ingenierĆa de caminos tan decisivas para alcanzar los retos marcados en la Agenda 2030 de la ONU. En efecto, buena parte de los objetivos esenciales estĆ” en manos de la ingenierĆa civil, tales como garantizar la disponibilidad y la gestiĆ³n del agua y el saneamiento para todos; garantizar el acceso a la energĆa asequible, fiable, sostenible y moderna; construir infraestructuras resilientes; lograr que las ciudades y asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles; promover la industrializaciĆ³n inclusiva y sostenible que fomente la innovaciĆ³n, o adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climĆ”tico y sus efectos.
Podemos afirmar que para los ingenieros de caminos no es una cuestiĆ³n de militancia, es simplemente una cuestiĆ³n de deber. La capacidad que tenemos de actuar sobre el territorio es inmensa si la comparamos con la de otros profesionales y, por tanto, debe ser igual de relevante nuestra responsabilidad para dar las respuestas necesarias que permitan un desarrollo de base sostenible.
Para una profesiĆ³n como la ingenierĆa de caminos, con una vocaciĆ³n y espĆritu humanista como la que ha inspirado la obra de compaƱeros como CerdĆ , GarcĆa Faria, Duran Farell, Serratosa o Vilalta, resulta obligado orientar nuestra actuaciĆ³n profesional al servicio de la sociedad y las personas.
Esta responsabilidad derivada del ejercicio profesional de la ingenierĆa civil conlleva un firme compromiso con la sostenibilidad del territorio. Por eso estamos apostando por impulsar iniciativas de economĆa circular, especialmente en las interacciones del agua, la energĆa y los residuos, aportando una visiĆ³n transversal en estos vectores claves para obtener un desarrollo sostenible.
Somos la primera generaciĆ³n que tiene opciones reales de poner fin a la pobreza y, muy probablemente al mismo tiempo, la Ćŗltima con opciones genuinas de salvar el planeta
Un trabajo de todos
Pero no lograremos los objetivos sin la aportaciĆ³n de los profesionales de la ingenierĆa, sin la participaciĆ³n de la ciencia, la tecnologĆa y la innovaciĆ³n y la creaciĆ³n de capacidad. SerĆ” necesario, ademĆ”s de la complicidad de profesionales como los ingenieros de caminos y la apuesta decidida de las administraciones pĆŗblicas, el compromiso firme de la inversiĆ³n e innovaciĆ³n privada, como grandes motores para una productividad y crecimiento inclusivo que permita transformar la empresa privada en un instrumento para el desarrollo sostenible.