En 2015 se convirtió en la primera mujer al frente del consistorio barcelonés encabezando un nuevo partido político, Barcelona en Comú, que aglutinaba un grupo de personas provenientes, como ella, del movimiento vecinal, la academia y el activismo social. A punto de alcanzar el ecuador de su mandato, repasamos con Ada Colau (Barcelona, 1974) qué objetivos fundacionales prevalecen y qué ámbitos son los que ahora ocupan la primera plana de la agenda política de la ciudad.
Text: Esther Escolán
Fotos: Ignacio Adeva
¿Qué factores cree que favorecieron su elección como alcaldesa?
Que, contra todo pronóstico, yo haya terminado al frente del Ayuntamiento de Barcelona es todo mérito de una ciudad tan excepcional que ha hecho posible este cambio. Yo soy la cara visible, pero tengo muy claro que no estaría aquí si detrás no hubiera un cambio realmente sustantivo y colectivo a nivel cultural.
Precisamente ustedes proponían un mandato de cambio y de diálogo. ¿En qué ámbitos se ha avanzado más?
Lo más importante es que, en cuanto hemos llegado, hemos logrado cambiar radicalmente la agenda política. Temas antes secundarios, como las personas, ahora son prioritarios. Y esto se traduce, evidentemente, en, tal y como nos comprometimos, priorizar la política social en un momento en que el principal reto de la ciudad sigue siendo la desigualdad.
¿Y cómo se encara ese reto? ¿Qué ha hecho su gobierno para combatir el crecimiento de estas desigualdades?
Hemos duplicado la inversión social en los presupuestos; se ha instaurado un plan de choque social en el que se han triplicado los planes de ocupación laboral; se ha duplicado la renta infantil para las familias con menos ingresos, se ha triplicado el número de becas comedor, etc. Hoy hay una serie de inversión social necesaria para las personas de la ciudad que peor lo estaban pasando.
Al margen de estas ayudas, ¿qué otros cambios estructurales están promoviendo?
Muchos y muy diversos. Y es ahora, a medio mandato y fruto de este cambio de prioridades que decíamos, cuando se están empezando a ver. Tanto en materia de política social (destacan las políticas de vivienda en las que hemos cuadruplicado la inversión), como, también, en el ámbito económico (donde hemos llevado a cabo algo totalmente necesario en esta ciudad, que es gobernar el turismo para garantizar precisamente su sostenibilidad).
Sobre el PEUAT: “Lo único que constatamos es que había que poner orden, ya que, después de que los alojamientos turísticos crecieran un 18% en sólo cinco años, había indicios de burbuja y desequilibrio. Se necesitaba un liderazgo público y gobernar con una mirada a largo plazo, y no meramente electoralista.”
Justamente, hábleme de cómo se gestó el Plan de Alojamientos Turísticos, conocido como el PEUAT.
Al principio, todo el mundo se nos echó encima diciendo que esto frenaría el turismo; ahora hemos demostrado que no sólo no ha pasado eso, sino que la actividad turística –que representa el 13% de nuestro PIB– ha continuado creciendo. Lo único que constatamos es que había que poner orden, ya que, después de que los alojamientos turísticos crecieran un 18% en sólo cinco años, había indicios de burbuja y desequilibrio. Se necesitaba un liderazgo público y gobernar con una mirada a largo plazo, y no meramente electoralista pensada para un período de cuatro años.
¿Qué ejes conforman, pues, esta intervención a largo plazo?
En el ámbito turístico, se basa en desarrollar un plan que no sólo contempla la regulación, sino también una mayor diversificación. Estamos trabajando para potenciar la economía digital. Se acaba de celebrar el Mobile World Congress, el cual nos da visibilidad a nivel mundial, pero debemos ser capaces de aprovechar este impacto todo el año para desarrollar un tejido productivo de start-ups. Barcelona está muy bien posicionada en Europa para ser un hub de start-ups y estamos trabajando de manera conjunta con la Fundación de la Capitalidad del Móvil para conseguirlo. También hemos favorecido el acceso al Mobile, a través de Barcelona Activa, a un grupo de pymes que de otro modo no lo habrían podido hacer. El año pasado accedieron 10 start-ups y este año, 24. También hemos promovido el acceso de 50 pequeñas empresas de polígonos industriales periféricos como el del Besós.
Otros ámbitos como la economía verde y social también se están impulsando, ¿no es así?
Barcelona acumula una gran trayectoria en economía social y cooperativa, un ámbito que genera miles de puestos de trabajo y donde se están produciendo experiencias innovadoras. Hemos dado un impulso definitivo en Can Batlló, un proyecto que, a su vez, ha dado lugar a Coopolis, una cantera de cooperativas. El cambio de prioridades ha favorecido también que poner freno a la contaminación sea un imperativo, algo que pasa por planes de movilidad que han hecho que se tripliquen los carriles bici en sólo dos años; y por una fuerte apuesta por el transporte público, congelando tarifas y aumentando la inversión. También estamos trabajando en una estrategia articulada de contaminación con toda el área metropolitana y sus ayuntamientos.
“Si bien es cierto que la política laboral no es competencia estrictamente municipal (…) hemos destinado 240 millones de euros en vivienda y promoción económica, dos temas estratégicos como ciudad, haciendo énfasis en autónomos y pymes, que constituyen más del 90% del tejido económico real.”
¿Qué papel juegan emprendedores y autónomos dentro de este ecosistema a priori lleno de oportunidades? ¿Lo tienen suficientemente fácil?
¡Hasta ahora, claramente no! Y lo digo como exautónoma que sabe perfectamente de qué va la historia. Te tratan como si fueras un gran empresario que tuviera una gran estructura cuando es todo lo contrario. Si bien es cierto que la política laboral no es competencia estrictamente municipal, reconocemos que hasta ahora no existían suficientes políticas de apoyo, y hemos querido implicarnos en revertir la situación. Por eso hemos destinado 240 millones de euros en vivienda y promoción económica, dos temas estratégicos como ciudad, haciendo énfasis en autónomos y pymes, que constituyen más del 90% del tejido económico real.
¿A través de qué instrumentos están impulsando estas dos esferas?
A través de equipamientos como Barcelona Activa y de mecanismos indirectos como la contratación pública, donde hemos elaborado, por primera vez, una guía de contratación que fija las premisas sociales y medioambientales que deben cumplir las empresas que quieran trabajar con el Ayuntamiento de Barcelona, y que también ha servido para facilitar el acceso de las pymes a la gran contratación pública. En la guía también hemos fijado que una gran empresa que trabaje con nosotros debe cumplir los requisitos del Ayuntamiento en cuanto al pago de sus proveedores, de forma que si no les paga a tiempo sea el Ayuntamiento quien lo haga directamente. De alguna manera, nos hacemos corresponsables de las buenas prácticas de nuestros proveedores.
“Yo no recuerdo que a ninguno de mis predecesores hombres les hayan acribillado con preguntas sobre cómo lo harían para combinar paternidad y alcaldía. En mi caso, en cambio, ¡todo el mundo ha opinado sobre si tenía que coger la baja! Pero si mi embarazo ha servido para trasladar el debate a la primera plana política y mediática, a mí ya me sirve.”
A la corresponsabilidad, sin embargo, parece que todavía le queda mucho camino por recorrer, sobre todo en el ámbito familiar, lo que incide especialmente en la carrera profesional de las mujeres. ¿Usted cómo lo vive?
Es un tema que yo particularmente llevo muy bien. Estoy viviendo esta segunda maternidad muy feliz y convencida. La decisión más saludable que tomé el año pasado ha sido quedarme embarazada. Ahora bien, lo que sorprende y no debería sorprender es que, en cuanto lo hice público, se inició una polémica que no es necesaria. Y aquí es donde ves que hay algo que no funciona. Yo no recuerdo que a ninguno de mis predecesores hombres les hayan acribillado con preguntas sobre cómo lo harían para combinar paternidad y alcaldía. En mi caso, en cambio, ¡todo el mundo ha opinado sobre si tenía que coger la baja! Pero si mi embarazo ha servido para trasladar el debate a la primera plana política y mediática, a mí ya me sirve.
La solución a la conciliación pasa, en su opinión, por fijar las bases de una paternidad compartida entre ambos géneros?
Nosotros hemos situado el tema de las mujeres y la conciliación en el centro de nuestra agenda. La tarea de cuidar es un trabajo necesario socialmente; otra cosa es que no haya sido ni valorada ni computada. Es esencial para la vida tanto de hombres como de mujeres, de ahí que haya que avanzar hacia la idea de corresponsabilidad, porque la crianza o el cuidado de personas mayores y / o dependientes no es tarea exclusivamente de ellas. Es un tema que afecta de lleno a nuestro modelo de ciudad y ha llegado para quedarse.
«Al final del mandato habrá que reflexionar como formación política, pero mi predisposición existe. Cuando llegas te das cuenta de que todas las políticas que necesita una gran ciudad no pueden implementarse en sólo cuatro años.”
¿Y usted también se queda? ¿Ada Colau se presentará nuevamente a la alcaldía de Barcelona, una vez expire este mandato?
Al final del mandato habrá que reflexionar como formación política, pero mi predisposición existe. Cuando llegas te das cuenta de que todas las políticas que necesita una gran ciudad no pueden implementarse en sólo cuatro años. Ahora hemos puesto en marcha un montón de actuaciones que han modificado la agenda política, pero virar unas inercias tan fuertes y observar resultados en actuaciones que, además, implican trabajar de la mano con otras administraciones como la Generalitat o el Estado, requieren dos o tres mandatos.
¿Alguna otra aspiración política?
Estar al frente del Ayuntamiento es un ideal de máxima realización. A veces me preguntan si pienso en la Generalitat o el Estado, como si un Ayuntamiento fuera poco, cuando es la administración más cercana a la ciudadanía. Actualmente, las ciudades estamos llamadas a ser un agente político cada vez más importante, una visión que ya tuvo Pasqual Maragall. En un momento global como el actual, donde todo evoluciona tan rápidamente, los estados se han estancado como estructuras obsoletas que no se encargan de los temas a priorizar. La ciudadanía les va por delante con respecto a trabajar en red y por objetivos. Nosotros nos hemos unido con otras ciudades del área metropolitana, Cataluña, España, Europa, América Latina, etc., para trabajar en red en temas como la mejora de la contratación pública, la lucha contra el cambio climático y los desahucios, la crisis de los refugiados, etc. Y este es un elemento clave de la nueva política del siglo XXI donde las ciudades, como las mujeres, estamos llamadas a ser agentes políticos y de cambio.