La medicina personalizada tiene como objetivo adaptar el tratamiento médico a las características individuales de cada paciente. Para conseguirlo es necesario acumular conocimiento del individuo y de la enfermedad. La investigación científica es el instrumento que nos permite progresar hacia ese objetivo.
Mateo Valero. Director del Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación.
Enric Banda. Senior advisor del Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación.
La investigación es un trabajo apasionante. Todavía más cuando se intuye o visualiza que los resultados pueden servir para mejorar el bienestar de la sociedad. Así es en medicina. Y cuando se habla de medicina personalizada, más.
La investigación médica, tal como ha evolucionado en las últimas décadas, ya no requiere que los médicos avancen en solitario en sus investigaciones. Los equipos de médicos trabajan junto a equipos, entre otros, de biólogos, físicos, químicos, matemáticos e ingenieros, desde sus diferentes campos. Estos avances pueden incidir en el terreno clínico, más cercano al paciente, pero también en el más básico, como una contribución a comprender los procesos íntimos responsables del desarrollo de enfermedades. Es lógico pensar que estamos en los inicios de un giro importante en la evolución de los sistemas de salud.
En este nuevo enfoque de la medicina se calcula que el coste de la secuenciación del genoma es una décima parte del coste total del tratamiento, y una de las consecuencias es la acumulación extraordinaria de datos (big data) que necesitan ser tratados de formas muy diferentes a como lo hacíamos hasta ahora
La tremenda inversión hecha en el campo de la medicina en las últimas décadas (en EE. UU. fue de 158.700 millones de dólares en 2015) ha conducido a encontrar soluciones para algunas enfermedades (por ejemplo, la viruela y la poliomelitis). Gracias a los avances propiciados por la genómica se han hecho avances muy importantes en campos como el cáncer, la medicina prenatal, las enfermedades infecciosas y algunas enfermedades raras. Y aún queda mucho recorrido en enfermedades prevalentes, como el propio cáncer, el Alzheimer, la diabetes, o las enfermedades cardiovasculares, por citar algunas. En este nuevo enfoque de la medicina se calcula que el coste de la secuenciación del genoma es una décima parte del coste total del tratamiento, y una de las consecuencias es la acumulación extraordinaria de datos (big data) que necesitan ser tratados de formas muy diferentes a como lo hacíamos hasta ahora.
En el contexto esbozado más arriba –que podríamos resumir como: a mayor esfuerzo en investigación mayor beneficio para los sistemas de salud y para las personas–, el Barcelona Supercomputing Center (BSC)-Centro Nacional de Supercomputación ha establecido la medicina personalizada como uno de sus proyectos estratégicos de presente y de futuro. Es un proyecto estratégico que aúna los objetivos de los mejores investigadores con la mejora de los sistemas de salud. Para contribuir de forma eficiente a la mejora de estos sistemas, se necesita también el compromiso de los diferentes agentes, gobiernos e instituciones públicas y privadas. Por lo tanto, la convergencia de esfuerzos y de intereses es, probablemente, el factor más importante.
Colaborar para conseguir los objetivos
Desde el BSC promulgamos la colaboración intensa de los diferentes actores en la transición hacia la medicina personalizada. Creemos que la suma de los grupos más avanzados en investigación es un camino seguro para alcanzar los objetivos. Pensamos que el esfuerzo de los investigadores será insuficiente si las instituciones públicas y, sobre todo, el sector privado (proveedores, industria farmacéutica y compañías de seguros, por citar algunos) no atisban las oportunidades que una iniciativa como esta puede conllevar.
El BSC pone a disposición del proyecto de medicina personalizada la infraestructura computacional necesaria (el MareNostrum 4, uno de los tres ordenadores más rápidos y capaces de Europa) y el conocimiento que permite profundizar en el tratamiento de grandes cantidades de datos. En otras palabras, el BSC puede coordinar y canalizar los mecanismos que llevarán a una mejor comprensión de la genómica, del tratamiento de imágenes, del uso de la inteligencia artificial, de la minería de datos en historias clínicas y de otras muchas técnicas que, no es aventurado decir, ofrecerán progresos espectaculares.
El BSC, con su actitud proactiva, infraestructura, conocimiento y talento, en conjunción con otros grupos de investigación, abraza la corriente que propugna que la investigación y la innovación deben hacerse con la sociedad y para la sociedad.
[1] Research America (2016), US Investments in Medical and Health Research and development 2013-2015.