Corría la década de los 60 y solo unas pocas mentes privilegiadas sabían lo que estaba por venir: la gran revolución que marcaría nuestras vidas en todos los sentidos, acortando enormes distancias, acercando a las personas, llenando los bolsillos de muchos y, sobre todo, posibilitando que el conocimiento llegase a cualquier rincón del planeta. Hablamos de Internet, herramienta considerada, si no la más importante, una de las más relevantes de la historia de la humanidad.
Cerca de 250 millones de nuevos usuarios se conectaron por primera vez a Internet en 2017, una herramienta de emisión mundial, un mecanismo para diseminar información y un medio para facilitar la colaboración y la interacción entre personas sin importar su ubicación geográfica. No obstante el impacto que ejerce en sus vidas, gran parte de la población desconoce el origen de esta apasionante nueva tecnología que aún sigue dando alegrías a sus creadores. La historia está repleta de acontecimientos y protagonistas desde que en 1962 J.C.R. Licklider, del MIT, escribió unos memorandos hablando de la “Red galáctica” hasta que en 1969 se conectaron los cuatro hosts en la ARPANET inicial, dando paso a la primera etapa del Internet que conocemos hoy en día.
Una inversión más que rentable
Internet representa uno de los ejemplos más exitosos de los beneficios de una inversión y un compromiso continuos en el campo de la investigación y el desarrollo de la infraestructura de la información. Prueba de ello es que casi 60 años después de su creación, esta tecnología revolucionaria es determinante para un gran número de personas, concretamente para la mitad del mundo (la otra, injustamente, aún está fuera de línea). Vida personal, trabajo, ocio, comunicación, … todas estas esferas han visto cómo el huracán de Internet invadía cada uno de sus poros. De hecho, según el informe Sociedad Digital en España 2017 elaborado por la Fundación Telefónica, un total de 24 millones de españoles de entre 16 y 74 años se conectan a diario a Internet. Una cifra nada desdeñable, pues supone el 68% del total de la población española. Por otro lado, cabe destacar que, como indican los últimos datos aportados por Global Web Index, el usuario promedio de Internet pasa alrededor de seis horas al día (o lo que es lo mismo: un tercio de sus vidas diarias) conectado a la red.
Casi 60 años después de su creación, esta tecnología revolucionaria es determinante para la mitad de la población mundial