Ante la evidencia de que en un futuro más cercano que lejano las empresas serán digitales o no serán, conversamos con Luis Pardo, consejero delegado y CEO de Sage Iberia, para descubrir qué deben hacer las compañías si no quieren quedarse fuera del mercado a causa del nuevo cambio de paradigma.
Texto: Emma Bouisset
En octubre de 2017 lanzaron Sage Business Cloud y este año su apuesta tecnológica se amplía: además de en la nube, están invirtiendo en bots (programas informáticos que efectúan automáticamente tareas repetitivas a través de Internet), IA, IoT, realidad virtual, data services… ¿Comprendemos suficientemente el impacto que tendrán estas revoluciones tecnológicas en los negocios y las ventajas competitivas que aportan?
Si bien es cierto que las compañías tienen más presente la importancia de digitalizar sus procesos, en España existe todavía un retraso tecnológico importante respecto a otros países europeos. Entre otros motivos, aquí hay una clara falta de cultura de inversión tecnológica, donde los proyectos de transformación digital se ven más desde la óptica del gasto que como una inversión fundamental para asegurar la viabilidad del negocio en el marco de la revolución digital. Además, falta conocimiento y talento que pueda liderar estos cambios. Un cambio en la forma de pensar y actuar, entre otros aspectos, permitiría a las empresas adaptarse a esta revolución digital y aprovechar las ventajas de la digitalización, tanto a nivel de recursos como de oportunidades de expansión del modelo de negocio. En Sage, cada vez más, estamos incluyendo estas tecnologías en nuestras soluciones para seguir fomentando la inmersión en los servicios inteligentes que permiten la optimización de las tradicionales tareas administrativas y permitiendo a nuestros clientes dedicar todo su tiempo en el core de sus negocios. Le doy un dato: las empresas españolas dedican más de 210 días al año a tareas burocráticas y administrativas que aportan valor 0 al negocio cuando, digitalizándolo, el aumento de la productividad ayudaría a incrementar el PIB de nuestro actual 2,7% al 10% en los próximos años. Es una cifra bestial y que, en definitiva, permitiría a las empresas vender más y ser más rentables, dejando a España con garantías de futuro para, de forma sostenible, estar la cabeza de los Top 20 países más competitivos del mundo en la próxima década.
“[En España] la falta de cultura de inversión tecnológica hace ver los proyectos de transformación digital más desde la óptica del gasto que como una inversión fundamental para asegurar la viabilidad del negocio.”
Y sin embargo, solo un 15% de las empresas españolas está operando dentro del modelo cloud. ¿Qué pasa si mi compañía no asume este cambio de paradigma?
Aunque las ventajas de la transición de los procesos de negocio a la nube son evidentes, es cierto que no todas las empresas tienen el mismo potencial para llevar a cabo esta adaptación a la misma velocidad. Es por ello por lo que, desde Sage, adaptamos nuestras soluciones y su implementación a cada tipología de empresa y a sus necesidades y, por ello, decimos que “acompañamos” a las empresas en su transición a la nube.
Hay otro factor que me gustaría comentar, y es el factor generacional del decisor de compra de cloud. Cuando hablo con un millennial sobre nuestra solución de software de gestión, sólo me pregunta qué puede hacer tu software por mi empresa, ni una mención sobre el cloud porque lo conoce y lo da por hecho. Cuando la misma conversación es con la generación X, Y o Sénior, las preguntas son para entender el cloud. La formación de las generaciones más veteranas también será clave para romper el techo de cristal de lo desconocido. Está demostrado: sólo compramos lo que entendemos. En eso hemos de acelerar ya que permitirá apremiar la implantación de cloud computing en España, como ya ha ocurrido en otros países como EE.UU., donde ya es más del 50% del mercado y sigue creciendo con fuerza a doble digito.
¿Cómo aceleramos la digitalización de autónomos y pymes, que representan el 62% de nuestro PIB y 2/3 del empleo en España?
La digitalización debe ser una partida de inversión de las pymes y autónomos, que luego deben decidir en qué parte de la cadena de negocio tiene más sentido implantar la tecnología, o bien por incremento de ventas, reducción de costes, interrelación con clientes o expansión del negocio. O bien la combinación de dos o más factores. Y cómo no, dar los cinco siguientes pasos básicos en cualquier etapa de digitalización: decidir, invertir, implantar, formarse y mucha acción.
Históricamente, las empresas que sobreviven a los nuevos paradigmas son aquellas que mejor saben adaptarse a los cambios. En el caso de la nueva era digital, serán aquellas que incorporen la tecnología y la innovación a sus procesos de negocio. Por ello, para seguir desarrollándose en la era digital, los empresarios y directivos necesitan formarse en este campo e invertir en sus negocios en aquellas tecnologías que les permitan diferenciarse tanto a nivel profesional como desde el punto de vista de su modelo de negocio. Asimismo, también deben considerar la importancia de la gestión de datos como clave para aunar tecnología y conocimiento, ya que su correcta administración crea ventajas competitivas muy potentes y sostenibles.
Echemos la vista atrás: Sage nació como una start-up en 1981 y, hoy en día, tiene 13.000 empleados y millones de clientes en todo el mundo. El año pasado lograron una facturación de 1.900 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 7% de los ingresos orgánicos respecto de 2016. ¿Cuáles diría que han sido los factores clave de su éxito?
La clave del éxito de la compañía ha sido saber detectar las necesidades de las pequeñas y medianas empresas para adaptar sus soluciones de la mejor forma para satisfacerlas. El equipo de Sage tenía en su visión automatizar los procesos de contabilidad en su propio negocio, y una vez creado el software que lo logró, se dio cuenta de que otras empresas también podían tener esta necesidad y beneficiarse de dicho software. Tantos años después, la clave de nuestro éxito sigue siendo la misma: facilitar y automatizar todos los procesos de gestión de negocios para las pymes para que éstas puedan seguir haciendo crecer sus negocios. En Sage, nos preocupamos por ofrecer a cada pyme, emprendedor y despacho profesional la solución que mejor se adapte a sus necesidades, proporcionándoles servicio de asistencia de máxima calidad durante la implementación y el mantenimiento de la solución de Sage para conseguir que nuestra tecnología cubra todos los procesos vitales de su negocio y que eso sea beneficioso para el cliente.
“La digitalización debe ser una partida de inversión de las pymes y autónomos, que luego deben decidir en qué parte de la cadena de negocio tiene más sentido implantar la tecnología.”
Usted entró en la compañía en 2001 y desde hace cuatro años ocupa el cargo de CEO de SAGE Iberia y de executive vice president dentro del Executive Team mundial. A lo largo de este tiempo, ¿cuáles diría que han sido los mayores desafíos (internos y externos) a los que ha tenido que hacer frente y cómo los ha abordado?
Internamente el reto ha sido transformar nuestra compañía de una compañía internacional a una multinacional global. Siempre he dicho, y sigo sosteniendo, que es muchísimo más difícil transformar que crear. Se trata de una nueva forma de trabajar, con nuevas reglas de juego y comportamientos. Y todos esos cambios se hacen mientras el barco navega, por tanto, con cambios de viento y marea que te obligan a ajustar las velas de forma constante. La metamorfosis más importante está en la cultura. Además, no hay un manual que te permita replicar un modelo de una compañía a otra, y aquí, tu equipo directivo, el talento, la gestión del change management y una visión ilusionante para el equipo en la que perseverar son vitales para tener éxito.
Externamente, en el mercado, el desafío ha sido y es digitalizar a las empresas. Muchas están informatizadas, de hecho, el 98% lo está, pero muy pocas digitalizadas y en la nube. Cambiar los modelos on premise del software de gestión (en propiedad) de los partners y de nuestros clientes hacia el cloud computing, con nuevas tecnologías, no ha sido fácil, ya que en España el mercado cloud hoy es el 15% del mercado, mientras que en EE. UU. es más del 50%. Por tanto, hemos tenido que formar y convencer de todos los beneficios del cloud. Queremos que nuestras empresas españolas sean tan competitivas como las inglesas o americanas, y el reto sigue siendo que adopten nuevas soluciones cloud a más velocidad y aprovechen todo el potencial de la nube para gestionar mejor sus negocios y hacerlos más grandes.
¿Diría que ha logrado alcanzar los objetivos que se marcó cuando ingresó en Sage?
Desde el punto de vista de resultados y objetivos tangibles, sí. En Iberia crecemos a doble digito y hemos cambiado a un modelo de suscripción, con una innovación frenética en productos y servicios. Por ejemplo, este año pasado lanzamos en 12 meses seis soluciones de software de gestión completamente nuevas al mercado; ningún competidor ha hecho ese despliegue en la historia, y lo mejor es la satisfacción de nuestros clientes y de nuestro propio equipo. Pero esto es sólo el inicio del viaje. Lo más importante para mí es seguir mejorando la experiencia de nuestros clientes hasta ser best in class y digitalizar a la pyme. En ese destino, en ese sueño, seguiré y seguiremos trabajando día a día hasta conseguirlo.
“Es muchísimo más difícil transformar que crear.”
¿Qué cree que ha aportado Luís Pardo a la compañía?
Eso deberían preguntárselo al equipo humano de Sage, a nuestros clientes, partners, proveedores e inversores. Para mí los negocios son muy personales: no distingo, y pongo y contagio pasión en todo lo que hago. Mejorar la experiencia de los clientes, hacer crecer el talento, llevar innovación tangible al mercado y el crecimiento y rentabilidad sostenida de los negocios son los pilares sobre los que baso lo que yo entiendo como aportar valor. Mi función es dirigir el barco, pero en definitiva yo soy uno más de la tripulación. En Sage trabajamos en equipo, y aquí hay un equipazo muy profesional y fantástico que piensa y vive por y para nuestros clientes.
¿Dónde le gustaría verse en 10 años?
No me lo planteo, y es que a mí me gusta disfrutar del presente. El futuro no se diseña, se hace y se construye cada día. Lo que sí me gustaría ver de aquí a 10 años es cómo mi equipo ha crecido y tiene éxito profesional, y cómo hemos conseguido la mayor disrupción tecnológica en empresas en cloud y nuevas tecnologías. La guinda del pastel es que escriba un libro de cómo entre todos hemos podido mejorar de forma considerable la competitividad de las empresas y hemos conseguido hacer que la calidad de vida de los profesionales que trabajan en ellas mejore también. Ese libro sería la constancia escrita de que cambiamos la vida de las personas, mejoramos la economía y, en definitiva, dejamos un beneficio a la sociedad perdurable.
Al servicio de la pyme
Licenciado en ADE por European University (summa cum laude), Master en Dirección General por el IESE, MBA por EADA y Master en Ciencias de los Negocios por Barcelona Management School, Luis Pardo Cespedes (Barcelona, 1968) lleva el mundo de los negocios en la sangre. Pertenecer a una familia de pequeños y medianos empresarios marcó su vida y carrera, como él mismo reconoce en su blog (www.luispardocespedes.com). Con la incorporación a Sage en 2001 –previo paso por multitud de empresas y multinacionales de diferentes sectores de actividad- logra su gran oportunidad. Tras ocupar diversos cargos directivos en el Grupo, como la dirección general de Clientes y Servicios para Europa, en 2014 es nombrado CEO y consejero delegado de Sage Iberia y miembro del Comité de Dirección de Europa, desarrollando una tarea que le apasiona: trabajar para y por la pyme. Una vocación reconocida desde Sage con el premio al Best World #1 Leader, el premio al CEO del año 2017 del diario La Razón, el Leadership Award por la EU Business School o La Estrella de Oro de la Excelencia Profesional. Además es miembro del Consejo de Acción Empresarial de CEOE, del Consejo asesor de Fomento del Trabajo y su Red de Innovación y Tecnología, del Club Málaga Valley y del Governance Council de la British Chamber of Commerce en España, además de presidente del International Madrid Business Club.