Marianne Leonie Petrus Thyssen (Sint-Gillis-Waas, Bèlgica, 1956) ha sido, durante cinco años, la comisaria de Empleo, Asuntos Sociales y Movilidad Laboral de la UE. Política del partido cristiano-demócrata flamenco y jurista de profesión, ha sido, también, eurodiputada durante 10 años. Este 2019, sin embargo, pone punto final a su carrera política. En una entrevista con Mundo Empresarial reflexiona sobre qué ha conseguido durante su mandato, ahora que la sombra de una nueva recesión económica amenaza las condiciones laborales de los ciudadanos de la UE poniendo en entredicho el futuro de sus pensiones de jubilación.
Texto: Esther Herrera.
Fotos: Comisión Europea
La legislatura ya termina: cinco años en los que ha sido comisaria de Empleo, Asuntos Sociales y Movilidad Laboral. ¿Qué balance hace?
La Comisión Juncker comenzó en 2014, tras la crisis económica y financiera más difícil que Europa ha vivido en años. Por ello, una de las prioridades era crear una Unión más inclusiva y justa, y lo hemos conseguido. El crecimiento y el empleo han crecido: se han creado más de 14 millones de trabajos desde el 2014 y el paro ha alcanzado mínimos históricos; el paro juvenil, además, también ha disminuido significativamente. Ahora hay 241 millones de hombres y de mujeres que tienen empleo en la UE y el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social ha ido disminuyendo hasta niveles de antes de la crisis. Son cifras que representan una mejora, teniendo en cuenta de dónde veníamos. Un éxito muy especial para mí es el Pilar Europeo de Derechos Sociales. Es la base de todas nuestras iniciativas en el área de empleo y los asuntos sociales. Hemos pro-puesto nuevas iniciativas y normas europeas para que los trabajadores tengan mejores condiciones, acceso a protección social, salud y seguridad en el trabajo. Hemos apoyado a los jóvenes con la Garantía Juvenil y hemos tratado de ayudar a los trabajadores para que tengan una mejor calidad de vida con la directiva de equilibrio entre vida y trabajo.
Surgen voces, sin embargo, que alertan de una recesión económica. ¿Le preocupa cómo puede afectar esto a la ocupación?
Europa lleva 25 trimestres consecutivos de crecimiento: es uno de los momentos más largos de expansión económica que hemos visto en décadas, y el empleo continúa creciendo, situándose en un récord; el paro, además, también está bajando. Según los datos, vemos que el crecimiento moderado se mantendrá, pero también es cierto que hemos avisado de que nos enfrentamos a riesgos económicos, sobre todo, debido a las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Por ello, es vital que los Estados miembros continúen con las reformas y fortalecen sus mercados de trabajo, justamente, para ser más resilientes en caso de recesión económica.
Sobre la amenaza de recesión: “Es vital que los Estados miembros continúen con las reformas y fortalezcan sus mercados de trabajo, justamente, para ser más resilientes en caso de recesión económica.”
El empleo ha crecido en la UE, pero ¿es suficiente? En algunos países, como en España, hay informes que alertan de la baja calidad del trabajo.
El empleo nunca ha sido tan elevado en Europa y vemos mejoras en todos los países, también en el sur. El crecimiento económico en España ha ido acompañado de una importante creación de puestos de trabajo, gracias al impacto de las reformas laborales y de una moderación salarial. Es verdad que tener un gran número de personas ocupadas es importante, pero es igual de importante la calidad de estos trabajos, y es cierto que vemos muchas diferencias entre países y regiones. Por ejemplo, vemos que el trabajo temporal es real-mente preocupante en algunos países. En el caso de España, el número de contratos permanentes está creciendo, pero es todavía uno de los Estados miembros con el mayor porcentaje de contratos temporales. La calidad del trabajo es un actor principal para que haya una mejor mano de obra, más productividad y un mayor rendimiento económico. Las mejores empresas son aquellas que invierten en sus trabajadores, en su formación y para que tengan buenas condiciones laborales.
Como ha comentado, durante esta legislatura ha aprobado el Pilar Europeo de Derechos Sociales. ¿Es el paso decisivo para que se apruebe un salario mínimo europeo?
La Comisión Juncker siempre ha estado a favor de un salario mínimo europeo en todos los Estados miembros. Todos los trabajadores deben tener el derecho de recibir salarios justos, y un nivel de vida adecuado. Por eso incluimos este principio en el Pilar Europeo. En cuanto a la cuestión de los salarios, se debería hacer más por parte de los actores sociales y los Estados miembros. De hecho, ya asesoramos a los países para que los salarios mínimos sean adecuados, también para que aprendan entre ellos y se promuevan las buenas prácticas. Y es un trabajo que seguirá, porque la presidenta electa, Ursula von der Leyen, ya ha avanzado que quiere ir más allá, asegurándose de que cada trabajador en la UE tenga un salario mínimo justo.
Sobre la calidad del empleo: “El trabajo temporal es realmente preocupante en algunos países. En el caso de España, el número de contratos permanentes está creciendo, pero es todavía uno de los Estados miembros con el mayor porcentaje de contratos temporales.”
Europa se enfrenta a retos demográficos, como el envejecimiento de la población. ¿Está preparada para abordar este fenómeno, especialmente en cuanto a cómo afectará al sistema público de pensiones?
El envejecimiento de la población, pero también los cambios en el mercado de trabajo, son retos para nuestros sistemas de pensiones. En los últimos años, hemos visto progresos en la mejora de la sostenibilidad financiera de las pensiones, pero se necesitan más esfuerzos para asegurar un futuro adecuado. Los Estados miembros han aplicado medidas como ampliar la edad de jubilación, reducir los incentivos para las prejubilaciones o revisar la fórmula de las pensiones. Y estos esfuerzos han dado resultados: aunque el coste de las pensiones se espera que aumente en algunos países, en la mayoría de Estados miembros, en las próximas cinco décadas, se mantendrá más o menos según el PIB e, incluso, estará por debajo, a pesar del hecho de que haya más gente mayor. Pero estas reformas no se hacen solas. Las pensiones serán más bajas si se comparan con los salarios, a no ser que los ciudadanos trabajen más y de forma ininterrumpida. Con todo, las reformas de las pensiones deben ir acompañadas de políticas que dirijan los cambios hacia el mercado laboral, hacia los puestos de trabajo, focalizándose en más justicia para todas las categorías de trabajadores, ya sean oficinistas, obreros, o trabajadores en plataformas de economía colaborativa. A la vez que se desarrolla un sistema de pensiones fuerte.
Usted propuso la Directiva sobre equilibrio entre la vida personal y laboral. ¿Se está empezando ya a romper el techo de cristal?
Uno de los motivos principales de la brecha de género en el mercado de trabajo es la distribución desigual en las responsabilidades que hay en el hogar entre hombres y mujeres. Esta es la razón principal por la que pro-pusimos esta directiva. Realmente, creo que en cuanto esté implementada en todos los Estados miembros, permitirá que haya verdaderas mejoras para las familias y las vidas laborales de los trabajadores europeos. Queremos que haya igualdad de oportunidades tanto para hombres como para mujeres. Espero que cuando se aplique, más mujeres ya estén en el mercado laboral. No es la primera vez que hay propuestas similares. En 2012, la Comisión propuso una directiva que favoreciera la igualdad entre hombres y mujeres en puestos de responsabilidad en las grandes compañías, pero, lamentablemente, la propuesta fue bloqueada por los países durante años. Aun así, soy positiva. Si los Estados miembros se lo proponen seriamente, la directiva se podría desbloquear para que las mujeres puedan ir más allá y puedan romper el techo de cristal. De hecho, la presidenta-electa se ha comprometido, en sus objetivos de mandato, a tratar de desbloquearla.
Sobre el coste de las pensiones: «Aunque se espera que aumente en algunos países, en la mayoría de Estados miembros, en las próximas cinco décadas, se mantendrá más o menos según el PIB.»
La Comisión Europea ha presentado cambios en la normativa para que los trabajadores de empresas como Uber y Deliveroo tengan mejores condiciones. ¿Es posible regular un sector tan complejo?
Este tipo de plataformas está creciendo. 1 de cada 10 adultos en la UE ya trabaja en este tipo de plataformas, aunque sólo una minoría lo considera su trabajo principal. Las plataformas ofrecen nuevas formas de empleo que pueden aumentar la productividad, pero también difumina las relaciones entre empresas, clientes y empleados. Y esto también hace que haya más preocupación por cuestiones como la protección social, ya que muchos trabajadores son autónomos o no están protegidos y pueden estar en condiciones precarias. Por ello, el objetivo de la Directiva sobre condiciones de trabajo transparentes y predecibles es un precedente, porque moderniza la ley laboral y la ajusta a un nuevo modelo, permitiendo que los trabajadores que forman parte de estas plataformas con contratos ‘flexibles’ tengan verdaderos derechos.
Tras la controversia sobre la Directiva de trabajadores desplazados, ¿cree que todos los temores expresados por los Estados miembros han desaparecido?
Creo que lo más importante de la directiva es que hemos conseguido que los trabajadores desplazados puedan tener un salario igual al de los trabajadores nacionales de un Estado miembro. Al fin y al cabo, nuestra propuesta se acordó con la gran mayoría de los Estados miembros, y nos hemos esforzado para que la nueva norma se cumpla en todas partes. La nueva Autoridad Laboral Europea, que pronto comenzará a ponerse en marcha, es una parte esencial de la directiva que tratará de mejorar la cooperación entre los Estados miembros, además de combatir el fraude y el abuso contra los trabajadores desplazados.
A propósito de la Autoridad Laboral Europea, este organismo también informará más y mejor a los trabaja-dores sobre sus derechos. ¿Considera que estos, después de la crisis económica, ya no son tan conscientes de ellos?
Pudimos llegar a un acuerdo muy rápido para que se pudiera crear la agencia. Una señal muy clara de la importancia que todos damos a este asunto. El derecho de poder vivir y trabajar dentro de la Unión es una de las libertades más apreciadas por los ciudadanos europeos. Por ello, la Autoridad europea estará muy centrada en facilitar información y servicios que refuercen la cooperación entre los Estados miembros y en que se apliquen las normas. El acceso a la información es clave para los ciudadanos y para las empresas, porque no siempre es fácil que un ciudadano o una compañía conozcan todos y cada uno de sus derechos y obligaciones de acuerdo con la legislación europea. La Autoridad permitirá informar a todos a nivel europeo en todos los aspectos sobre la movilidad.
Sobre la brecha de género: “Queremos que haya igualdad de oportunidades tanto para hombres como para mujeres.”
Por último, ya ha anunciado que se retira de la vida política. ¿Cuáles son sus planes más inmediatos?
He dedicado casi los últimos 30 años de mi vida a Europa. Ha sido un placer -y todavía lo es- trabajar por el interés de 500 millones de europeos. En los últimos cinco años, he conseguido que 24 de las 27 propuestas se hayan aprobado. La Comisión ha conseguido que tengamos una Europa más social y ha generado cambios en la vida de las personas. La política es mi trabajo, mi hobby y mi vida. Ha sido muy gratificante, pero esto, inevitablemente, también ha significado que no he tenido suficiente tiempo para otras cosas que ahora me gustaría hacer. Puedo decir ya que mi próximo viaje de vacaciones será a España. Quién sabe, tal vez encontraré un poco de tiempo para aprender español.