El FMI está utilizando la metáfora del camino que se le plantea recorrer a la economía mundial para absorber los duros impactos del coronavirus: un camino de subida “largo, desigual e incierto”.
JUAN TUGORES QUES. Catedrático de Economía de la UB.
Las previsiones publicadas en octubre de 2020, sitúan la caída del PIB mundial en un 4,4%, una caída algo más suave que la de 5,2% anticipada en junio por el mismo organismo, pero asimismo de alcance histórico. Como muestra la tabla, las economías avanzadas experimentarán una contracción algo mayor que el conjunto de economías emergentes y en desarrollo, pero el FMI destaca en sus proyecciones más recientes que las revisiones han sido algo más favorables para el primer grupo de países que para el segundo… con la excepción de China, que quedaría como la única economía relevante con una cifra positiva de crecimiento para el conjunto de 2020.
Por el contrario, las caídas más relevantes –superiores al 10%– son las de España e Italia (Reino Unido, con -9,8%, y México con -9% se sitúan cerca de ese nivel), además de India, que ve revertir varios años de dinámicas mejores que China. Las perspectivas de recuperación para 2021 están sometidas a fuertes incertidumbres, por lo que debe acentuarse la ya habitual prudencia en su interpretación.