“Manejar recuperaciones divergentes” es el título elegido por el FMI para su Informe de Perspectivas de abril de 2021. Tres términos que resumen los retos abiertos.
JUAN TUGORES QUES. Catedrático de Economía de la UB.
Por un lado, una revisión al alza de las previsiones de crecimiento, con un 6% para el conjunto de la economía mundial (un 0,5 más de lo previsto en enero), un “rebote” en que se combinan mejores perspectivas sanitarias, pero, asimismo, actuaciones decididas de las políticas públicas. El FMI viene repitiendo la estimación de que la caída de la actividad en ausencia de políticas expansivas habría sido el triple de lo que fue en 2020, y en la revisión al alza para 2021 tiene protagonismo la ambiciosa política fiscal anunciada por la Administración Biden, que conduce a revisar en 1,2 puntos más la previsión para Estados Unidos, con su capacidad de “arrastre”.
El segundo término es “divergentes”: la revisión al alza de las economías avanzadas es mayor que para las economías emergentes, con un diferencial de crecimiento todavía en favor de estas, pero en un mínimo en la historia reciente de 1,6 puntos (5,1 frente a 6,7) para 2021. Y divergencias también hay entre cada grupo de países, con los datos de India en aumento (si bien son previsiones anteriores al grave rebrote reciente de la pandemia), mientras que otras regiones como África subsahariana y Oriente Medio se sitúan por debajo del 4% y América Latina solo en un 4,6%. Y entre las economías avanzadas, Estados Unidos registra 2 puntos por encima de la zona euro y 3 puntos por encima de Japón.
Finalmente, el tercer término es “manejar”: la situación sigue siendo delicada, las incertidumbres, amplias, y resulta imperiosa la necesidad de que las políticas públicas “afinen” especialmente sus prioridades y su efectiva implementación.