En un anterior decálogo de expertos de Mundo Empresarial (181) expliqué cómo las start-ups se singularizan: dedicándose en exclusiva a ser excelentes en una actividad clave. Pero se trata de una moneda de doble cara.
SÉBASTIEN BAUER. Profesor de programas de emprendimiento en la TBS Education – Barcelona, la UAB y la UIC.
Por un lado, conseguir encontrar una operación que los competidores no consideran importante, pero que brinda una ventaja competitiva, y poner todas las fuerzas en maximizar esta ventaja, es casi garantía de éxito. Por otro lado, ¿qué pasa con las demás actividades? ¿Nos permitimos el lujo de ser mediocres?
Pues a veces, sí. La web de Amazon, por ejemplo, no brilla por su belleza. Es altamente funcional, pero no es particularmente agradable. Porque la actividad clave de Amazon consiste en monitorizar las transacciones que ocurren, analizarlas y transformarlas (1) inmediatamente en sugerencias de nuevas compras y (2), a medio plazo, en mejoras del servicio que ofrece. Se dedica a esto y lo demás es secundario.
Pero, por lo general, las start-ups escogen otro camino: externalizan, subcontratando o asociándose y creando alianzas estratégicas. El último ejemplo de gran impacto que nos ha dejado la actualidad es el de BioNTech, la start-ups alemana creada por Ugur Sahin y Özlem Türeci, y autora de la vacuna anti-COVID popularmente conocida como “la Pfizer”.
BioNtech nació en el 2008 como una start-ups dedicada al desarrollo de inmunoterapias individualizadas. Retrocedamos un siglo y supongamos por un momento que esta tecnología hubiera estado disponible en 1908: entonces, BioNtech hubiera tenido que capitalizar en base a sus descubrimientos para construir fábricas, diseñar procesos de producción, fichar trabajadores, comprar una flota de vehículos para la distribución y un largo etcétera.
En el siglo XXI, las start-ups juegan a otro juego: BioNTech se dedica a ser excelente en investigación y desarrollo, y si surge la oportunidad de hacer algo que implica producción a gran escala, se asocia con otra empresa que tiene esta capacidad. El éxito planetario de su estrategia sin duda acelerará una tendencia que ya se venía dibujando desde tiempo atrás: empresas hiperespecializadas que tejen alianzas para lograr juntas algo que no podrían conseguir solas.