Los jóvenes cada vez apuestan más por los estudios superiores, incluso cuando deciden emprender su camino por el mundo laboral. El 48,7% de los jóvenes españoles de entre 25 y 34 años cuentan con alguna titulación superior, un porcentaje mayor a la media de la Unión Europea (41%). Los jóvenes con estudios superiores en España superan con creces a sus predecesores, los cuales poco más del 30% apostó por la formación superior, según estimaciones de Eurostat, la agencia estadística de la UE.
Esta tendencia al alza en la apuesta por la formación superior y especializada presenta un reto, sobre todo a la hora de compaginarla con un trabajo. El Instituto Nacional de Estadística (INE) calcula que el 32,5% de los jóvenes de entre 16 y 29 años compagina el trabajo con estudios superiores. Un porcentaje que ha crecido más de seis puntos en tan solo cinco años, y que catapulta la cifra de “sisis” del país hasta el millón de personas.
MÁS DE LA MITAD DE LOS JÓVENES CUENTAN CON ESTUDIOS DE EDUCACIÓN SUPERIOR
Los jóvenes españoles cada vez tienen más claro que la educación superior es clave para su futuro laboral. En 2023, el 52% de los jóvenes de entre 25 y 34 años habían alcanzado el nivel de educación superior, la mayor cifra de la serie histórica. El dato, publicado por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, basándose en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), muestra una tendencia al alza que permite a España superar el objetivo del 45% de jóvenes con educación superior fijada por la UE.
Los datos también muestran diferencias entre sexo. El porcentaje de mujeres jóvenes de entre 25 y 34 años que cuentan con educación superior se eleva hasta el 58%, mientras que en el caso de los hombres se sitúa en el 46,1%. La cifra de jóvenes con estudios superiores en España es nueve puntos más alta que la media de la UE.
PAÍS VASCO, CANTABRIA, MADRID Y CATALUNYA, LOS TERRITORIOS CON MAYOR EDUCACIÓN SUPERIOR
Por comunidades autónomas, el País Vasco es el territorio del Estado español con una mayor cifra de jóvenes con estudios superiores. En la actualidad, un 67,6% de los vascos entre 25 y 34 años cuenta con educación superior, una cifra que ha crecido más de seis puntos en los últimos cinco años. Cantabria se posiciona como el segundo territorio del país con mayor número de jóvenes con estudios superiores (63,2%); sin embargo, es la comunidad donde más ha crecido el porcentaje en los últimos cinco años (16 puntos). Le siguen la Comunidad de Madrid (60,2%) y Catalunya (56,5%).
Al otro lado de la balanza encontramos las Islas Baleares, Canarias y Murcia, donde el porcentaje de jóvenes con estudios superiores se sitúa por debajo del 43%.
LAS MUJERES Y LA GENERACIÓN Z, LOS MÁS PREDISPUESTOS A LA FORMACIÓN CONTINUA
Pero la formación continua y la compaginación de estudios y trabajo no es exclusiva de los jóvenes. En los últimos años, el mercado laboral español ha visto cómo cada vez son más los trabajadores que apuestan por la formación continua. Según datos de la EPA, el 15,8% de los trabajadores del país asegura que compagina su trabajo con estudios, una cifra que sitúa España en las primeras posiciones de países de la UE que se decantan por la formación continua. Este porcentaje, que se había mantenido estable durante la última década, se empezó a incrementar en 2019, y suma ya cuatro años consecutivos de crecimientos.
La apuesta por la formación una vez se accede al mercado laboral se ha disparado en los últimos años, sobre todo entre las mujeres. Los datos de la EPA aseguran que las mujeres lideran la participación en formación para adultos en todos los grupos de edad y niveles educativos. Por otro lado, la información publicada en la última entrega de la EPA muestra cómo las personas con mayor nivel educativo tienden a estar más interesadas en seguir estudiando.
Por grupos de edad, los jóvenes de entre 25 y 29 años son los que más apuestan por la formación continua, seguida del grupo de trabajadores de entre 30 y 34 años.
LA PRECARIEDAD, PRINCIPAL AMENAZA PARA LA SALUD MENTAL DE LOS “SISIS“
Sin embargo, trabajo y estudios no siempre son un binomio fácil de compaginar. Un estudio del Ministerio de Educación asegura que la dificultad para conciliar el trabajo con las responsabilidades familiares supone un factor clave a la hora de optar por la formación continua. La aprobación de la Directiva europea sobre conciliación marcó un punto de inflexión en el diálogo social entre gobiernos, sindicatos y patronales para contemplar la compaginación de la vida laboral, académica y familiar. En el texto de la Directiva se “invita” a los Estados miembro a fomentar el diálogo social para promover la conciliación del trabajo con la vida privada, incluyendo “la formación profesional”.
Sin embargo, la compaginación de estudios y trabajo sigue siendo un quebradero de cabeza para muchos trabajadores, sobre todo para los más precarios. Una investigación llevada a cabo por las universidades norteamericanas de Washington, Virginia y Temple concluyó que contar con una jornada laboral de más de 20 horas a la semana es perjudicial para el rendimiento académico o para la salud mental de los jóvenes. Por otro lado, el informe “Equilibristas: las acrobacias de la juventud para sostener su salud mental en una sociedad desigual” llevado a cabo por el Consejo de la Juventud y Oxfam Intermón asegura que la precariedad es el principal generador de la mala salud mental de los jóvenes. Sin cierta estabilidad económica, la compaginación de estudios y trabajo afecta directamente a la salud mental de la persona.
ORGANIZARSE, RECLAMAR DERECHOS LABORALES Y PRIORIZAR EL BIENESTAR PERSONAL, LAS CLAVES PARA ASUMIR EL RETO DE ESTUDIAR Y TRABAJAR
Ante un mercado laboral cada vez más competitivo y con la sombra de la precariedad planeando en la mayoría de los sectores económicos del país, la compaginación de estudiar y trabajar supone una prueba de fuego para muchas personas. Sin embargo, la tendencia al alza de la formación continua ha llevado a la consultora de recursos humanos Randstad a enumerar una serie de recomendaciones para aquellas personas que se lanzan a compaginar su trabajo con estudios superiores.
Según las recomendaciones de Randstad, es importante contar con un orden claro, tanto en los horarios como en la distribución del trabajo. La consultora recomienda el uso de herramientas de organización para mejorar la eficiencia, tanto en el puesto laboral como en el aula. Por otro lado, Randstad también recomienda conocer a fondo los convenios y derechos laborales para confirmar la compatibilidad de las condiciones de trabajo y los estudios. En la lista de recomendaciones, se pone énfasis en la priorización de la salud mental; para ello es recomendable dedicar tiempo para descansar y para realizar actividades de ocio, con el objetivo de evitar el agotamiento. Finalmente, Randstad también recomienda mantener la motivación fijando metas y calendarizando las etapas en las que se decide estudiar y trabajar al mismo tiempo.