La computación cuántica se ha consolidado como una de las tecnologías más disruptivas del siglo XXI. Lejos de ser una promesa lejana, ya está en pleno desarrollo y tiene el potencial de redefinir cómo abordamos problemas complejos en sectores clave como la inteligencia artificial, la simulación de materiales, la logística, la ciberseguridad y las finanzas.
MARTA P. ESTARELLAS. CEO QILIMANJARO
Su valor diferencial se encuentra en el hecho de que la información se codifica en sistemas marcados por los principios de la mecánica cuántica, la rama de la física que estudia el comportamiento de las partículas a escala microscópica. Aprovechando fenómenos como la superposición y el entrelazamiento, la computación cuántica establece una nueva lógica de procesamiento de la información, que permite desarrollar algoritmos fundamentalmente diferentes a los tradicionales y lograr niveles de eficiencia inabarcables para los ordenadores clásicos.
UN SALTO EXPONENCIAL EN LA CAPACIDAD DE CÁLCULO
Este adelanto tecnológico tiene implicaciones de gran magnitud en el mundo empresarial y científico. La computación cuántica puede reducir drásticamente el tiempo y los recursos necesarios para resolver problemas que hoy son intratables. Por ejemplo, permite:
• Optimizar procesos logísticos y financieros con soluciones más eficientes en tiempo récord.
• Acelerar el desarrollo de nuevos materiales y fármacos mediante simulaciones cuánticas de alta precisión.
• Mejorar los modelos de inteligencia artificial, facilitando entrenamientos computacionalmente costosos de manera más sostenible y eficiente.
• Fortalecer la ciberseguridad, desarrollando sistemas de cifrado más robustos ante las amenazas futuras.
Mantener las condiciones adecuadas para preservar los estados cuánticos requiere una infraestructura altamente sofisticada
EL GRAN RETO: LA ESCALABILIDAD DEL HARDWARE
A pesar de este potencial, la computación cuántica todavía está en una fase incipiente y se enfrenta a desafíos técnicos significativos antes de llegar a un uso generalizado en el sector empresarial. Uno de los principales obstáculos en la implementación de ordenadores cuánticos es la escalabilidad del hardware. Estos sistemas son extremadamente sensibles a cualquier perturbación externa, lo que dificulta su estabilidad y control. Mantener las condiciones adecuadas para preservar los estados cuánticos requiere una infraestructura altamente sofisticada, y ello representa un desafío tecnológico y económico.
QILIMANJARO Y LA APUESTA POR LA COMPUTACIÓN CUÁNTICA ANALÓGICA
Ante todos estos retos tecnológicos, varias empresas están explorando enfoques alternativos para maximizar la eficacia. Qilimanjaro, start-up líder en el sector, es el proveedor de los sistemas cuánticos del Barcelona Supercomputing Center (BSC). Ha liderado la instalación de los sistemas de la fase 1 del MareNostrum-Ona, basados en computación cuántica digital, y ahora también liderará el desarrollo de la fase 2 con su tecnología de computación cuántica analógica, basada en su enfoque QASIC (Quantum Analog Computing Integrated Circuitos). Esta estrategia QASIC permite ofrecer soluciones aplicables a corto plazo, evitando la necesidad de una corrección de errores costosa y proporcionar un sistema más eficiente y escalable.
MARENOSTRUM-ONA: EUROPA ACELERA HACIA EL FUTURO CUÁNTICO
Un ejemplo claro de la apuesta europea por la computación cuántica es el proyecto MareNostrum-Ona, el nuevo ordenador cuántico que se instalará en el Barcelona Supercomputing Center, uno de los centros de supercomputación más potentes del mundo. Esta iniciativa, impulsada por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital de España y la Comisión Europea, representa un paso más en la supercomputación en el continente.
• Fase 1: Actualmente se ha puesto en marcha dentro de las instalaciones del BSC el primer ordenador cuántico cien por cien europeo, proyecto liderado por Qilimanjaro, con tecnología de computación cuántica digital.
• Fase 2: Qilimanjaro liderará la expansión del sistema con su tecnología de computación cuántica analógica. Esta ampliación permitirá incrementar las capacidades del MareNostrum-Ona y consolidará a Europa como un referente en este campo.
HACIA UNA NUEVA ERA TECNOLÓGICA
El futuro de la computación no se define solo por su velocidad, sino por su capacidad de resolver retos hasta ahora inabarcables. La computación cuántica no es solo una evolución tecnológica, sino una revolución que marcará un antes y un después en la innovación empresarial y científica. El impulso de hoy determinará las empresas e instituciones que liderarán este cambio, y nuestro país no puede quedar atrás. El futuro es cuántico, y ya ha empezado.